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miércoles, 6 de mayo de 2009

LA ANUNCIADA COMO CORRIDA DE DANIEL RUIZ EN SEVILLA 2009.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Lleno hasta la bandera en el día de hoy. Preside la mujer, Anabel Moreno Muela a quien asesora en materia artística Finito de Triana, que es quien verdaderamente “parte el bacalao”. Una corrida recompuesta: con cuatro toros de Daniel Ruiz y dos de Gavira.
La terna formada por: Francisco Rivera Ordóñez (azul pavo y oro), Julián López El Juli (Olimpo y oro) y José María Manzanares (nazareno y oro).

El primer toro que pisa el ruedo es de Gavira pesa 519 kilos, su número es el 96, se llama Visitador y es negro bragado. Un toro muy montado. ¡Un señor toro! Hay un viento molesto en la plaza.
El primer capotazo de saludo de Francisco Rivera Ordóñez lo hace doblándose sobre el pitón izquierdo del toro, no logrando recogerlo puesto que se va largo. Siguen buenos lances de Rivera que ha rematado con una media verónica sobre el pitón derecho de perfecta ejecución.
El diestro con pases por delante sin cruzar y con un recorte, pretende dejar al toro ante el caballo de picar pero el cornúpeta se va al centro del ruedo. Allí va Rivera a por él y tras traerlo lo deja a un metro de la raya de fuera delimitadora del tercio y arrancándose con fuerza al picador Diego Peña, lo derriba porque no se ha agarrado donde debía.

Nuevamente lo lleva su matador y con una revolera lo deja en el mismo sitio anterior. Tras entrara al caballo el picador se agarra ligeramente trasero y lo pega fuerte.
Tras sacarlo el banderillero Manuel Peña se cambia el tercio.
Rivera Ordóñez va a poner banderillas. Brinda el primer par, vestido con los papelillos de los colores de la bandera nacional, al público de Sevilla y tras entrar, clava solamente una. En la segunda entrada coloca un par ligeramente caído aunque con una buena ejecución. En la tercera entrada logra un par bastante decente que es aplaudido. Tras pedir permiso para colocar un cuarto par, por dentro clava un buen par. ¡Rivera, todo voluntariedad!
Buchito de agua en un vaso de cristal normal y corriente, bajo la atenta mirada de la duquesa de Alba.
Comienza doblándose por bajo sobre el pitón izquierdo. Sigue sobre el derecho. Otro muy bueno sobre el izquierdo. Extraordinario sobre el derecho donde impera el temple y la torería. Remata con un pase de pecho sobre la mano derecha y una trincherilla con la mano izquierda sobre el pitón izquierdo. ¡Temple, gusto y maestría en Rivera! Abrocha la serie con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Distancia al toro. Monta la muleta, no sin ciertas dificultades por el viento, en la mano derecha, mientras está tratando de buscar el lugar idóneo para que la molestia sea mínima. Con tranquilidad se va acercando al toro Dos redondos en el último de los cuales el toro le ha punteado la muleta en el remate. Dos muy buenos y tras un tercero, cambio de muleta por la espalda y un pase de pecho de los denominados de pitón a rabo.
Un pase de pecho sobre la mano derecha para quedar colocado en su intento de torero por redondos. Dos redondos muy buenos. El toro se para. Rivera toma sitio y administra dos redondos que abrocha con el doble pase de pecho comenzando sobre la mano derecha y un desplante muy torero a escasos centímetros de los cuernos del toro.
En el toreo al natural, el toro le engancha la muleta en el remate del segundo pase, debido a que el toro por ese pitón tiene menos recorrido y más dificultades. Motivo por lo que Francisco vuelve a tomar la muleta en la derecha para lograr un circular completo, templadísimo, que remata con una trinchera.
Todo lo realizado con una pulcritud y elegancia exquisita.
Tres redondos ligados que remata con el doble pase de pecho y un desplante muy torero en la misma cara del toro. Ovación.
El viento no le deja asentar la muleta. Muy cerrado en tablas logra dos pases de pecho.
Trata de buscar la igualada y en la suerte contraria logra casi media estocada caída que uno de los subalternos saca de inmediato.
En la nueva entrada al salir del embroque sufre una cogida dramática de la que afortunadamente sale ileso y que voy a reproducir en su secuencia, para que vean el milagro que tuvo lugar en la Maestranza este día.

El segundo de la tarde pertenece a la vacada de Daniel Ruiz. Es el número 46 Enemigo de nombre. Bastante menos toro que el anterior.
El Juli, al cuarto capotazo, se estira en una verónica. El toro pierde las manos. Juli veroniquea por ambos pitones denotando el toro mejor condición por el pitón derecho. Remata con una media verónica sobre el pitón derecho.

Cuando el toro entra al picador Salvador Núñez, se parte la vara.
El Juli lo lleva nuevamente al caballo dejándole entre las dos rayas para que al consumar la suerte el picador se agarre ligeramente trasero levantando la vara a instancias del matador.
El Juli quita con una serie de tres verónicas, la última muy ajustada, que remata con una revolera para seguidamente llevar nuevamente el toro al caballo y el piquero, tras mover muy bien el caballo, se agarra perfectamente arriba para levantar de inmediato el palo y recibir los aplausos de la concurrencia.

Con lidia de “El Niño de Leganés” parean, Álvaro Montes que pasa en falso en el primer encuentro para en la segunda entrada colocar un buen par. Emilio Fernández hijo, las deja arriba y cierra Montes quien se va a por el toro y coloca un excelente par arriba.
Juli brinda al público.
Comienza su faena doblándose por ambos pitones en una serie de cuatro pases que finaliza con un pase de pecho y una trinchera sobre el pitón derecho.

Cuatro redondos templados, ligados y bien rematados que abrocha con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Siguen cuatro nuevos redondos de mano tan baja que obliga a que el toro meta los pitones en la arena y remata con el doble pase de pecho y un desplante muy torero. Suena la música.

Muleta en la zurda. El viento molesta. Naturales de mano muy baja. El toro se para. Tras colocarse, logra dos ligados. Nueva parada del toro. Toma de distancia para lograr dos ligados, dos más sueltos y remate con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Muleta en la derecha para lograr una serie de cuatro redondos que han resultado todos, enganchados en el remate.
¡Una buena faena de El Juli!

Dos trincherazos para dejar al toro en suerte. En la suerte natural estoconazo contrario haciéndolo todo el matador. El toro dobla. Se pide la oreja y la presidenta la concede.



El tercero de la tarde es un toraco de Gavira con unos leños impresionantes. Porta el número 92, Salteador es su nombre y su peso, 530 kilos. Negro de capa.
De salida realiza, por su cuenta, dos vueltas al ruedo.
Tras contactar con el capote de Manzanares no hay acoplamiento entre toro y torero. Su matador está a punto de ser desarmado por dos veces. Se trata de un toro correcaminos que anda a su aire por el ruedo.
Juan José Trujillo lo recoge y dejándole en el capote de Manzanares. Éste lo lleva al caballo que monta “Chocolate” dejándole en la raya de fuera .Tras arrancarse al piquero, pierde las manos y el picador tapándole la salida, lo pega fuerte. De salida pierde las manos ante los gestos de decepción de Manzanares.
Dos lances muy suaves del matador para dejarlo nuevamente en suerte. El picador que mueve muy bien el caballo y se agarra perfectamente arriba mientras el toro pierde nuevamente las manos. Al levantar la vara recibe una ovación. Trujillo lo saca y se cambia el tercio.
Banderillean, Curro Javier que coloca un buen par. Luis Blázquez las deja arriba y cierra Curro Javier con un excelente par que propicia su desmonterado.
Tras mojar la muleta, Manzanares comienza con un doblón sobre el pitón derecho para seguidamente estirarse en un redondo por el pitón derecho de cuya salida el toro se va muy largo.
Cuando trata de sacarlo de las dos rayas con un pase de tirón, el toro pierde las manos.
Manzanares con la muleta en la mano derecha administra pases sueltos. Pierde dos pasos para lograr dos más. Ahora pierde tres pasos quedando fuera de cacho.
Un redondo. Intenta otro que el toro no quiere tomar. Liga dos seguidos y remata con el pase de pecho sobre la mano derecha recibiendo un pitonazo al revolverse el astado con rapidez.
No hay acoplamiento y la faena no remonta. El toro se raja y Manzanares se va por el estoque de matar.
En la suerte natural logra estocada entera arriba. El toro que momentáneamente se había quedado amorcillado, de golpe dobla inmediatamente como por arte de magia. Aplaudido Manzanares.

El cuarto de la tarde con 512 kilos se llama Mamarracho. Pertenece a Daniel Ruiz. Es el número 22 y su capa es negra.
Es un toro de estampa muy fina. Derrota en el burladero arrancando el estribo. Vuelve a derrotar, al ser llamado, sobre el otro burladero.

Rivera lo recibe estirándose por verónicas en las cuales le engancha el capote. Ahora le administra unas verónicas de mano baja muy buenas a un toro que humilla. Tras seis verónicas empieza a torearlo por la cara enseñándole a embestir. Es un toro tardo en la embestida pero cuando tiene afectividad lo hace con violencia.
Pica Pedro Geñiz y a su caballo lo lleva Francisco con lances por delante templados. Cuando se arranca, desde las dos rayas, el piquero se agarra arriba mientras el toro pierde las manos. Le tapa la salida y lo pega fuerte.
Francisco Rivera a pesar de la paliza que sufrió en su primero está haciendo las cosas muy bien. Deja nuevamente al toro en jurisdicción. El caballo ha de ir a por el toro y cuando el toro se arranca el picador se agarra arriba para levantar la vara inmediatamente. Ovación merecida.
En banderillas con la lidia de Miguel Calvo, Manuel Peña deja un par arriba. Juan García deja un buen par para cerrar Peña con un pase en falso. Nuevamente trata de entrar al relance pero el toro le corta el viaje y ha de tomar el olivo. Cambio de tercio.
Rivera con medio traje de esparadrapo comienza doblándose por ambos pitones. El toro pierde las manos y desluce los lances. Lo vacía por arriba pero también pierde las manos.

Con la muleta sobre la mano derecha lo torea por redondos a media altura para que el toro no pierda la estabilidad. Así la faena resulta anodina a pesar de que Francisco lo está haciendo con gusto y temple. Son derechazos muy ligados y templados.
Los remata con el de pecho y desplantes toreros. Recibe aplausos.
Una faena rigurosamente exquisita que no ha tenido eco alguno en la Maestranza.

Cuatro excelentes naturales dados de uno en uno, bien rematados y bien templados que han sido abrochados con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Sigue por naturales administrados de uno en uno. En uno de ellos resulta acosado porque el toro se cierne y remata con un trincherazo sobre el pitón izquierdo y otro sobre el pitón derecho.
Muleta en la derecha. El toro que escarba. Muy valiente Rivera aguanta todo a un toro con cierta bondad pero no carente de peligro. Dos redondos que remata con un doble pase de pecho y un adorno dejando el estoque encima del testuz.

Alarga la faena excesivamente cuando no hay posibilidad de remonte por carecer de emoción.
Finalmente toma el estoque de matar y en la suerte natural logra media estocada. Acierta al segundo intento de verduguillo y recibe palmas.

Sale el quinto de la tarde número 55, Morisqueto de nombre, con 569 kilos. Negro. Muy feo de cara y de cornamenta.
El Juli tras los dos primeros lances de saludo se estira en dos verónicas por ambos pitones y a la tercera el toro se le ciñe y se acabó lo que se daba.
Pica Diego Ortiz. El Juli deja al toro en la raya de fuera. Se arranca y el picador se agarra delantero y caído.
El diestro de Madrid con un capotazo lo pone nuevamente en suerte. El piquero se agarra arriba y el toro en el momento de sentir el hierro sale suelto y no quiere caballo.
Con este simulacro de suerte de varas se cambia el tercio.
Con lidia de Curro Montes parean, “El Niño de Leganés” quien deja un par arriba. Emilio Fernández coloca un excelente par siendo aplaudido y cierra el “Niño de Leganés” con los dos arriba.
Juli comienza su faena doblándose por ambos pitones. Al tercer pase por bajo, el toro clava los pitones en la arena.
El matador da mucha distancia para volver al toro con la muleta en la mano derecha. Lo cita de largo lo aguanta y le administra un buen redondo.

Nueva distancia. El toro que acude gazapeando pero al Juli no le importa. Se estira y liga unos redondos que remata, tras cambio de muleta por la espalda, con el de pecho.
Muleta en la derecha. Lo desarma en el primer encuentro. Cuatro buenos redondos ligados, a un toro que puntea, rematados con el de pecho sobre la izquierda.

Dos naturales ligados en medio del gazapeo del toro. Como el toro no para El Juli tampoco puede pararse. Cuando se paran ambos contendientes, el torero adelantando la muleta, logra un buen natural. Otro ayudándose con el estoque simulado a un toro que sigue gazapeando. El toro que va a por el torero y defendiéndose El Juli lo remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta en la derecha intenta redondos que son enganchados en el remate por lo que decide aliñar y tras coger el estoque de matar se decide a pasaportarlo.

Dos pinchazos arriba sin soltar y a la tercera una estocada en el sitio hasta los gavilanes. Acierta al tercer descabello.

El sexto 545 kilos. Luce el número 71 y se llama Pañero. Es un negro listón perteneciente al hierro de Daniel Ruiz.
Manzanares
se ha limitado a torearlo por la cara enseñándole a embestir más que buscando el lucimiento.
Al final el toro se va en busca de los picadores por su cuenta y riesgo, menos mal que se ha vuelto. ¡Son los inconvenientes de no haber fijado y toreado al toro!
Retenido en el centro del ruedo mientras los piqueros se colocan en sus lugares, se hace cargo de él el subalterno encargado de lidiar.
Manzanares sigue enseñando al toro a embestir pensando en la faena de muleta. Lo deja fuera de las dos rayas para que el picador José Antonio Barroso, se vaya hacia él y tras arrancarse el toro, le propine un puyazo sensacional.
Manzanares que no quiere estirarse lo deja nuevamente en la jurisdicción del picador. Tras arrancarse, el picador se agarra arriba y el toro sale suelto yéndose a los terrenos de nadie desdeñando cuantos capotes encuentra en su camino de huída.
En banderillas parean “Lili” y Trujillo. Trujillo se desmontera.
Manzanares comienza doblándose con pierna flexionada logrando una serie de redondos por bajo que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Dos redondos de mano baja y ligados pero luego el toro se va por él y Manzanares deshace el entendimiento.
Cinco redondos ligados que ha rematado con el pase de pecho sobre la mano derecha. Gran ovación.
Cuatro redondos más que remata con el de pecho sobre la mano derecha.
Levanta al público porque baja la mano y el toro es repetitivo y transmite. Suena la música. Dos redondos más. El toro se le ciñe. Insiste sobre la mano derecha. Tres redondos más que remata con el de pecho sobre la derecha.
Muleta en la izquierda. Un natural suelto, le pierde dos pasos. Otro más. El toro extraordinario por este pitón. Uno más que resulta enganchado. Otro más, bueno. Uno más y remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Serie interrumpidas pero de cinco y seis naturales buenos que siempre han sido rematados con el pase pecho sobre la mano derecha.
Muleta en la derecha. Dos redondos ligados. Después, como ha perdido más pasos de los requeridos, no ha ligado. Remata con una trinchera sobre el pitón izquierdo.
Tres redondos ligados y muy bien rematados con el pase de pecho sobre la mano derecha y dobla con el de la izquierda.
En la suerte contraria una estocada hasta la bola. El toro que rueda sin puntilla y afloran los pañuelos pidiendo las dos orejas que la presidenta concede.
Es mi opinión que no todos los diestros son medidos con el mismo rasero a la hora de la concesión de trofeos pero… Sevilla, es Sevilla y había que premiar a los considerados base de carteles.

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