Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor.
A la hora anunciada y bajo la presidencia de Antonio Pulido Plaza suena el cerrojazo que da paso al paseíllo formado por la terna:
CURRO DIAZ (tinto y oro)
FERNANDO ROBLEÑO (rosa palo y oro)
FERNANDO CRUZ (grana y oro).
CURRO DÍAZ.
Cuando me puse delante de la televisión me encontré con un Curro Díaz, vestido con un precioso traje tinto y oro, tratando de dar derechazos al primer cebada de la tarde. Un bonito cárdeno que no hacía otra cosa que pegar tornillazos. Tenía mucho peligro por ese pitón.
Y como por ese pitón estaba imposible, lo intentó por naturales, que sobre el papel son más difíciles puesto que se cuenta con menos superficie de tela.
Logra una serie de tres donde parece que va logrando que el toro deje los gañafones, pero ahora resulta que en el cuarto se le cuela y por ello el torero abrocha la serie con un magnifico pase de pecho de pitón a rabo.
Insiste Curro a pesar de que ahora el cebada, llamado Carterista herrado con el número 70 y al que faltaba un kilo para el quintal métrico, escarba, pero vuelve a enganchar la muleta en los remates lo que propicia el gañafón de salida.
No pude ver la evolución del toro durante la lidia, pero me pareció un toro con peligro. Cuando dobló, el torero fue aplaudido en reconocimiento del esfuerzo realizado.
En el segundo de su lote que corresponde al cuarto de la corrida es un sardo de nombre Pensamiento con cinco años a sus espaldas, que sale enterándose..
De inmediato toma el camino de chiqueros y allí escarba.
Se arranca de improviso y con violencia y se frena ante el capote de Paco Peña que es quien se va a recogerlo.
Curro Díaz lo lidia y le enseña a embestir.
Lo lleva con dificultad al caballo que monta Juan Sánchez, quien viste una chaquetilla negro y oro, el picador se agarra arriba y el toro aprieta. Aplausos,
El toro sale suelto y se aleja del picador hacia la zona de chiqueros.
El peón Paco Peña se hace cargo del toro, mientras Curro Díaz ordena que se le pique en el terreno que el toro ha escogido que no es otro que el de chiqueros. Allí el picador le propina un buen puyazo con el que se cambia el tercio.
Robleño aprovecha su quite: tres chicuelinas y una media perfectas. Ovación.
Banderillas: Lidia Paco Peña. Parean, David Alvarez. Bien y Valentín Rivas pone 1. Cierra David quien pone un buen par que es aplaudido.
Curro Díaz rinda público. Aplausos.
La faena la comienza por redondos: A media altura unos pases ligados que son rematados con una trinchera. Un redondo más sin descomponen la figura.Nueva serie con la derecha a base de tres redondos superiores el de pecho perfecto.
Sigue por redondos: Serie de tres ligados. El segundo es enganchado pero luego dos buenos rematados con un buen pase de pecho.
Sigue por redondos: tres buenos abrochados con el doble pase de pecho, resultando a chuchado en el primero, y consiguiendo un segundo muy bueno.
Con la mano izquierda, una serie natural que transcurre así: se cuela en el primero. Dos más sin ligar y el de pecho suelto.
Los muletazos los liga pero no les remata. Resultan prácticamente enganchados todos los pases.
Una trincherilla artística para cuadrar
Suerte contraria: perfecta estocada a favor de querencia. El toro se resiste a doblar y se va a chiqueros Curro se sienta en el estribo en espera de que el toro doble. El toro se va hacia él, doblando a escasos centímetros de su matador. Dobla., pero se vuelve a levantar y esta a punto de producir una tragedia. Al levantar a Valentín Rivas cuando va a apuntillarlo. Aplausos para Curro Díaz cuando recoge la montera.
FERNANDO ROBLEÑO
El segundo de la tarde responde al nombre de Cabellino lleva el número 75 en los costillares y pesó en la báscula 576 kilos que le convierten en el más pesado de la corrida, su capa negra.El encargado de su lidia es Fernando Robleño ataviado con un vestido rosa y oro, quien encuentra la primera decepción al ver como escarba de salida en terrenos de chiqueros, si bien cuando se arranca acaba rematando en el burladero de matadores.
Lo recibe con una serie de cuatro verónicas a pies juntos que, aunque muy celebradas por el publico sevillano en recuerdo de Pepe Luís Vázquez, no son las más adecuadas para lidiar a un cebada que de imitar el comportamiento de sus hermano anterior iba a resultar áspero y con dificultades. Y así se comprobó cuando a la quinta verónica lo desarmó de forma violenta.
En la segunda entrada repite lo mismo si bien su salto no es tan elevado. El picador le tapa la salida por lo que es abroncado por la concurrencia.
Fernando Cruz dispuesto a realizar su quite si bien no llega a dar un solo pase, antes de que se cambie el tercio.
Parean. Juan José Hidalgo que prende un gran par. El tercero Domingo Navarro prende otro buen par y cierra el tercio Hidalgo sacando los palos desde abajo.
Robleño no brinda.
Comienza doblándose por abajo en dos pases; uno contrario y otro diestro para acto seguido estirándose en una serie de cuatro redondos que son rematados con el de pecho.
Entre las dos rayas logra cuatro derechazos que no salen limpios a causa de que el toro remata con la cara arriba. Materialmente le roba seis redondos más que remata con el de pecho. Es aplaudido.
Ha logrado ahormar el tornillazo que el toro realiza a la salida de los pases con lo que se propone y logra una serie de seis redondos abrochados con el de pecho. Buenos todos por lo que es aplaudido.
Las cámaras enfocan al apoderado del diestro Emilio Moreno con una cara no precisamente de felicidad.
Tiene que intentarlo con la izquierda y lo lleva a efecto sufriendo la colada en el primero. El viento arrecia. No obstante lo cual y a base de ganar un paso, le roba tres que no son nada del otro mundo.
Ahora aplica el recurso del paso adelante a una serie de tres derechazos que resultan buenos y que son abrochados con el de pecho que es mejor.
Cuando los toros no humillan es casi imposible que los muletazos resulten bellos.
En la suerte natural da un pinchazo caído que el toro escupe.
Cambia de suerte y vuelve a pinchar en el mismo sitio.
En la suerte natural logra una estocada caída. Al doblar el toro su labor es silenciada.
Mientras sale a la arena el tercero de la tarde es entrevistado el matador de toros Víctor Janeiro.
El segundo de su lote corresponde al quinto de la tarde, que lleva por nombre Bravío. Ejemplar nacido en septiembre del 2002.
De salida se emplaza y va por él Robleño. que esta enseñando a embestir al toro que va por las manos por delante,
Pica Manolo Mazo al relance. A pesar de lo cual se agarra caído.
Robleño lo lleva nuevamente pero el toro no quiere caballo. Lo mete materialmente en el caballo y así le pica sin emplearse de ahí que no sangre
Robleño lo prueba por ambos pitones parece que va bien y pide el cambio de tercio al alguacilillo que lo transmite a presidencia.
En banderillas lidia Juan José Hidalgo mientras parean, César del Puerto que pone un buen par en el primer encuentro, tras tener que repetir porque el toro pierde las manos en el embroque y cuando entra se quedo sin toro Cumple Domingo Navarro..
Robleño en unos muletazos suaves por la cara le enseña a embestir.
Con la muleta en la izquierda va por naturales. El primero bien. En el segundo el toro pierde las manos y el tercero deslucido.
En cuanto le obliga pierde las manos. El toro en el remate salta y cabecea con lo que es imposible ligar.
Por el lado derecho el toro hace lo mismo.
El toro ya no pasa. Robleño está valiente pero es imposible sacarle un muletazo. En uno de ellos conseguido tras mucha insistencia, le desarma a causa de un derrote descompuesto de remate de pase.
El toro va a peor, ya cabecea en el comienzo del pase. Finalmente se raja tanto que acaba echándose.
Suerte natural pinchazo arriba que escupe. El toro se echa nuevamente. Robleño trata de levantarlo. Lo consigue su banderillero.
Suerte contraria bajonazo sin soltar
El toro se echa por tercera vez. Y el puntillero se decide a cumplir su misión.
FERNANDO CRUZ.
El tercero de la tarde responde por Bucarito lleva el número 99 y pesa 475 kilos.
Corresponde su lidia a Fernando Cruz que viste el más torero de los trajes de torear el grana y oro.
De salida el toro remata en el burladero. Si bien se frena en la segunda aproximación. Fernando lo recibe con cinco verónicas largas rematadas con una media que resulta deslucida.
La suerte de varas la realiza de forma perfecta Pedro Iturralde las Heras quien a pesar del gambeteo del toro antes del embroque lo toma perfecto arriba. Aprieta lo necesario midiendo las fuerzas del cornúpeta.
La segunda entrada lo pica en el sitio exacto levantando la vara de inmediato.
Una gran suerte la realizada por este joven picador vallisoletano.
Los comentaristas de Canal + ponderan al picador,
En banderillas lidia Agustín Serrano mientras parean desigualmente a causa de que el toro se cae justo en el embroque Juan Martín Soto y Miguel Angel García.
El toro esta afecto de algo inexplicable pues ha sido picado y medido magistralmente.
Esto hace que el torero desista de brindar..
Comienza doblándose en tres pases ejecutados por ambos lados. Se aleja del toro que ahora ya no se cae si bien acusa un nerviosismo excesivo en la primera cita como si su cerebro sufriera una excitación excesiva ante el estímulo.
Dos derechazos siguen a esta especie de calambrazo. Dos redondos más y al tercero se cuela por lo que Fernando Cruz opta por los naturales.
Dos buenos naturales a pesar de que el viento molesta en exceso y descubre al diestro.
¡Es imposible seguir toreando en estas condiciones!
Vuelva a la diestra mano para instrumentar unos redondos donde el toro sabe lo que se deja atrás.
En sus ansias de triunfo el diestro vuelve a los naturales para instrumentar dos que resultan enganchados en el remate, optando finalmente cuando el toro pierde las manos, por ir por la espada de matar ante los pitos que el público le tributa por el tiempo perdido en la búsqueda de una faena imposible.
El toro se ha refugiado en tablas. Trata de sacarlo sin conseguirlo decidiéndose a entrar a matar al filo de las tablas, tras un gazapeo del toro. Pincha arriba en la suerte contraria.
Como no hay forma de sacar al toro de su querencia de manso entra sorprendiéndole con una estocada casi entera que le hace doblar. Unas palmas son el premio al esfuerzo realizado.
Mientras sale el siguiente toro es entrevistado el matador de toros José Luís Moreno que va a torear en la feria de Córdoba es un mano a mano
El segundo de su lote corresponde al último toro de la tarde. El sexto,, que tiene por nombre Fugitivo.-EL MAYORAL DE cebada tomando notas ¿qué notas?.
No remata en el burladero.
Le toca Juan Soto y remata en el burladero.
Fernando se estira en los medios y remata las verónicas con una media que levanta aplausos.
Pica Rafael Sauco. Le lleva el matador con suavidad. El picador lo coge perfectamente y no le castiga.
Juanin lo lleva por delante y va de nuevo al caballo. Se agarra bien el picador y se cambia el tercio
En banderillas lidia Juan Bautista Martín Soto. Parean: Agustín Serrano y Miguel Angel Garcia que es el tercero y puso un buen par. Fue perseguido y se vio obligado a tomar el olivo
Se ha cuidado el toro al máximo,
El toro parece bueno.
Brinda al público. Coloca con cuidado la montera sobre el albero
Empieza por alto. Y le da dos redondos lentísimos rematados con uno de pecho de pitón a rabo.
Con la mano diestra una serie de cuatro redondos y el de pecho. Lentos y largos.
Con la muleta en la izquierda una serie de dos naturales y el toro se quiere ir. Dos nuevos naturales largos y el de pecho nuevamente de pitón a rabo.
La muleta nuevamente a la derecha para lograr una serie de cinco redondos y el de pecho extraordinarios que hacen sonar la música.
De vuelta a la zurda, dos naturales y el toro se va. Otros dos más y le pone los pitones en el pecho.
Una magnifica serie de redondos rematados por el de pecho
Una serie a base de cuatro buenos ayudados por bajo.
En la suerte contraria, haciendo él todo. Logra una estocada que provoca una ovación.
El toro se acula en tablas. Juanin le saca la mitad del estoque pero el toro se resiste a doblar. Ahora le saca todo el estoque.
Fernando Cruz se decide a descabellar Acierta con el primer descabello Ovación del publico
Cuando el toro es arrastrado, el público le tributa una calurosa ovación que mueve al torero a dar la vuelta al ruedo.
Como Resumen podemos decir que los Cebada Gagos no han sido los toros terroríficos de otros años. Han carecido de bravura buena y además han resultado en general pobres de cabeza.
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