Por
LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Son
muchos los problemas que afectan a la en otros tiempos considerada
como la primera plaza del mundo.
Es
mi intención ir analizándolos de forma pormenorizada a través de
artículos.
Empezaré
por analizar los problemas inherentes al marco de celebración.
Inaugurada
en el año 1929 en el lugar denominado Las Ventas del Espíritu
Santo donde descansaba el ganado
que venía a Madrid a través de las cañadas reales.
A
orillas del Arroyo del Abroñigal estaba
un barrio marginal de Madrid compuesto por casas para hospedaje y
merenderos denominadas ventas.
Una
de estas ventas era la Venta del Espíritu Santo que
debía su nombre a su ermita
que inaugurada en el año 1876 luego fue capilla.
La
plaza, situada en la calle
Alcalá 237. Tiene una
superficie de 45.800 m².
Capacidad para 23.798
personas siendo el coso más grande de España pero, no su ruedo que
es el segundo (61,5
metros de diámetro) detrás
del de Ronda.
Promovido
por Joselito quien, no
llegó a torear en él al morir en 1920. Se construyó según diseño
del arquitecto D. José
Espelius de
estilo neomudéjar de ladrillo visto sobre estructura de metal y
azulejos exteriores a modo de decoración obra del ceramista Alfonso
Romero Mesa donde están representados los escudos de todas las
provincias españolas. Las gradas y andanadas son de madera.
La
plaza fue acabada por el arquitecto Manuel
Muñoz Monasterios por
muerte de Espelius.
Las
Ventas es conocida como
“Cátedra de los Vientos”
La
primera corrida celebrada en ella data del año 1931. Fue la corrida
de la beneficencia donde actuaron: “Fortuna”,
Nicanor
Villalta, Fausto Barajas,
Vicente Barrera y Manuel Mejías Bienvenida.
Declarada
Patrimonio Histórico Artístico Nacional en 1994.
Tratando
de acabar con los problemas del viento y procurar comodidad a los
espectadores, se contrató a la Empresa Instituto Técnico de
Materiales y Construcciones quien, trató de “techar” la plaza
mediante una estructura
de 160 Tm de peso fabricada
en aluminio superligero. Estaría
cubierta por tres placas de lonas de PVC formando las dos superiores
una cámara de aire que serviría como aislamiento sonoro y
favorecería la climatización, teniendo
la inferior función decorativa.
Se
tardaría en montar 15 días y 8 días en desmontar, pues
no era una estructura permanente.
Presentado
el proyecto a la Comunidad de Madrid ésta dio el visto bueno, pero
se vino abajo el 28 de enero del año 2013 por un error de diseño
que produjo fallo en la estabilidad de la cubierta según informe de
Taurodelta (empresa explotadora) y Warner Music (empresa financiera)
cuando afortunadamente se hacían pruebas de carga cuatro días
antes de la inauguración oficial.
La cubierta de
102 metros de diámetro y una altura máxima de 75 metros cubriría
los tendidos dejando fuera las gradas y andanadas
A
la basura 4 millones de euros que fue lo que costo la estructura y,
suspendida la obra se echa tierra sobre el asunto y a otra “cosa
mariposa”, la
casa sin barrer y, los toreros a apencar con la incomodidad del
viento en
la lidia, a veces imposible, y, los espectadores que
pagan sus localidades a sufrir
las incomodidades derivadas de una piedra granítica por asiento, un
remojón en caso de lluvia y una pulmonía en ciernes derivada de ese
calor asfixiante que,
se
torna
en frío
cuando el sol abandona los tendidos, pues
los que “entran
de gañote” ocupan
burladeros donde, en caso de lluvia una “visera de quita y pon”
les protege convenientemente.
El
desbarajuste de la corrida del
día 6 de junio con toros de Adolfo Martín
causada por el vendaval de viento y la lluvia torrencial que, acaba
en un trasiego de espectadores durante la lidia entrando y saliendo
de localidades a refugios del interior de la plaza no se debe
permitir en los tiempos actuales en los que las localidades tienen
unos precios elevados y el público no respeta la integridad
de los toreros actuantes
distrayendo
a un toro bravo.
Tomemos
nota de lo que ocurre en el tenis que, ni con mucho es un deporte de
riesgo y en el que cuando un espectador se “toca la gorra” que
le protege del sol, es llamado al orden porque distrae la
concentración de los jugadores y no se juega la vida como lo hacen
los toreros ante la distracción
del toro.
¡La
plaza debe estar acondicionada perfectamente! para
que esto no ocurra
El
bueno del doctor D. Máximo García Padrós
no
sufre estos inconvenientes porque ve en circuito cerrado de
televisión la corrida desde la enfermería lo que es conveniente
para ver en toda su dimensión el alcance de las cogidas y, tras
marcar
el
protocolo a seguir, actuar
con toda seguridad en el acto quirúrgico.
Las
dimensiones de la plaza no son nada del otro mundo y por todo el orbe
hay
cubiertas similares que funcionan a la perfección, pero
en esta España donde la política, en lineas generales no está con
los toros, no creemos que se vaya a cubrir después de
la
experiencia vivida en el 2013, pues “Spain
is different”
La
“cubrición” de la plaza no interesa a ninguno de los estamentos
implicados: propietaria de la plaza porque
tiene asegurado
el alquiler anual de la misma por cantidades astronómicas.
Empresa adjudicataria porque,
así como está, se asegura llenos casi todas las tardes, a poco que
el tiempo acompañe y, además es la que tiene la “sartén
cogida por el mango” en
cuanto a contrataciones de toreros obligándolos acorde con el dicho
“estas son lentejas... “
Luego,
con estas premisas quien ¿“pone
el cascabel al gato”?