torostarifa.blogspot.com

miércoles, 26 de mayo de 2010

LA CORRIDA ANUNCIADA COMO DE DIFERENTES GANADERIAS.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

En esta corrida, de haber tenido los espadas sus aceros mejor templados, las cosas hubieran rodado de distinta manera. Como también lo hubieran hecho si los veedores encargados de elegir los toros para quien les paga hubieran tenido mejor vista. ¡Que Santa Lucía les conserve la vista!

Dos espadas muy seguros en la suerte suprema como “El Juli” y Perera, y un novel “Cayetano” que no lo suele hacer mal.
No voy a narrar todas las faenas por que les resultaría demasiado oneroso seguirlas. Por ello he elegido tres toros al azar, lidiados cada uno de ellos por un espada de la terna actuante.

El segundo es un castaño de Núñez del Cuvillo que tiene un peso de 531 kilos y que entra con la cara por las nubes enseñando los pitones y que ha doblado las manos en diferentes ocasiones.
Con lidia equivocada, desde mi punto de vista, pues todos los lidiadores están vaciando sus capotazos por alto con lo que se acentúa el defecto de embestida del toro.
Cuando acude al caballo de picar se agarra arriba Francisco Doblado. El toro aprieta con la cara arriba para finalmente salir suelto.
Perera lo lleva nuevamente al jaco, dejándole en la raya de fuera. Se arranca, Doblado se agarra trasero y sin rectificar levanta el palo.
En banderillas con lidia de Juan Sierra, parean Joselito Gutiérrez que clava un buen par aguantando el derrote arriba del toro. Guillermo Barbero cumple y cierra Joselito con otro buen par arriba.
Como consecuencia de la escasez de fuerzas el toro entra muy rebrincado y esto dificulta la labor muleteril del extremeño máxime cuando pierde las manos en demasiadas ocasiones.
Una buena serie de cuatro redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Naturales sueltos en los que ha de trabajar para hacer que el toro embista.
En la suerte contraria entre las dos rayas logra algo más de media estocada en el sitio. El toro se va a las tablas para tras capoteo de los subalternos, doblar.

Cayetano” con terno verde botella y oro recibe a su primero de 549 kilos un colorado chorreado de Domingo Hernández grande y largo.

“Cayetano” al segundo capotazo de saludo, se estira por verónicas donde ha demostrado un excelente juego de brazos y no puede rematar la serie con la media porque el toro se va a terrenos de nadie.
Se arranca atravesado al caballo de picar por lo que el piquero marra en varias ocasiones hasta que finalmente, haciendo la suerte de la aceituna, se agarra arriba. Un toro que aprieta y levanta al caballo varias veces. Finalmente sale suelto.
“Cayetano” lo lleva por segunda vez al montado y como el astado entra andando, facilita que el piquero se agarre arriba.
En banderillas con lidia de Joselito Rus parean Antonio Carretero que clava un buen par. Fernando Pérez las deja arriba y cierra tercio Carretero con precisión.
¡Muy torero! arrastrando la muleta portada sobre la mano derecha, se va a por el toro que se arranca con velocidad desde muy lejos y “Cayetano” lo aguanta en unos estatuarios muy ajustados que remata con trincherazos sobre ambos pitones, y un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Una buena tanda de redondos en los que el toro se ha ido fuera en los muletazos. ¡No es que el diestro haya querido torear despegado!
Un toro que carece de afectividad, que escarba en demasía y puntea en el remate de los muletazos, lo que desconcierta a su matador y ¡a cualquiera que estuviera delante!
Unos buenos naturales que comienza ayudándose del estoque simulado, por causa del molesto viento reinante, para rematar con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Un toro cambiante en sus embestidas dentro de la misma tanda, capaces de desconcertar a cualquier torero.
“Cayetano” que insiste tratando de justificarse ante el público de Madrid para finalmente, al ver imposible la realización de su sueño, ir a por el estoque de matar.
En la suerte contraria pinchazo arriba sin soltar. Otro pinchazo en la suerte natural. Al final una estocada contraria que hace guardia sobre el costado izquierdo del toro. Con el descabello lo toca en el primer golpe y permite que lo finiquite el puntillero.
Quiero hacer constar que en todas sus entradas “Cayetano” lo hizo por derecho.

Un negro de 530 kilos perteneciente al hierro de Victoriano del Río es el segundo de “El Juli”.
El madrileño se estira en una serie de tres buenas verónicas a las que sigue toreando por delante enseñándole a embestir.
El toro se va con mucha velocidad y fuerza al caballo de Diego Ortíz levantándole en vilo sobre el pitón izquierdo.
“El Juli” lo lleva a la segunda entrada y Diego se agarra delantero. Álvaro Montes lo casa de inmediato.
“El Juli” solicita el cambio de tercio que el presidente no concede, con el correspondiente cabreo del matador que ha de llevarlo, en contra de su voluntad, de nuevo a la suerte de varas, la cual no puede realizarse con un simple picotazo sino que el toro aprieta al peto y se quebranta en demasía.
Comienza su faena con unos redondos que, tras cambio de mano por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la izquierda.
Con la muleta en la mano izquierda logra una serie de naturales sueltos que son rematados con el pase de pecho sobre la izquierda a un toro muy soso que carece de afectividad y transmisión.
“El Juli” conocedor de la afición de Las Ventas, ver que la faena no remonta, se va a por el estoque de matar.
Y el seguro matador de tantas y tantas tardes, ha de entrar por tres veces a matar hasta conseguir una casi entera en el sitio, suficiente para permitir el descabello con acierto al segundo intento.
Y más o menos esta fue la tónica de la corrida de toros de diferentes ganaderías que tanta expectación había despertado, pues salvo la gran faena que “El Juli” desarrolló en su primero un toro con picante por su encaste, que el público de Madrid ¡El entendidísimo público torista de Madrid! No entendió.


El resto...pues aburrimiento que conllevó a que algunos demostraran su falta de educación con “Cayetano” quien enojado, en un gesto de vergüenza torera, se fue en busca de su segundo toro y le administró los mejores muletazos estéticos de la tarde.
Al final vamos a tener que ir a la Memoria Histórica para recordar a “Guerrita” cuando dijo:
¡En Madrid que atoree San Isidro!
Lo siento mucho por algunos aficionados como mi hermano Gerardo que no acierta en la elección de los carteles y ayer estuvo en Las Ventas.

No hay comentarios: