ULTIMA CORRIDA DE LA FERIA COLOMBINA EN HUELVA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Con unos 5.000 espectadores se celebró en el coso de La Merced la corrida que cerraba el ciclo taurino 2008 en Huelva.
Para estoquear reses de Martelilla, ganadería formada en el año 1996 con reses procedentes del Marqués de Domecq que a su vez proceden de un cruce entre reses del Conde de la Corte y otras de Tamarón, hicieron el paseíllo los diestros:
Manuel Díaz “El Cordobés” (azul espuma de mar y oro).
Francisco Rivera Ordóñez (verde marino y oro)
David Fandila "El Fandi" (verde mar y oro).
Los espadas lucían unos capotes de paseo preciosos entre los que destacaba el que portaba "El Cordobés" regalo de su esposa Virginia con motivo de su cuarenta cumpleaños.
El primer toro de la tarde responde por Italiano, marcado con el nº 95 y con un peso de 508 kilos.
Sale suelto de los capotazos de recibo que le administra Manuel Díaz.
Demuestra cierta nobleza pero poca afectividad, por lo que el diestro de Arganda no puede demostrar sus aptitudes con el capote.
Llevado por el propio matador al caballo que monta Juan Francisco Peña, éste se agarra muy caído, rectificando cuando el toro lo permite ya que se emplea en el caballo, por lo que es cambiado el tercio con una sola, aunque larga, vara.
En banderillas con la lidia de Alventus, parean Raúl Caricol que pone un gran par entrando por el pitón izquierdo al igual que su compañero Óscar Reyes que lo hace por el derecho. Cierra Caricol con un excelente par.
Tras brindar al público, "El Cordobés" comienza con cuatro ayudados por alto que abrocha con el pase de pecho.
El toro se aquerencia en terrenos de dentro de las dos rayas y Manuel lo saca de ese terreno hacia los medios con pases por la cara sin cruzar y rematando con un molinete.
Con la muleta en la mano derecha instrumenta una serie de cuatro redondos a pies juntos y a media altura que abrocha con el pase de pecho.
Manuel Díaz “El Cordobés” (azul espuma de mar y oro).
Francisco Rivera Ordóñez (verde marino y oro)
David Fandila "El Fandi" (verde mar y oro).
Los espadas lucían unos capotes de paseo preciosos entre los que destacaba el que portaba "El Cordobés" regalo de su esposa Virginia con motivo de su cuarenta cumpleaños.
El primer toro de la tarde responde por Italiano, marcado con el nº 95 y con un peso de 508 kilos.
Sale suelto de los capotazos de recibo que le administra Manuel Díaz.
Demuestra cierta nobleza pero poca afectividad, por lo que el diestro de Arganda no puede demostrar sus aptitudes con el capote.
Llevado por el propio matador al caballo que monta Juan Francisco Peña, éste se agarra muy caído, rectificando cuando el toro lo permite ya que se emplea en el caballo, por lo que es cambiado el tercio con una sola, aunque larga, vara.
En banderillas con la lidia de Alventus, parean Raúl Caricol que pone un gran par entrando por el pitón izquierdo al igual que su compañero Óscar Reyes que lo hace por el derecho. Cierra Caricol con un excelente par.
Tras brindar al público, "El Cordobés" comienza con cuatro ayudados por alto que abrocha con el pase de pecho.
El toro se aquerencia en terrenos de dentro de las dos rayas y Manuel lo saca de ese terreno hacia los medios con pases por la cara sin cruzar y rematando con un molinete.
Con la muleta en la mano derecha instrumenta una serie de cuatro redondos a pies juntos y a media altura que abrocha con el pase de pecho.
Como el toro está muy parado lo deja reposar para seguidamente instrumentarle un molinete que sigue con cuatro redondos rematados con el doble de pecho.
Nuevo reposo al astado para seguir con redondos en serie de cinco que remata con el de pecho. Se distancia del toro para acercarse con la muleta en la mano izquierda e instrumentar tres naturales que el toro toma con dificultad y remata con una trinchera por lo que "El Cordobés" decide continuar tras un molinete con la mano diestra en una serie de tres redondos ejecutados en la cercanía que remata con un desplante tocando el pitón derecho del toro en medio de los aplausos del respetable.
Tras tomar el estoque de herir entra muy derecho atracándose de toro y resultando rebrincado. Tras doblar el toro se pide mayoritariamente la oreja que el Presidente concede y con ella el torero, con la gracia y simpatía que le caracteriza da la vuelta al ruedo.
Su segundo enemigo se llama Jordano, colorado de capa, marcado con el nº 102 y con una romana de 505 kilos.
"El Cordobés" lo saluda con ocho verónicas de buena factura que remata con una media.
Nuevo reposo al astado para seguir con redondos en serie de cinco que remata con el de pecho. Se distancia del toro para acercarse con la muleta en la mano izquierda e instrumentar tres naturales que el toro toma con dificultad y remata con una trinchera por lo que "El Cordobés" decide continuar tras un molinete con la mano diestra en una serie de tres redondos ejecutados en la cercanía que remata con un desplante tocando el pitón derecho del toro en medio de los aplausos del respetable.
Tras tomar el estoque de herir entra muy derecho atracándose de toro y resultando rebrincado. Tras doblar el toro se pide mayoritariamente la oreja que el Presidente concede y con ella el torero, con la gracia y simpatía que le caracteriza da la vuelta al ruedo.
Su segundo enemigo se llama Jordano, colorado de capa, marcado con el nº 102 y con una romana de 505 kilos.
"El Cordobés" lo saluda con ocho verónicas de buena factura que remata con una media.
Con elegancia lo lleva al picador que es Manuel Sánchez Montes quien se agarra arriba en las dos entradas que el toro realiza antes de ser cambiado el tercio a instancias de El Cordobés.
Las banderillas fueron un desastre en sus dos primeras entradas, debido a que el toro cortaba los terrenos. Solamente mereció la pena el tercer par de Alventus.
El toro está afecto del llamado mal de la "bravura disociada", por lo que arrebata la muleta a "El Cordobés" en el primer muletazo. Va a la caza del torero y presenta serias dificultades de lidia.
Manuel comienza la faena con dos pases por alto por ambos pitones. El toro puntea la muleta. "El Cordobés" le da distancia y con la muleta en la mano derecha le instrumenta, aunque con ciertas precauciones, seis redondos en las cercanías que remata con el de pecho.
Sigue con la muleta en la mano derecha para robarle tres redondos. El toro se para y no quiere arrancarse. Manuel cuando trata de darle un martinete casi se lo lleva por delante.
Las banderillas fueron un desastre en sus dos primeras entradas, debido a que el toro cortaba los terrenos. Solamente mereció la pena el tercer par de Alventus.
El toro está afecto del llamado mal de la "bravura disociada", por lo que arrebata la muleta a "El Cordobés" en el primer muletazo. Va a la caza del torero y presenta serias dificultades de lidia.
Manuel comienza la faena con dos pases por alto por ambos pitones. El toro puntea la muleta. "El Cordobés" le da distancia y con la muleta en la mano derecha le instrumenta, aunque con ciertas precauciones, seis redondos en las cercanías que remata con el de pecho.
Sigue con la muleta en la mano derecha para robarle tres redondos. El toro se para y no quiere arrancarse. Manuel cuando trata de darle un martinete casi se lo lleva por delante.
La muleta en la izquierda y en medio de un peligro que, la co ncurrencia aprecia, le roba tres naturales. El toro se para. Le roba dos más que abrocha con el de pecho en medio de una ovación. Dos series de cuatro redondos que remata con los correspondientes pases de pecho.
Vuelve a la zurda en busca de la puerta grande que tiene entreabierta, para lograr dos series de cuatro naturales cada una que remata con el de pecho.
Vuelve a la zurda en busca de la puerta grande que tiene entreabierta, para lograr dos series de cuatro naturales cada una que remata con el de pecho.
Pide permiso al público de la sombra para realizar dos "saltos de la rana" que son muy aplaudidos antes de entrar a matar en la suerte contraria y lograr una gran estocada que tumba al toro sin puntilla.
Se pide la oreja mayoritariamente que naturalmente el presidente concede.
El segundo de la tarde lleva por nombre Humito está marcado con el nº 58 y pesa 525 kilos. Corresponde su lidia a Francisco Rivera Ordóñez. De salida tampoco se fija y su comportamiento es similar al de su hermano lidiado en primer lugar.
El toro es picado por Pedro Genil quien se agarra arriba en la primera entrada administrándole un buen puyazo. En las dos entradas siguientes recibe dos picotazos al salir suelto nada más sentir el hierro. La embestida de este toro es a base de arreones.
En banderillas con la lidia de Joselito Gutiérrez, parean Manuel Peña que deja un buen par en la primera entrada al igual que el tercero de la cuadrilla que es Juan García. Cierra Peña con un solo palo arriba a causa de que el toro le aprieta en el embroque.
La faena a un toro muy distraído la comienza Rivera con unos doblones por ambos pitones en serie de cuatro que remata con una trinchera muy buena por el pitón izquierdo.
Con la muleta en la mano derecha torea por redondos dados de uno en uno hasta lograr hacerse con la distraída embestida de su oponente.
Se pide la oreja mayoritariamente que naturalmente el presidente concede.
El segundo de la tarde lleva por nombre Humito está marcado con el nº 58 y pesa 525 kilos. Corresponde su lidia a Francisco Rivera Ordóñez. De salida tampoco se fija y su comportamiento es similar al de su hermano lidiado en primer lugar.
El toro es picado por Pedro Genil quien se agarra arriba en la primera entrada administrándole un buen puyazo. En las dos entradas siguientes recibe dos picotazos al salir suelto nada más sentir el hierro. La embestida de este toro es a base de arreones.
En banderillas con la lidia de Joselito Gutiérrez, parean Manuel Peña que deja un buen par en la primera entrada al igual que el tercero de la cuadrilla que es Juan García. Cierra Peña con un solo palo arriba a causa de que el toro le aprieta en el embroque.
La faena a un toro muy distraído la comienza Rivera con unos doblones por ambos pitones en serie de cuatro que remata con una trinchera muy buena por el pitón izquierdo.
Con la muleta en la mano derecha torea por redondos dados de uno en uno hasta lograr hacerse con la distraída embestida de su oponente.
Continúa con una nueva serie de tres redondos que abrocha con el de pecho con la mano derecha.
Nueva serie de cinco redondos que remata, tras cambio de la muleta por la espalda, con un pase de pecho en medio de los sones del pasodoble Paco Ojeda interpretado por la Banda de Música Nuestra Madre de la Consolación.
Nueva serie de cinco redondos que remata, tras cambio de la muleta por la espalda, con un pase de pecho en medio de los sones del pasodoble Paco Ojeda interpretado por la Banda de Música Nuestra Madre de la Consolación.
Prueba con la mano zurda para instrumentar tres naturales.
Nuevamente, en el epílogo de la faena, la muleta en la diestra para lograr tres redondos a pies juntos que remata con el de pecho.
En la suerte natural y entrando desde muy largo pincha arriba. En la segunda entrada logra una buena estocada que hace doblar al toro y el diestro recibe una ovación.
Su segundo que corresponde al quinto de la corrida se llama Linier está marcado con el nº 59 y tiene un peso de 540 kilos. Se trata de un toro acochinado que de salida cuando va camino de un capote que sale de un burladero pierde las manos y se pega un batacazo del que queda ligeramente conmocionado.
Se recupera si bien queda tocado de una descoordinación que le dura prácticamente durante toda la lidia.
El Presidente ateniéndose al Reglamento aguanta el toro en el ruedo.
El toro demuestra su bravura arrancándose de lejos al caballo que monta Diego Peña y dando un topetazo de consideración.
El público pide a Francisco Rivera que banderillee y ayudado en la lidia por Manolo Peña coloca tres pares, más que aseados, tratando de imitar a "El Fandi" incluso en el par al violín y posterior parada del toro que consigue ante los aplausos del público.
La faena la comienza el matador con un pase contrario a media altura tratando de aliviar al toro. Otro más por el lado contrario para seguidamente con pases por la cara sin cruzar sacarlo a los medios donde logra una tanda de cuatro redondos de buena factura que abrocha con el de pecho. Repite serie que tras vaciar el último muletazo por arriba, remata con el pase de pecho.
El Presidente ateniéndose al Reglamento aguanta el toro en el ruedo.
El toro demuestra su bravura arrancándose de lejos al caballo que monta Diego Peña y dando un topetazo de consideración.
El público pide a Francisco Rivera que banderillee y ayudado en la lidia por Manolo Peña coloca tres pares, más que aseados, tratando de imitar a "El Fandi" incluso en el par al violín y posterior parada del toro que consigue ante los aplausos del público.
La faena la comienza el matador con un pase contrario a media altura tratando de aliviar al toro. Otro más por el lado contrario para seguidamente con pases por la cara sin cruzar sacarlo a los medios donde logra una tanda de cuatro redondos de buena factura que abrocha con el de pecho. Repite serie que tras vaciar el último muletazo por arriba, remata con el pase de pecho.
Con la zurda en cercanía y con la muleta retrasada logra una serie de tres naturales a un toro medio inválido pero con voluntad de embestir, que abrocha con el pase de pecho.
La muleta nuevamente en la mano diestra para realizar una serie de cuatro pases de pecho en cadena que son del agrado de la concurrencia. Finaliza con un desplante tocando los pitones del toro.
La muleta nuevamente en la mano diestra para realizar una serie de cuatro pases de pecho en cadena que son del agrado de la concurrencia. Finaliza con un desplante tocando los pitones del toro.
Entra a matar en la suerte contraria. El toro no hace nada en el embroque de ahí el fallo de Rivera.
En la suerte natural logra una estocada desprendida que hace doblar al toro. Salen algunos pañuelos, aunque escasos, por aquello de que el toro no dió ninguna facilidad tras el batacazo, pero ha de conformarse, tras doblar el astado, con aplausos cariñosos.
En la suerte natural logra una estocada desprendida que hace doblar al toro. Salen algunos pañuelos, aunque escasos, por aquello de que el toro no dió ninguna facilidad tras el batacazo, pero ha de conformarse, tras doblar el astado, con aplausos cariñosos.
En tercer lugar sale un precioso ejemplar de capa sarda que atiende por Fusilero. Su peso 595 kilos. Es un toro precioso de lámina que arranca los aplausos del público.
El toro tiene motor y por ello "El Fandi" lo recibe doblándose con pierna genuflexa para seguidamente administrarle una serie de siete verónicas muy buenas que remata con un recorte a una mano muy vistoso.
Artísticamente lo lleva al caballo de picar que monta José Manuel González Cruz quien, ante el ímpetu del toro, se agarra muy trasero. "El Fandi" realiza su quite por chicuelinas que remata con otro recorte de gran belleza.
En banderillas "El Fandi" en el primer par, tras ganarle la cara a un toro con muchos pies, clava por los terrenos de adentro reunido arriba.
Artísticamente lo lleva al caballo de picar que monta José Manuel González Cruz quien, ante el ímpetu del toro, se agarra muy trasero. "El Fandi" realiza su quite por chicuelinas que remata con otro recorte de gran belleza.
En banderillas "El Fandi" en el primer par, tras ganarle la cara a un toro con muchos pies, clava por los terrenos de adentro reunido arriba.
El segundo de dentro afuera ganándole la cara a gran velocidad.
El tercero, arrancando desde el estribo clava al violín para seguidamente lograr parar a un toro que no se somete fácilmente.
La faena la inicia con las dos rodillas en tierra. Ya en pie cuatro redondos que remata con el de pecho. Nueva serie de tres redondos que tras martinete remata con el pase de pecho con la mano izquierda.
Cuatro redondos más, martinete y el de pecho con la izquierda.
La muleta en la mano zurda para conseguir una serie de tres naturales que remata con el de pecho.
Un molinete precede a una serie de pases improvisados ya que "El Fandi" es capaz de aprovechar cualquier embestida del toro con tal de buscar el triunfo.
Una serie de cuatro molinetes de rodillas que levanta al público de los asientos.
Se perfila para matar en la suerte contraria. El toro se le arranca en el momento en que se va por él resultando una estocada a un tiempo que hace doblar al astado.
Una serie de cuatro molinetes de rodillas que levanta al público de los asientos.
Se perfila para matar en la suerte contraria. El toro se le arranca en el momento en que se va por él resultando una estocada a un tiempo que hace doblar al astado.
Se piden las dos orejas. El Presidente se reserva la concesión de la suya en medio de una impresionante bronca que se reproduce durante la vuelta al ruedo del torero con la oreja concedida.
Su segundo que el sexto y último de la corrida se llama Inarmado, herrado con el nº 10 y presenta un peso en tablilla de 536 kilos.
"El Fandi" lo saluda con una larga cambiada de rodillas, para seguir con lances de todas las marcas que va improvisando a medida que el toro entra en su capote. Chicuelinas, verónicas, medias y revoleras componen el repertorio.
Su segundo que el sexto y último de la corrida se llama Inarmado, herrado con el nº 10 y presenta un peso en tablilla de 536 kilos.
"El Fandi" lo saluda con una larga cambiada de rodillas, para seguir con lances de todas las marcas que va improvisando a medida que el toro entra en su capote. Chicuelinas, verónicas, medias y revoleras componen el repertorio.
Con chicuelinas al paso lleva el toro a los dominios del picador que es Juan de Dios Quinta quien se agarra arriba.
En banderillas El Fandi coloca el primer par denominado de la moviola en todo lo alto y reunido. El segundo arrancando desde el estribo en el mismo centro del platillo clava un excelente par. El tercero subido en el estribo pide el sombrero cordobés al mayoral de la ganadería para poner un extraordinario par al violín y después torea al toro con el sombrero al tiempo que trata de pararlo lo que consigue en medio del entusiasmo del público quien puesto en pie le tributa una gran ovación.
En banderillas El Fandi coloca el primer par denominado de la moviola en todo lo alto y reunido. El segundo arrancando desde el estribo en el mismo centro del platillo clava un excelente par. El tercero subido en el estribo pide el sombrero cordobés al mayoral de la ganadería para poner un extraordinario par al violín y después torea al toro con el sombrero al tiempo que trata de pararlo lo que consigue en medio del entusiasmo del público quien puesto en pie le tributa una gran ovación.
La faena la comienza en el centro del ruedo de rodillas toreando por redondos en una serie de cinco derechazos perfectos.
Ya en pie se aleja del toro, lo cita con la muleta muy adelantada. El toro se arranca. Lo aguanta y le instrumenta una serie de tres redondos ligados y templados que tras cambio de la muleta por la espalda, finaliza con el pase de pecho con la izquierda.
Ya en pie se aleja del toro, lo cita con la muleta muy adelantada. El toro se arranca. Lo aguanta y le instrumenta una serie de tres redondos ligados y templados que tras cambio de la muleta por la espalda, finaliza con el pase de pecho con la izquierda.
Deja reposar al toro. Nuevamente la muleta en la mano derecha para instrumentar una serie de cuatro redondos que tras martinete remata con el pase de pecho con la mano izquierda.
La muleta en la zurda. Una serie de cinco naturales, largos, templados que remata con el de pecho.
Nuevo reposo para el toro.
La muleta en la zurda. Una serie de cinco naturales, largos, templados que remata con el de pecho.
Nuevo reposo para el toro.
Un molinete da paso a un redondo que tras cambio de mano por la espalda sigue con cuatro naturales. Un martinete y remate con el de pecho.
La muleta en la mano derecha para instrumentar cuatro redondos que tras martinete remata con el pase de pecho con la izquierda.
Sigue con la derecha en una serie de cuatro redondos que tras martinete, culmina con un circular completo. Otro circular completo por la espalda.
La muleta en la mano derecha para instrumentar cuatro redondos que tras martinete remata con el pase de pecho con la izquierda.
Sigue con la derecha en una serie de cuatro redondos que tras martinete, culmina con un circular completo. Otro circular completo por la espalda.
Nuevos redondos al final de los cuales remata con un pase de pecho rodilla en tierra y finaliza con un desplante de rodillas de espaldas a la cara del toro.
"El Fandi" ha exprimido a un toro que no era nada fácil en principio, pero que con gran técnica y con deseos inmensos de triunfo ha logrado domeñar y finalmente sacarle el máximo partido.
Grandísima estocada hasta los gavilanes. Se piden unánimemente las dos orejas que el Presidente si concede en esta ocasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario