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lunes, 7 de febrero de 2011

LA MUERTA FERIA DEL TORO SEVILLANA.

LA MUERTA FERIA MUNDIAL DEL TORO SEVILLANA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Los políticos “sin prisa pero sin pausa” continúan cercenando la Fiesta más nacional.
Sevilla ha sido la capital elegida. Primero tratando de acondicionar la Real Maestranza de Caballería disminuyendo de manera ostensible su aforo, y ahora, no prestando ayuda económica a la Feria Mundial del Toro.
Y los taurinos…¿Qué han hecho al respecto? En principio aducir, en espera de encontrar patrocinadores, que sería bienal, para luego…dejarla morir sin darse cuenta que cómo dice la canción:
//Algo se muere en el alma//
//cuando un amigo se va//
Y es que el amigo, en este caso, es una parte consustancial con su “modus vivendi”.
¡Unos y otros se han equivocado! Los políticos porque han terminado con la afluencia a su capital de esos aficionados que, a través de peñas taurinas y excursiones organizadas, llenaban autocares, y volvían de la Feria del Toro, tras dejar sus euros en Sevilla, hablando maravillas de lo visto. Y los taurinos, ganaderos sobre todos, porque han dejado de promocionar su producto que no solo les proporciona dividendos en la venta de sus corridas, sino que además explotan en visitas dirigidas con comida incluida en los colmados en que, desde hace tiempo, han convertido la, hasta ese momento, secretísima y silente cría del toro bravo.
También los empresarios, matadores y resto del cortejo taurino, se verán perjudicados en estos momentos en que la Fiesta está en crisis de asistencia del público a las plazas, porque los aficionados de verdad han perdido desde hace tiempo sus ilusiones, y el público está cada vez más influenciado por ese acoso y derribo a que los antitaurinos están sometiendo a nuestra incomparable Fiesta.
Felipe Luis Maestro finalmente ha tenido que arrojar la toalla, en primer lugar por no haber conseguido reunirse con “la gente del mundo del toro”, llevándole a dudar si la Feria Mundial del Toro, les era necesaria. Y en segundo lugar, porque las empresas que llevan por emblema al toro bravo, le han cerrado la espita de la ayuda económica al igual que las Diputaciones de Jaén, Cádiz, Huelva y Sevilla donde se ubica el toro bravo andaluz.
Lo mismo hizo Carlos Núñez Dujat des Allimes, Presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, quien instó a asociaciones taurinas de diversa índole que asistieran a la última Feria del Toro del año 2009, pero que para la edición de de este año no encontró patrocinadores porque las grandes empresas “tienen miedo al sector antitaurino”, aparte de que económicamente era un rémora para el ganadero de bravo al no tratarse de una feria comercial y por tanto carente de transacciones.
He leído a algún informador taurino de prestigio y credibilidad, que los ganaderos en vez de patrocinar la Feria del Toro, se dedicaban a beber más de la cuenta en sus estands, junto a los empresarios que acudieron a aprovecharse de sus instalaciones, bebidas y jarana, al tiempo que promocionaban los carteles de las ferias taurinas que regían.
Los toreros que en definitiva son los que levantan pasiones también fuera de las plazas, ni aparecieron en principio, para luego, tras ser requeridos, hacerlo, a “cuenta gotas” y siempre aislados del pueblo que gusta de fotografiarse con ellos y hablarles, para luego presumir ante sus amigos de su amistad.
Total que por 300.000 euros murió otro evento taurino y sin duda alguna su óbito repercutirá en el devenir de la Fiesta futura que está perdiendo fuerza, cual anciano decrépito, a marchas forzadas debido entre otras muchas causas a la crisis negada en principio y que ahora es realidad.
¡No hay un duro por ningún lado! Y la falta de euros se nota y se notará por algunos años. 

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