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miércoles, 16 de enero de 2008

TOREROS QUE TOREEN EN ESPAÑA:¡NO SE ALARMEN!

Hemos visto en burladerodos, como Juan Antonio de Labra desde México, queda "maravillado" y expone la "Novedosa técnica para operar cornadas" utilizada por el cirujano jefe de la plaza de toros de Méjico.

Y como réplica, constructiva por cierto, se nos ocurre el siguiente artículo por aquello de "dar al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios".


¡Va por ustedes!





TOREROS QUE TOREEN EN ESPAÑA:¡NO SE ALARMEN!



Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor.






¡Toreros españoles que ejercen su oficio en España!. ¡No se alarmen en el caso de sufrir cornada!, pues también los cirujanos taurinos españoles utilizan las técnicas que el doctor Rafael Vázquez Bayod aplica en México, por la sencilla razón de que estos profesionales se reunen cómo mínimo anualmente y celebran Jornadas donde cada uno expone ante sus colegas los progresos conseguidos en esta especialidad médica.
Por eso, estas técnicas, se aplican en cualquier enfermería de plaza de toros donde haya un cirujano taurino. Pues al fín y a la postre, la irrigación/succión no deja de ser más que una limpieza exhaustiva de la herida, absolutamente necesaria desde los tiempos más remotos en que el hombre fue "echado mano" al enfrentarse al toro.
¿Qué muchos toreros murieron de infección de cornada, antes de la aportación que en el año 1.929 hizo el Nobel de Medicina, doctor Alexander Fleming?. No tenemos la menor duda.
En aquellos tiempos no sólo morían de la infección consecuente a los detritus causados, pasadas unas horas, por los cuerpos extraños contaminados (arena, estiercol, parásitos, lascas de madera procedentes de derrotes sobre burladeros y portadas en cuernos sanos y escobillados) que el pitón había depositado en el fondo de la herida, sino que también morían a consecuencia de la neurotoxina que el Clostridium tetani (gérmen saprofito habitual en el intestino de los équidos) habría diseminado con sus heces en la arena de los ruedos de las plazas de toros.
E incluso, ahondando más, en el asunto, por la misma neurotoxina que el pitón hubiera adquirido al herir a los caballos sin peto y luego inyectar al torero a través de la herida producida en la cogida. Herida que de no tener comunicación con el exterior (por no haber sido conveniente drenada) propiciaba la multiplicación de este gérmen anaerobio.
Por todo lo expuesto se deduce que ante herida por asta de toro, lo primero que hace cualquier cirujano (incluso cualquier médico no especialista) es limpiar a conciencia "por dentro" la herida, para que no quede ni una sola brizna de posible material contaminante.
Es la primera regla que igualmente seguimos los veterinarios que operamos a los caballos heridos en los festejos de rejones, cuidando además muy mucho de afeitar los bordes de la herida para que ningún pelo impida la cicatrización.
El periodista menciona los cursos impartidos en La México a monosabios y personal de Plaza para auxiliar a los toreros en caso de cogida, que nos parecen de maravilla, si bien se nos ocurre que deberían hacerse extensivos a los subalternos de las cuadrillas en general, por ser los primeros que auxilian al herido ante el inminente peligro que supone el toro en el ruedo.


Después, el traslado del diestro a la Enfermería lo puede dirigir el mismo Cirujano Jefe, quién es conveniente vea la corrida bien desde el burladero de médicos o bien desde la enfermería a través de circuito cerrado de TV como lo hace D. Máximo García Padrós en la Monumental de Las Ventas, para poder ver con todo detalle la "biomecánica" y la "cinemática" que le ayudarán a calcular de antemano las posibles trayectorias y profundidad de las heridas, y llevar una idea preconcebida de actuación para cuando el torero esté en la mesa de operaciones.
Lo de la camilla para traslado del herido lo consideramos una utopía, puesto que la rapidez impera por encima de todo lo demás, si bien no está mal, si es posible su utilización, para cuando no hay herida y sí complicada caída en la voltereta sufrida, con repercusiones neurológicas.
Los fondos de saco" de las heridas, hay que eliminarlos siempre. ¿Cómo?. Pues sacándolos a la luz con la técnica más adecuada, bien mediante el empleo del "abordaje en puente" o bien introduciendo una sonda fenestrada en tramos y aspirando cada cierto tiempo, si el drenaje no es posible por si mismo.
La utilización de desinfectantes no agresivos sobre la herida, de suero fisiológico a presión, asi como de oxigeno es muy conveniente para limpieza y reactivación de células adormecidas. Técnica que se hace en cualquier enfermería de plaza de toros.
Y finalmente, me van a permitir un consejo como veterinario:
¡Toreros en general: Vacúnense todos los años contra el Tétanos! pues un simple pinchazo les puede evitar muchos disgustos. Yo cuando trataba con animales, siempre lo hacía, y de veras que deje de precouparme ante cualquer herida intempestiva.