LA CORRIDA SUSPENDIDA EN MADRID TRAS LA
MUERTE DEL SEGUNDO TORO.
Por LUIS ALONSO
HERNÁNDEZ.Veterinario y escritor.
En la corrida anunciada del
Ventorrillo, sólo vimos un toro de esta ganadería y otro de Los Chospes, pero en
sus lidias hubo más emoción que, salvo en el último toro de Iván Fandiño donde
entró a matar a cuerpo limpio en la corrida del 13 y martes, en el resto de lo
visto hasta ahora en esta feria isidril del 2014.
Actuaban tres toreros valerosos
que además saben torear muy bien, pero que en este coso venteño, el viento hace
estragos no dejando exponer con garantías el arte taurómaco al jugar con
la vida de aquellos diestros que se apartan del aserto de “Guerrita” cuando
dijo aquello, aunque no por motivos ventosos, de: “En Madrid que atoree San Isidro”.
El año pasado hubo un intento de
solucionar este grave problema en el
primer escenario mundial de la representación de la corrida de toros, pero el
quitavientos, en forma de lona suspendida, se vino abajo el día de la
inauguración del invento sin que hasta el momento se hayan depurado
responsabilidades ni se haya intentado volver a llevar a efecto el proyecto con
absolutas garantías de éxito para la buena marcha del toreo, la seguridad parcial de la vida de
los toreros y el éxito económico
derivado del éxito artístico.
Los asistentes a Las Ventas,
pasan frío, mojaduras e incomodidades de
paraguas que impiden seguir las secuencias
de las faenas, pero sobre todo pasan MIEDO, mucho MIEDO, cuando desde sus
localidades al comienzo del paseíllo, ven ondear con fuerzas, hasta restallar a
veces, las tres banderas que presiden
los festejos de la Feria Taurina más grande y más extensa del mundo.
Si D. Livinio Stuyck Candela el
abogado empresario que se convirtió en gerente de la Nueva Plaza de Toros de Madrid, creó la Feria de San
Isidro y construyó en colaboración con la alcaldía de Madrid la Venta del Batán, levantara la cabeza,
seguro que lo haría un solo momento para volver a su estado, cuando viera como
su ciclo taurino de la Feria de San Isidro
ha multiplicado por cinco el número de corridas, hasta llegar las
treinta y una seguidas.
Plaza que es difícil de llenar en
su aforo de 24.000 almas. Tampoco se llenó en la corrida duodécima de la Feria
de San Isidro. Se llegó a los tres-cuartos de plaza.
David Mora (azul y oro), Antonio
Nazaret (lila y oro) y Jiménez Fortes (grana y oro) hicieron el paseíílo ante D. César.
Manuel Benítez “El Cordobés”
despierta una gran pasión en los tendidos cuando aparece en el callejón camino
de ocupar su localidad en una barrera, en este día en que la Comunidad de
Madrid le rinde un homenaje en los 50 años de confirmación de alternativa en
esta plaza donde salió por la puerta grande en ocho ocasiones.
Davíd Mora se va a portagayola
para recibir al primer toro de la tarde. Nº 20. Deslio. 532 kilos. Negro con el hierro
de El Ventorrillo.El toro sale distraído. Mora le mueve el capote para que se
fije en él. El toro se va hacia el diestro. El viento le descubre y el toro le
arrolla, topándole y enviándole a gran distancia. Aparatosa y dramática cogida.
Una vez en el suelo lo cornea. Lo levanta. Lo recoge en el aire. Lo voltea
nuevamente y David Mora cae al suelo herido de gravedad con dos cornadas: una
en el muslo y otra en la axila. Permanece inmóvil en la arena aunque consciente
hasta que las asistencia le llevan a la enfermería.
Ha de hacerse cargo de la lidia
de este toro Antonio Nazaret quien, con lances por delante sin cruzar, lo lleva
al caballo de picar que monta Israel de Pedro. El picador se agarra arriba. El
toro aprieta con la cabeza a media altura pero sin cabecear. En la segunda
entrada Israel vuelve a agarrarse arriba. Con ciertos apuros lo saca un
banderillero y lo deja en el capote de Jiménez Fortes quien realiza su quite en
base a dos chicuelinas ajustadas. Una tercera en la que el toro se le cuela por
el pitón derecho improvisando una revolera. Ovación.
En banderillas Félix Jesús
Rodríguez tirándolas desde cierta distancia las deja arriba. El tercero deja
una sola arriba. Cierra tercio Rodríguez quien las tira nuevamente y las prende
arriba. El público incompresiblemente le tributa palmas.
Nazaret comienza la faena de
muleta doblándose por ambos pitones al tiempo que lo gana terreno. Cuando lo
tiene fuera de las dos rayas monta la muleta sobre la mano izquierda. Dos
naturales buenos. El toro se para. Nazaret se `posiciona nuevamente. Serie de
naturales que, tras cambio de muleta por delante de la cara del toro, remata
con el pase de pecho sobre la derecha. Continúa sobre la izquierda en una serie
de naturales ayudándose del simulado que remata tras cambiar la muleta de mano
con el de pecho sobre la mano derecha. Dos buenos naturales rematados con el d
epecho sobre la mano derecha con la finalidad de realizar todo sobre el pitón
mejor del toro que es el izquierdo.
Un pase de pecho sobre la mano
derecha lo deja posicionado para el torero al redondo. Tres buenos redondos que
remata con el de pecho sobre la mano derecha.
Deja reposar al toro y se lleva
la muleta a la mano izquierda. Dos buenos naturales en el tercero el toro se va
a por torero. Se cambia la muleta de mano y da una serie de redondos de uno en
uno porque le toro no repite las embestidas. Se cambia la muleta de mano
delante de la cara del toro para rematar con el pase de pecho sobre la mano
derecha.
Tras tomar el estoque de matar
busca la igualada doblándose por ambos pitones. El toro se oriente de manera
alarmante. En la suerte natural logra una estocada entera desprendida
ovacionada en la ejecución. El toro dobla y el puntillero acierta a la primera.
El segundo toro de la tarde es
del hierro de Los Chospes. Nº 7. Fetén. 537 kilos. Castaño salpicado Nacido el
09/09. El toro sale suelto de los primeros capotazos de saludo de Jiménez
Fortes yéndose a los terrenos de nadie. En los medios comienza a escarbar.
Cuando acude nuevamente al capote de Fortes éste al tercer capotazo se estira
la verónica. En la tercera Jiménez Fortes el toro lo zancadillea con la
extremidad posterior. Se cae delante de la cara del toro. El toro hace por él y
no sé si ha resultado herido.
Fortes con lances por delante muy
templados y sin cruzar lo lleva al caballo que monta Antonio Muñoz rematando
con un recorte. Cuando el toro se arranca el picador se agarra arriba. Lo tapa
la salida y lo pega en medio de las protestas del público que pita con fuerza.
El toro al salir del caballo con presteza se va al capote de Fortes quien con
dos capotazos lo deja posicionado para la segunda entrada. Nuevamente el picador
se agarra arriba. Lo saca el banderillero y lo deja en el capote de Nazaret. El
viento molesta en exceso. Tres buenas
chicuelinas y cuando va a rematar la media el toro le puntea en la rodilla derecha
y lo derriba. Cuando se incorpora se duele de la rodilla pero no obstante
encorajinado se va a por el toro y remata con una revolera.
En banderillas José Antonio
Carretero clava un buen par,
Jiménez Fortes brinda a El
Cordobés. Muy cerrado en tablas frente al tendido 9 comienza la faena de muleta
mientras Nazaret se va a la enfermería para ver el alcance del golpe recibido
en la rodilla. Se dobla por ambos pitones al tiempo que gana terreno para
llevar el toro a los medios. Allí remata con un buen pase de pecho sobre la
mano izquierda.
El toro echa mano al su matador
al perder pie y le propina una cornada en el muslo derecho cuando está en el
suelo. Se levanta sin mirarse a pesar de que sangra abundantemente. Mientras
torea comienza a claudicar de la pierna
derecha.
Serie de buenos redondos que
remata con el pase de pecho sobre la derecha y dobla con el de pecho sobre la
izquierda.
Nuevamente se lleva la muleta a
la izquierda para ejecutar una serie de buenos naturales aislados, ayudándose
del simulado que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nuevamente la muleta a la derecha
para dar una serie de buenos redondos que remata con el pase de pecho sobre la
derecha y dobla con el de la izquierda.
Tras tomar el estoque de matar se
va a por el toro para doblarse por ambos pitones en busca de la igualada.
Cuando iba a tirarse a matar en la suerte natyural el toro se va a por él y
está punto de llevárselo por delante. Afortunadamente se salda el trance con
pérdida de la muleta.
Se tira a matar en derechura, el
toro lo encuna afortunadamente y lo destroza la taleguilla. Pudo recibir una
cornada en el pecho pero San Isidro hizo el milagro. Tras doblar el toro, este
torero que ante la cara del toro en el suelo cuando lo tenía a su merced
demostró impavidez, impasibilidad y no perdió la compostura ni la expresión
tranquila en el rostro, pasó a la enfermería, siendo ovacionado durante el
trayecto. de la que no salio al ruedo.
Como los tres toreros estaban en
la enfermería y según el dictamen de los doctores no podían continuar la lidia
se anuncia por megafonía la suspensión de la corrida.
Reportaje gráfico de lo realizado
por David Mora.
Reportaje gráfico de la realizado
por Antonio Nazaret.
Reportaje gráfico de la realizado
por Jiménez Fortes.
Otras fotos de la corrida
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