Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Dice
un dicho que. “los gitanos no quieren
buenos principios”.
Otro
por el contrario dice: “de lo dicho al
hecho va un trecho”.
En
concreto no sé si estos dichos afectan al comportamiento del toro bravo pero lo
ciertos es que, en las dos corridas importantes del comienzo de temporada,
marcadas por el domingo de Ramos en
Madrid y el también domingo de Resurrección en Sevilla, la cuestión juego de los
toros no ha podido ser más decepcionante, pues tanto en el caso de la Corrida de Victorino Martín de las Ventas, como en
la de Victoriano del Río en la
Maestranza sevillana, los toros demostraron carencias impropias de toros bravos
pertenecientes a dos de las ganaderías más representativas del panorama bravo
actual.
De
la docena de ejemplares que pisaron las arenas de las dos plazas de toros más
importantes de España, solamente una unidad representada por el quinto de la
tarde en la Maestranza que respondía al
nombre de “Duplicado”. 558 kg. Negro
mulato y con el hierro de Victoriano del Río, se llevó el galardón de toro
bravo por su humillación, fijeza, repetición y alegría de embestida que
propiciaron, tras tiempos precisos, unas tandas de derechazos vulgares pero con
remate de pases de pecho de innegable valía. le tocó en suerte a José María Manzanares.
Fue
una faena sin fluidez y rotundidad, pero que fue rematada con un estoconazo en
la suerte de recibir que, por poco prodigada en la finalización de faenas,
llega al público que peticiona orejas y que en esta ocasión un presidente D.
Gabriel Fernández Rey conocedor del oficio, premió con un trofeo.
Se
nos antoja escaso bagaje ganadero, pues nos parece escaso ese 8,3 % de
efectividad brava, a pesar de que tanto Victorino como Victoriano estuvieran
contentos con el comportamiento de sus toros.
Acaba
de empezar la temporada taurina seria y quizá pequemos de pesimistas, pero
tampoco creemos en exceso del dicho gitano, máxime cuando en los tentaderos que
hasta el momento hemos asistido, el panorama ganadero no se muestra nada
halagüeño que digamos, pues la hierba en el campo ha surgido tarde por la falta
de lluvia y hay que esperar que estas lluvias torrenciales no empeoren el
panorama.
Los
toreros de momento están calentando motores y esperemos que poco a poco vayan
cogiendo la forma necesaria para paliar las deficiencias ganaderas. Las figuras
se preparan a tope como es el caso de Julián López “El Juli” que no quiere perder el cetro del toreo, por ello torea
en su casa, y en ganaderías como Carlos Núñez, Joaquín Núñez del Cuvillo y
Garcigande.
Otros,
tales como Álvaro Justo, Octavio Chacón, Manuel Escribano y un largo etc,
tientan donde pueden buscando su puesta a punto, aunque conscientes de lo
difícil que lo tienen para entrar en esos carteles de relumbrón.
Pero siguen entusiasmados con poder torear esas corridas que los figurones no quieren ni nombrar. pero que a ellos les sirve para seguir estando en este más que difícil, para algunos, escalafón taurino.
En
esas estamos
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