PRINCIPALES
COMPONENTES DE LA FIESTA DE LOS TOROS.
Por
LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
EL TORO, principal protagonista
de la Fiesta, que llega a través de un
productor quien no es otro que su criador, el
ganadero. Ese hombre que se juega su prestigio y su dinero en la
consecución y juego de su producto. Producto que ha de dar juego en la lidia,
en cuanto a brillantez se refiere, con bravura sostenible y duradera, no exenta de nobleza, para que sea de las
preferencias de los figurones del escalafón que son los que prestigian la
ganadería, al solicitarla para la lidia, haciendo subir la cotización.
Luego…condicionaran
al ganadero en la producción del toro tanto fenotípicamente como en cuestión
temperamental y, en muchas ocasiones le obligan en una selección dirigida, a
sacar de tipología a su encaste involucionándole y devaluándole con el paso del
tiempo al hacerle caer en un abismo quitaesenciado del que a veces es imposible
salir.
Son
esas gráficas en picos de sierra que cíclicamente sufren las ganaderías, en
cuanto a bravura se refiere, al haber estado seleccionando en el "filo de la
navaja" bravura-mansedumbre y olvidarse que, el toro bravo como tal nunca
existió, sino que fue una consecuencia del manso seleccionado acorde con unas
bases de psicopatía bélica.
EL TORERO, es el segundo
protagonista de esta tragicomedia que es la corrida de toros. Ese hombre que,
poniendo en juego su vida va a tratar de domeñar a esa fiera de manera
artística, sirviéndose de unas telas movidas con oficio y conocimiento de las
reacciones, no siempre lógicas, de un animal bravo.
Arte
tasado en un precio elevado que es el precio incalculable de una vida al que
hay que sumar la regularidad para dar el cómputo final de la cotización.
El
torero es un ser que lleva una vida de estrés máximo, derivado de esos viajes
agotadores, de ese jugarse la vida, de esa responsabilidad de tener que
triunfar cada tarde para que su cachet se mantenga. Estrés que en la plaza se
nota en ese sudor nervioso que al quedarse frío, tras la conclusión de la faena,
le recorre el cuerpo como si de un fuerte escalofrío se tratare.
Estrés
que ahora no tiene tregua puesto que la temporada española se empalma con la
americana sureña y continúa en los tentaderos de preparación, donde también el
torero se estresa porque ensaya las faenas a realizar en los ruedos ante vacas
que también pueden cornear y llevarse la vida.
El
torero ha de tener un corazón a “prueba de bomba” porque en la plaza le late a
unas aceleraciones fuera de lo normal. Momentos de casi 200 pulsaciones por
minuto son demasiadas para no sufrir un infarto. Y así día tras día durante su
vida laboral activa que, salvo casos excepcionales como el de “Antoñete”
(q.e.p.d) o de “Curro Romero”, suele rondar los veinte años.
EL EMPRESARIO, es el tercer
protagonista de la Fiesta de los toros. Se trata de aquel señor o sociedad de
señores que exponen su dinero en la ruleta de la corrida de toros a las que
seleccionan su montaje con criterios económicos donde tratan de buscar el
interés en el aficionado y público asistente y han de jugar con el toro
adecuado a las preferencias de los toreros contratados.
Su
nombre les viene de que para ellos el montaje de un espectáculo taurino es un
negocio, como otro cualquiera, que realiza a través de una empresa creada
acorde con las exigencias de la Administración.
La
iniciativa privada en la gestión y administración del negocio de los toros
arranca el 27 de enero del año 1612, cuando el rey Felipe III concede el
privilegio de dar funciones de toros en
cosos cerrados a don Ascanio Manchino en la plaza de toros de Valencia. Pasados
tres años este empresario delega su privilegio a favor de su esposa María
Bermúdez quien, con fecha 5 de julio de 1622, vende por 22.400 maravedís su
privilegio a don Felipe Salas que era el camillero mayor del Real Consejo de Indias. En el año 1647 el
privilegio pasa a manos del Hospital de Valencia por un periodo de veinte años.
Con
posterioridad la figura el empresario pasó de “localista” a “generalista” al
llevar varias plazas de toros situadas incluso fuera de su provincia como hizo
por primera vez don Bartolomé Muñoz
Pichardo alias “Bartolo”. Fue imitado por otros empresarios como don Eduardo
Pagés, quien en 1944 llevaba las plazas de toros de Sevilla, Málaga, Algeciras,
San Sebastián, Salamanca, Valladolid y Cáceres.
Actualmente
no se concibe la explotación de una plaza importante por un empresario solo,
sino que está en manos de empresas en que la actividad taurina es una más de un
paquete que la constituye. Ahora se juega con los avatares económicos por los
que pasa cada empresa. Unas veces pierden, otras ganan; otras no les importa
perder porque lo justifican adecuadamente con beneficios. En fin, un verdadero
“lío financiero” en el que juegan multitud de factores, en este caso, para-taurinos.
El
empresario actual forma parte de una sociedad empresarial formada por una serie
de accionistas de los cuales, el más competente en cuestiones taurinas, se
erige en presidente,
En
síntesis el negocio del empresario taurino consiste en lo siguiente:
-Comprar
6 toros.
-Contratar
3 toreros.
-Dar
el festejo.
-Se
cobra, se paga.
-Si
sobra “algo” son ganancias.
-Si
por el contrario, falta dinero, pues…pérdidas.
No
es fácil su función, pues ha de lidiar a: ganaderos, toreros, público,
propietario o propietarios de la plaza y a las corporaciones municipales.
Naturalmente
ha de ganar dinero al ser el organizador del espectáculo.
NOTA: Todos estos datos y otros
más precisos y extensos pueden verlos en mi libro titulado “De pronóstico
reservado” editado por la Diputación de Valladolid en al año 2009.
¿A
que viene este artículo?
Pues para que los lectores no avezados en este mundo taurino, tengan una guía en que basarse y poder interpretar las
vicisitudes por las que pasa la Empresa taurina Pagés de Sevilla, a raíz de las
declaraciones realizadas por sus
gerentes; don Eduardo Canorea y don Ramón Valencia en el almuerzo con
los medios de comunicación celebrado el 27 de noviembre, donde se analizaba la
situación actual del sector taurino de la Maestranza de Sevilla y que el
programa taurino de la Cadena Ser saco a antena en una serie de cuñas grabadas tales como:
“No se pueden reducir el precio de las
entradas,porque los figurones del escalafón taurino no quieren”
“Tampoco lo quieren sus representantes;
Fundi, Gómez Escorial y Juan Diego que para esta empresa no son representativos"
“Juli, Morante, Manzanares, Perera y
Talavante eran quienes tenían que haber negociado, pero algunos no tienen los
pies en la tierra”
“Los ganaderos lo están pasando mal, pero
los más representativos tampoco quieren bajar nada”
“Las cuadrillas de banderilleros se han
negado a hablar del tema”
“TVE quiere retransmitir alguna corrida pero
gratis”
“Canal + se niega a subir el contrato para
retransmisiones”
Tampoco los empresarios logramos unirnos
para hacer fuerza, más por el contrario, somos como los alacranes que se pican
a si mismos”
Con
estos antecedentes: “Es imposible bajar
los precios”
La
única solución es: “Disminuir el número
de festejos, pero hasta cierto punto”.
Los
cinco toreros mencionados se sintieron “agredidos” y decidieron no torear en la
Maestranza de Sevilla mientras siguiera al frente de la misma la empresa Pagés.
Eduardo
Canorea en nueva rueda de prensa se retracta de lo dicho, pide perdón a quien
más ofendió verbalmente, José Tomás y ahora a esperar la reacción de los
toreros.
Esperemos
que se avengan a razones no sea que les vaya a pasar lo que les ocurrió a los
figurones de entonces; “Bombita” y “Machaquito” en el año 1910 en la plaza de
toros de Madrid cuando trataron de abusar económicamente del empresario
Indalecio Mosquera.
El
"repoquer de ases toreros" ha de ponerse las pilas bien cargadas porque por
detrás vienen apretando toreros como Manuel Escribano, Juan del Álamo, Joselito
Adame, “Morenito de Aranda” y un largo etc que junto a los consolidados David
Mora e Iván Fandiño les pueden poner las peras al cuarto.
Cuando la situación económica pinta bastos, todos hemos de apretarnos el cinturón para pervivir y naturalmente el mundo del toro no puede llamarse andana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario