Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor.
Hay tensión en toda la plaza al ser los toros míticos de Miura los que serán lidiados está tarde por tres toreros de valor.
Toros de los que se dice erróneamente que tienen una vértebra más y que por eso estiran el cuello a la hora de rematar los lances. Y que por eso son más peligrosos. Además…son enormes, largos, agalgados, altos y con unas enormes y fuertes cornamentas.
Los procedentes de esa mítica casta Cabrera que en el siglo XVIII formara Luís Antonio Cabrera Poce de León y Luna, a partir de las reses que, como diezmos, cobraran los cartujos de Jerez y los dominicos de Sevilla, procedentes de las que pastaban libremente en los campos de Tarifa.
Esas reses que tantas tragedias han causado dentro del mundo taurino. Aquellas que de manera activa colaboraron en el llamado Pleito que lleva su nombre.
Me impresionó "El Fundi" por la elegancia y torería de su terno: un capote de paseo precioso y bordado en oro sobre una base del mismo color que el traje más torero de todos, el grana.
Y me alegró ver en el tendido a "Manili" el diestro de Cantillana que nos marco una época a los aficionados de Madrid.
Y pudimos ver por primera vez en esta Feria cómo el alguacilillo no recogió la llave cuando se la lanzó el Presidente que luego marcaría la falta de sensibilidad en esta corrida. ¿Sería por eso? ¡Seguro!.
Hasta los encargados de dar el cerrojazo estaban nerviosos, pues se les oyó decir ¡Dale fuerte! y probar por primera vez en esta feria.
Y también por primera vez en la Feria vimos en su palco al Alcalde de Sevilla.
Con todos estos aditamentos se atrevió a salir el primer miura de la tarde que se llamaba "Burraco" que parecía un buey por lo descolgado de carnes y que era largo, zancudo, cárdeno oscuro de capa y que pesó en la báscula 584 kilos..Sale como un tren y remata en el burladero de matadores como queriéndolos decir ¡Aquí estoy yo!
Pero José Pedro Prados "El Fundi" no se arredra por estar curtido en mil combates con toracos como estos y se va por él recetándole seis verónicas que el terrorífico toro recibe con la cara por las nubes, pero que cumplen con la función de sacarlo a los medios para que pierda sus querencias y "pese menos".
Y estando en esos terrenos aprovechan los picadores para salir y colocarse donde han de hacerlo acorde con el reglamento.
¡Todo el mundo está ya en sus puestos de combate! y "El Fundi" lo lleva a que lo pique Jesús M. Vicente, con lances por delante tratando de que no le toque el capote para que no aprenda. El piquero se agarra arriba.
No quita "El Fundi", limitándose a ponerlo nuevamente en suerte para que el picador se agarre nuevamente arriba.
Juan José Padilla no aprovecha su quite sino que se limita a sacarlo del caballo y dejarlo en manos de quien ha de bregarlo que es Raúl Reu Cachorro y acompañar al caballo cuando se va del ruedo.
Como "Fundi" es torero de tres tercios, será él quien ponga banderillas y como su compañero de terno, Padilla, también lo es, pues le ofrece un par para que le ayude en esta difícil misión de banderillear a un miura. Ambos son aplaudidos por la Maestranza.
"El Fundi" va por delante a por el toro que hace paradiña pero que entrando con valor clava arriba. Padilla se adorna en el centro del ruedo. Va por el toro cuadra en la cara y clava arriba, el toro le persigue y ha de saltar el olivo, para regresar por la misma vía al ruedo. Cierra el tercio el matador titular citando al toro desde el mismo centro del anillo con pasos elegantes y cuando acude cuadra en la cara y coloca las dos banderillas arriba. Ovación para ambos banderilleros, que agradecen desde el tercio.
Hay brindis al público que ovaciona el detalle.
La faena la comienza doblándose por ambos pitones y ganando terreno, para finalmente con un pase de pecho sacarlo a los medios.
Con la mano derecha una serie de cuatro rematados con el de pecho en medio de un viento molesto. Es aplaudido.
Con la muleta en la izquierda comienza una serie natural de dos pases buenos y ligados. El toro le regatea. Dos nuevos naturales dan paso a otro donde saca la muleta por arriba. Remata con el de pecho y es aplaudido.
Por redondos una serie de dos buenos y ligados. En el tercero el toro duda. Dos más que son rematados con el doble de pecho. Aplausos.
Un redondo con cambio de mano es seguido por dos naturales. El toro lo ve en el último y se va a por él. Lo esquiva y con el de pecho abrocha la serie, siendo aplaudido.
"El Fundi" se crece y se descara con su oponente.
Una serie de tres redondos dados de uno en uno. Nueva serie de dos ligados abrochados con el de pecho. Aplausos.
El toro ha tenido fijeza y ha sido noble.
Va por la espada y en el retorno aprovecha para enjaretar al miura una serie de tres redondos abrochados con el doble de pecho. El toro queda cuadrado. Cuando va a retirar una banderilla, que estorba, con el estoque de verdad, el toro se le arranca y está a punto de ser cogido.
En la suerte contraria estocada perfecta que hace rodar al toro de inmediato sin puntilla.
Afloran los pañuelos de manera masiva y el presidente concede la oreja.
Máximo respeto para este torero que da la vuelta al ruedo con una oreja ganada a ley, en medio de la ovación del público.
Se la entregó a su madre que estuvo en la corrida y que la televisión sacó en un primer plano mostrando orgullosa la oreja ganada por su hijo en la Maestranza a un miura.
De salida remata en el burladero. Sale a por él "El Fundi" con un serie de verónicas largas y sin ajustarse para enseñarle a embestir.
El encargado de picar es Manuel Sayago y a su cabalgadura lo lleva el propio matador con lances por delante sin molestar a un toro que comienza a humillar. Lo deja largo, el toro se arranca con alegría y el picador se agarra arriba. Lo saca Jesús Pérez “Madrileño” .
En banderillas el tercio lo llevará "El Fundi" en solitario. El toro ahora no humilla y se ha hecho mirón
En el primer par aguantando una entrada incierta del toro, clava arriba. El segundo es un gran par yendo a por el toro y clavando arriba a pesar de derrotar por alto. En el tercero, el toro se arranca de largo con muchos pies pero "El Fundi" le gana la cara y clava arriba siendo aplaudido.
La faena la comienza en los terrenos del tendido 1 doblándose en seis pases al tiempo que lo lleva a los medios.
Ahora se echa la muleta a la derecha y logra tres redondos emocionantes y ligados. Sigue con otra serie de cinco, robados, rematados con el de pecho.
La nueva serie con la derecha la podemos visionar así: el primero muy bueno. Los dos siguientes ligados si bien en el remate del segundo le engancha lo mismo que en el de pecho.
Con la muleta en la izquierda el viento comienza a soplar y a molestar de ahí que comience la serie ayudándose con el estoque simulado. El toro ya sabe lo que se deja detrás de ahí que uno del tendido grite: ¡Fundi torea!.
Y como el toro por ese pitón está imposible vuelve a los redondos, pero también por ese pitón el toro se entera y en el primer redondo se va a por "El Fundi", pero el torero no se arredra más bien se crece y en medio de la angustia colectiva le propina cuatro que resultan enganchados en el remate.
Sigue por redondos buscando la oreja. Está valentísimo ante un toro que rebaña, y al que comienza a lidiar con pases de aliño de pitón a pitón recibiendo aplausos por ello.
Va por el estoque de verdad y cuando vuelve al toro lo lidia por abajo para que cuadre.
En la suerte contraria logra una gran estocada donde en el embroque el toro le quiere coger. Aplausos.
Dobla el toro. El puntillero marra por tres veces consecutivas y cuando por fin acierta "El Fundi" recibe una ovación.
Ha estado valiente, firme y muy profesional.
Sale a saludar al tercio donde recibe una gran ovación.
Cuando lo entrevistan entre barreras "El Fundi" dice:
“Era un toro muy difícil, muy complicado. He tratado de robarle una oreja. He logrado que la gente me trate con respeto y seriedad”.
JUAN JOSÉ PADILLA.
Mientras el toro anda revolviéndose en el chiquero, Padilla trata de ajustarse esa enorme montera que junto con unos trajes raros, unas enormes corbatas y unas zapatillas, en el día de hoy, marrones, componen su indumentaria torera que contrasta con la de sus compañeros de cartel perfectamente vestido el más moderno y elegantemente vestido el cabeza de cartel.
Y sale el segundo de la tarde un precioso berrendo en negro con una lámina preciosa; largo, muy largo que se llama "Morisco" y pesa 609 kilos.
Remata de salida, por dos veces seguidas, en el burladero.
Padilla se va por él. Le administra tres doblones seguidos. El cuarto lance es una verónica y el quinto y sexto dos lances por alto rematando finalmente con una media verónica sin componer que obliga a hocicar al toro.
Lo de siempre el toro que es llevado al burladero de suertes donde remata al llegar con un porrazo en el testuz. Y cuando el piquero, Francisco Peña llega al lugar reglamentado para efectuar la suerte, Padilla le cita desde el centro. Acude el ejemplar y es llevado con lances por la cara sin pasar.
Cuando el toro se arranca el piquero se agarra bien y arriba, pero el toro aprieta de lo lindo y derriba, pero ahí está Padilla oportuno, para echando el capote tapar la cara del toro.
Lo lleva con lances por delante y a pesar de ello pierde las manos. Lo deja más largo que en la vez anterior. Se arranca de largo, tira el palo el piquero y se agarra arriba pero como le tapa la salida es pitado.
Padilla hace un quite a base de tres faroles rematados con una media muy alta que es muy aplaudido por lo novedoso, hasta por su propio padre que ocupa un burladero y por la propia esposa de Simón Casas, que seguidamente explica a una compañera de localidad con las manos como ha sido el lance, y que "Antoñete" en su "primera perorata de la feria" dice:“Ha muñequeado muy bien”
Mientras lidia Estephan Rachiri, comienza el tercio de banderillas.
Las banderillas en este primer toro con el mismo ceremonial que ocurrió en el primero de "El Fundi" ofrecimiento de un par al compañero y así se quita una exposición.
El primer par corre a cargo de Padilla que se va a por el toro. Este se para y entonces el banderillero da unas vueltas sobre sí mismo mientras el toro distraído se va al burladero. Incitándole para que se arranque, cuando lo hace, le clava arriba. Se sienta en el estribo para ver el par de "El Fundi", que se caracteriza por tener que pasar en falso a causa de que el toro distraído no hace por él en el embroque. Al segundo encuentro coloca un buen par arriba, tras el cual juguetea con el toro al que le ayuda Padilla que ha salido desde el estribo. Cierra el tercio Padilla con un buen par arriba saliendo desde las tablas a parear en el centro del anillo. Ambos reciben una gran ovación.
Pero como en esos terrenos sopla demasiado el viento lo vuelve a llevar a las dos rayas Ahí el toro se va a por él propinándole un pitonazo en la mano derecha.
Padilla con la muleta en la izquierda consigue cuatro naturales emocionantes. Dos más superiores rematados con un pase de pecho con la derecha que son merecedores de una gran ovación.
Nueva serie de tres naturales buenos. Otra nueva de tres dados de uno en uno porque el viento molesta mucho. Sigue por naturales. El toro muy distraído le desarma y le persigue.
Con la mano derecha cuatro redondos muy buenos rematados con un martinete que dan paso a un pase de pecho. Nueva serie de tres redondos ligados. El viento ya es un vendaval, por lo que ha de torear por la cara.
Va por el estoque. Le hace la muerte apoyándolo en la contera de la barrera
En la suerte contraria va a entrar a matar pero cuando mueve la muleta el toro se arranca y se va por él. Nuevamente en la suerte contraria realiza la suerte lentamente. Clava arriba, pero el toro tarda en doblar a pesar de la lidia a que le someten los peones. Suena un aviso.
El toro está muerto de pie, se amorcilla y no dobla. Con el descabello Padilla le pincha en el morro para que doble, pero el toro se resiste a morir en medio de una ovación hasta que por fin girando sobre si mismo dobla.
Padilla es ovacionado
El segundo de Padilla corresponde al quinto de la tarde y a por él se va el torero a portagayola, mientras "El Fundi" se va por el callejón a las cercanías donde está Padilla de hinojos y santiguándose, por si necesita ayuda.
Pero el matador se medio recupera y se va a por el toro administrándole otra larga cambiada en el tercio seguidas de unas verónicas excelentes rematadas con una media que levantan los aplausos del público aún acongojados por la espectacular cogida de la que sale con una cornada en el cuello de la chaquetilla que queda destrozada.
Padilla mueve el cuello en unos ejercicios para quitar la tensión, bajo la mirada angustiada del padre que, en un burladero, aún no se ha recuperado del susto sufrido.
Es el mismo matador quien lleva el toro a la suerte de varas que ejecutará Antonio Núñez Alventus. El toro aprieta a Padilla poniéndole en apuros. Se ve que no está recuperado del todo.
Por eso al segundo encuentro lo lleva Manuel Soto, que también resulta achuchado porque el toro ha aprendido mucho y se orienta a raíz de la cogida. Como el toro es metido prácticamente debajo del caballo el picador no marra.
A pesar de todo Padilla va a parear. Únicamente le estorba la castañeta que se la quita.
El primer par lo pone en los mismos medios ganando la cara al toro. Es un gran par. El segundo subido en el estribo y el toro cerrado en tablas salen los dos, le gana la cara y asomándose al balcón un gran par que es aplaudido. El tercero es a una mano en la denominada suerte del violín. Lo hace perfecto y levanta al público de los asientos en medio de una gran ovación, que el “Ciclón de Jerez” agradece desde los medios.
La faena la comienza brindando al público que le tributa una nueva ovación. La montera cae boca arriba. Padilla la voltea en el suelo con los vuelos de la muleta. Es un gesto torero.
Como el toro está cerrado en tablas, el matador se va al estribo y se sienta en el mismo. Agarrado con la mano izquierda a la contera del burladero cita al toro y cuando éste se arranca le enjareta dos pases por alto para seguir por doblones rodilla en tierra y pierna flexionada en una serie de tres.
¡Padilla está atropellando la razón! El toro sabe lo que se deja atrás y se revuelve en la cadera de l torero.
El miura está gazapeando y en cada pase va a por el torero, pero aún así su matador le roba tres redondos y el de pecho con muchísimo peligro.
Nuevamente con la derecha le roba tres redondos. Al cuarto el toro le zancadillea con la pata derecha y Padilla cae nuevamente ante el toro. Rueda en medio de los murmullos de la Maestranza.
Encorajinado Padilla se echa la muleta a la izquierda e intenta un natural. El toro le arrolla
Se lleva la muleta a la derecha y le roba dos series seguidas de cuatro pases cada una que remata con el de pecho.
Otros cuatro más. El toro sin abrir la boca pero esperando su oportunidad para empitonar a Padilla .
Nuevamente la muleta en la izquierda e intenta dos naturales que resultan dos mantazos valerosos.
En la suerte natural entra a matar y logra una estocada casi entera que el toro escupe, pero que es suficiente para que doble.
El puntillero lo levanta, pero al momento nuevamente el toro dobla y ahora si acierta el puntillero.
Padilla es ovacionado y se abraza, cuando le entrega la montera, con su banderillero argelino.
Se pide la oreja mayoritariamente, pero como los tendidos 1,2 y 4 no aparecen completamente blancos el presidente no concede.
Sale al tercio a saludar cuando el toro ha abandonado la plaza y se le obliga a dar la vuelta al ruedo. Y al despedirse del público de la Maestranza llena su enorme montera de albero de este incomparable marco.
El Presidente Gabriel Fernández Rey recibe una bronca monumental.
Luís Vilches cuando es entrevistado dice:
“Juan José se ha jugado la vida a pesar de estar magullado, golpeado y con pocos reflejos”
Cuando le entrevistan entre barreras y le preguntan por la paliza que le ha infringido el toro Padilla dice:
“¿Paliza? La que me ha dado el Presidente por no concederme la oreja. A este señor le ha faltado sensibilidad y no ha respetado la mayoría.
El tercero de la tarde era un miura con un peso de 590 kilos no sale en perfectas condiciones físicas y tras entrar al caballo que monta "El Legionario", es devuelto a corrales.
Los cabestros no cumplen con la misión y ha de ser el mayoral de la plaza quien con su chaquetilla, que finalmente pierde a la entrada del pasillo de chiqueros, en clara imitación a su maestro "Florito", introduce al toro mientras los cabestros quedan en el ruedo.
Tarda en salir el sobrero que es un toro cárdeno con 630 kilos que lleva por nombre "Espartero". Su preciosa y majestuosa lámina es aplaudida.
De salida remata en el burladero por tres veces, asustando a los que están refugiados detrás de él al levantar la cabeza por encima de la contera.
El público de la Maestranza aplaude la estampa tan campera que compone el picador Victoriano García El Legionario en su caminar hasta el lugar que el Reglamento le ha asignado.
Hasta allí lo lleva Valverde con pases suaves tras habérsele colado en el primero. Lo deja a unos tres metros de la raya de fuera. Desde allí el toro se arranca, El Legionario marra, pero luego pica arriba. El toro levanta la cara hasta por encima de la rodilla del piquero queriendo quitarse la puya..
A la segunda entrada también lo lleva Javier Valverde animándole con la voz al tiempo que le instrumenta dos lances templados rematados con un recorte. El picador se agarra bien y arriba si bien seguidamente le hace la carioca. Es aplaudido.
El Fundi aprovecha su quite a base de tres pases de delantal que son rematados con una media muy buena merecedora de aplausos.
En banderillas con lidia perfecta de Manuel Sánchez parean José Miguel Flores que deja un palo y Pedro J. Cebadera que prende un magnífico par. Cierra Flores que al ser cortado por el toro ha de conformarse con dejar una. El toro está haciendo cosas de miura.
Valverde brinda al público y comienza su faena por doblones contrario, natural, contrario, natural, redondo sacándolo por encima del pitón, un pase de pecho con la mano derecha.
Es un toro con mucho sentido y por tanto peligroso.
Con la derecha dos redondos, dos más cruzándose mucho y rematando con el de pecho con la mano derecha..Aplausos.
La siguiente serie a base de dos redondos bien ejecutados y rematados. El tercero enganchado en el remate. El cuarto no puede darlo por no querer embestir el toro por lo cambia de posición y realiza un pase de pecho con la mano derecha. Aplausos.
Con la muleta en la izquierda un natural bueno, dos más menos buenos y rematados con el de pecho despegado.
Valverde con las zapatillas asentadas en la arena le roba cuatro redondos rematados con el de pecho a base de ganar un paso en cada uno. Aplausos.
Ya entre los pitones un redondo bueno. En el segundo el toro se para, lo aguanta y tira de él para darle un tercero a pies juntos que el toro no acepta y que el torero resuelve dándose una vuelta y vaciándole con el de pecho.
En la suerte contraria media estocada que es escupida cuando la espada se cimbrea .
Nueva entrada en la suerte contraria estocada entera pero caída porque el toro no le dejó cruzar.
Entra por tercera vez y prende arriba. Le hacen la rueda los banderilleros y el toro se acula en tablas. Suena un aviso.
Valverde falla el primer descabello. El toro tiene fuerzas para darse una carrerita. Falla dos intentos más y acierta a la tercera en medio de los pitos de los inconformistas de siempre.
El segundo de su lote corresponde al último de la corrida. Lleva por nombre "Ofendido", su peso 589 kilos. Su número el 69. Es un precioso toro sardo.
Valverde lo recibe con una larga cambiada en el tercio a la que siguen unas verónicas, en la tercera de las cuales es desarmado.
El toro tropieza con la mano derecha y casi se cae.
Javier Valverde lo lleva con suavidad al caballo que monta Ángel Rivas quien se agarra arriba pero no aprieta consciente de la falta de fuerzas del toro.
No quiere hacer el quite Valverde para ahorrar capotazos al toro y así con dos capotazos suaves lo deja en suerte para que tras entrar el piquero no aprieta y levanta el palo. Hay palmas de tango.
En banderillas mientras lidia Miguel Flores, parean con efectividad Manuel Sánchez y Pedro Cebadera
Javier Valverde tranquilo, compuesto y con personalidad torea al sardo a media altura por ambos lados para sacarlo a los medios.
Intenta los naturales, pero el toro muy violento derrota y da tornillazos en los remates de los pases.
Por redondos también es imposible sacar alguno limpio debido a los derrotes que enganchan la muleta una y otra vez. Es imposible dar un pase sin que suene el estaquillador en los derrotes.
Intenta nuevos redondos que no son rematados por los continuos derrotes del astado.
Tampoco los redondos resultan limpios.
Vuelve a la mano izquierda a base de ayudados logrando un aserie de tres aceptables, pero los siguientes son enganchados
Ahora lidia al toro a base de pases por bajo, hasta que en el terecero lo desarma.
Va por el estoque recibiendo aplausos.
En la contraria pinchazo sin soltar.
En la suerte natural pinchazo, pues el toro no le deja pasar.Cambia de espada y con la nueva logra una estocada caída y baja con la que el toro por fin dobla. El silencio respetuoso premia su actuación