CORRIDA
DE CEBADA GAGO EN LA FERIA DE ARLÉS 2013.
Por
LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
El
torero francés Marco Leal (blanco y
oro con los cabos blancos) sale el primero al ruedo y se sitúa en la raya
delimitadora de la suerte de varas. Allí espera la salida de sus compañeros de
cartel que son Luis Bolívar (sangre
de toro y oro con los cabos blancos) y David Mora (malva y oro con los cabos
blancos)
Con
una temperatura de 15º y viento racheado de 22 Km./h se inicia el paseíllo para
cumplimentar al presidente Gerald Mas que es auxiliado por los asesores: Daniel
Balme y Graziella Bortolín, y posteriormente lidiar una corrida de Cebada Gago.
Una
corrida exigente que ha puesto de manifiesto las siguientes particularidades:
Luis Bolívar es un torero hecho que ha
sabido estar muy por encima de sus dos oponentes. Toros con trapío y que han
sido castigados en varas porque en Francia la afición aboga por la suerte de
varas a la que considera como fundamental. Toros que son exigentes en la suerte
de banderillas en la que no obstante han estado bien los banderilleros.
Bolívar
a su primero, un dechado de dificultades, logró arrancarle una oreja.
Su
segundo enemigo es un toro precioso. Nº 71. Trianero.
550 kilos. Sardo del 01/08. Es picado
con efectividad por Luis Miguel Leiro. Un toro muy pronto que se arranca a
Bolívar cuando se dirigía a brindar al público y ha de doblarse en unos
ayudados por bajo de rodilla flexionada que son muy aplaudido. Un toro que
gazapeó en exceso y con el que Bolívar demostró oficio, técnica y preparación
física al no faltarle aire en la brega. A pesar de intentarlo por todos los
medios- que son muchos -, a su alcance, no logró la segunda oreja para salir
por la puerta grande.
Bolivar
sabe posicionarse bien, tomar perfectamente la distancia y luego andar listo en
el remate de los pases cuando los toros saben lo que se dejan detrás.
Reportaje gráfico de lo realizado por Luis Bolívar.
David Mora que ha tenido de apechugar
con dos toros importantes por las enormes dificultades que presentaban y con
los que no obstante el madrileño estuvo muy por encima de las posibilidades que
sus enemigos le ofrecían para el lucimiento.
En
su primero sabía que en cualquier momento podía pasar al hule de la mesa de
operaciones, pero jugándosela, logró que el público francés reconociera su
valor y su técnica para lidiar este tipo de toros exigentes al máximo.
¡Angustia en cada muletazo porque el toro se va al pecho del espada!
Finalmente
el toro le echa mano y milagrosamente sale indemne de un difícil trance con el
balance final de un varetazo corrido en la parte posterior de un muslo.
Cuando
tumba al toro recibe una grandísima y merecida ovación de este público entendido,
que le obliga a salir al tercio para saludar.
David
ha demostrado que posee un enorme valor y unas excelentes facultades físicas.
A su
segundo enemigo, que se cernía por el pitón izquierdo, lo toreó excelentemente
a la verónica. Lo lleva hasta el centro del ruedo con lances por delante sin
cruzar enseñándole a embestir para rematar con una extraordinaria media verónica
que es ovacionada.
En
la suerte de varas el toro aprieta con fuerza y poder hasta estrellar contra
las tablas al caballo que monta Israel de Pedro que se ha agarrado arriba. En una
excelente vara que repite en la segunda entrada por lo que es ovacionado cuando
abandona el ruedo.
El
quite de Mora en base a tres gaoneras ajustadas que remata con una media. Ovación.
Tres
series de extraordinarios por lentos redondos que, tras cambio de muleta por la
espalda, remató con el pase de pecho sobre la izquierda doblado por el de pecho
sobre la derecha.
Dos
series más de redondos que remata con el de pecho sobre la derecha y dobla con
el de la izquierda. ¡Han sido muletazos hondos y despaciosos!
Buenas
series de naturales donde aguantó las paradas del toro rematados con el de
pecho sobre la izquierda.
Tras
adornos valientes y toreros en la suerte natural logra una estocada hasta las péndolas,
de la que el toro rueda sin puntilla. Aparecen los pañuelos en los tendidos y
presidencia concede la oreja.
Reportaje gráfico de lo realizado por David
Mora.
El
torero francés Marco Leal, es un
torero que tiene maneras y cualidades para torear otro tipo de toros menos
exigentes que los del día de hoy. Es un buen banderillero. En su cuadrilla
tiene un picador excelente Gabín Rehabi que realizó un extraordinario tercio de
varas donde el toro entró en distintas distancias por cuatro veces al caballo.
La última desde el otro extremo de las rayas delimitadoras del tercio de varas.
Un toro muy bravo, muy fiero y muy pronto. Su nombre Lagarto. Luce el número 4 y pesa 545 kilos. Su capa castaña. Un
toro que mereció el honor de la vuelta al ruedo.
En
su segundo es un toro de nombre Buscaito que
pesa 560 kilos y que está en la tipología de línea Villamaría.
Dotado
de una embestida discontinua y en la que no se emplea en el capote de Leal.
Luego, en la suerte de varas ha hecho una buena pelea pues ha apretado aunque
sin humillar, pero no ha cabeceado e incluso ha romaneado, por ello el picador Jean
Mori fue aplaudido.
Marco
Leal se ha lucido en banderillas.
Con
la muleta bastante ha hecho con estar dignamente delante de un toro que siempre
repuso por saber lo que se dejaba atrás. Estuvo valiente, aunque no artista,
pues las zapatillas permanecieron más tiempo en movimiento que en quietud ante
un toro que requería más oficio del que actualmente tiene el torero francés. Mal
con el estoque de matar y con el descabello.
Reportaje gráfico de lo realizado por Marco
leal en este toro.
Otras fotos de la corrida.
La
corrida de Cebada Gago es una corrida torista que interesa a este público
torista de Arlés.
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