DIOS NOS LIBRE DEL DÍA DE LAS ALABANZAS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
La mañana del 28 de octubre de este año 2014, me sorprende con una noticia luctuosa que me afecta como taurino: “José María Manzanares (padre) encontrado
muerto en su finca de Cáceres”.
Noticia extremadamente escueta ya que no se dieron
datos de la causa de la muerte, lo que, a decir verdad, me alarmó en principio
pues, tal como están las cosas, cualquier rareza podía haber sucedido al tratarse
de persona famosa y rica.
Finalmente, a partir de las 21,00 horas, en esa
especie de rueda de prensa protagonizada en Canal + Toros por Manuel Molés,
Davíd Casas y Germán Estela vestidos de rigurosísimo luto, nos dieron la
confirmación de una muerte natural a través de las palabras, en conexión
telefónica, de la hija del difunto Yeyes Dols Samper.
Muerte repentina que no es extraña en personas
sometidas a estrés máximo, tanto ante el toro como en los fracasos y en los
triunfos, durante días y años a lo largo de su oficio como matadores de toros.
Estrés que con el paso del tiempo va minando la salud de forma lenta, asintomática
pero progresiva, hasta que un buen día el corazón dice basta y cansado de latir
en su ritmo normal, deja de funcionar.
Estaba tan tranquilo disfrutando de esa paz bien
ganada en su finca “Campo Lugar” de Cáceres, aunque no libre de sobresaltos ya que
dos hijos han seguido sus pasos en el oficio y naturalmente ello conlleva
sustos y sin vivir. El día anterior había despedido a su hijo, el torero a pie, que iba a hacer las Américas.y eso era otro sobresalto más.
Actualmente no sufría el miedo directamente cómo en
sus años de actividad, pero ahora lo sufría como padre ante el temor de que a alguno
de sus hijos le ocurriera algún contratiempo en el desarrollo de su actividad
taurina.
Por ello su corazón nunca tenía el haz de His tranquilo desde el nódulo
de Tawara hasta la red de Purkinje a través del tabique interauricular en su
recorrido como responsable del automatismo cardíaco, agravado por su vicio de
fumador empedernido y las consecuencias vaso-constrictoras de la nicotina sobre
las arterias coronarias.
Le llegó el día fatídico de las alabanzas y de la
necrología que alguien definió como: “hacer
lo blanco, negro y lo negro, blanco”.
El mundo del toro en pleno, apesumbrado por la muerte
de José María ya que todos le deben algo en su trayecto taurino; bien por
haberlo sacado a hombros el día de su retirada en la Maestranza de Sevilla aquel 1 de mayo del 2006; por haber
toreado su primera becerra en la finca del fallecido o por haber disfrutado de
su toreo tanto en Sevilla, donde era un verdadero ídolo a pesar de no haber logrado abrir la Puerta del Príncipe, como en Madrid donde
salió en tres ocasiones, una de novillero, por la puerta grande.
La última el 12 de mayo del año 1993 que al coincidir
con la confirmación de nuestro amigo Manolo Sánchez tuve la oportunidad de ver en directo.tras desplazarme desde Valladolid para el evento. Fue una faena
artística pero breve, a un toro que fue protestado de salida por presunción de
manipulación de astas. Astado que se desfloró ambos pitones al derrotar de
frente sobre el burladero del tendido 6 y que el público, tan cambiante en sus estados anímicos, pidió los máximos
trofeos que tuvo a bien conceder el señor Moranta. Manzanares logró la ansiada puerta grande
tras 12 años de sequía orejil en Las Ventas donde actuó en 62 ocasiones.
Mis notas tomadas ese día son estas a las que adjunto las fotos que tiré desde mi localidad:
“Sale el
cuarto de la tarde. Nº 127. Fulanillo. 612 kilos. Con cuatro años y tres meses
de edad y de capa melocotón. Luce el hierro de la ganadería de González Sánchez -Dalp.
El toro de
salida es protestado con exhibición de pañuelos verdes por los espectadores del tendido 7. Se estrella contra el burladero del tendido 6 al ser llama do por uno de
los banderilleros de Manzanares, y resulta con los dos pitones escobillados.
Manzanares
no ha podido lucirse de capote porque el toro tiene pies y se revuelve con
rapidez. El alicantino se limitó a fijarlo para seguidamente dejarlo en el
capote de su banderillero “Villita” que es el encargado de la lidia.
El toro
cumple perfectamente en varas, arrancándose de largo al caballo que monta “El
Legionario” y romaneando incluso en las dos entradas.Muy bien picador y toro.
En
banderillas presenta grandes dificultades al esperar a los banderilleros. Pablo
Antonio Saugar “Pali” ha de pasar en falso en la primera entrada porque el toro
no hace por él. Sí prende un par expuesto en la segunda entrada. El tercero de
la cuadrilla Antonio Delgado deja un solo palitroque arriba. Cierra tercio “Pali”
quien en la tercera entrada logra dejar
un solo palo arriba para completar las cuatro reglamentarias con las que se
pueda cambiar el tercio.
Manzanares
comienza su faena muy cerrado en tablas con pases elegantes por alto a medida
que va ganando terreno al toro para sacarlo fuera de las dos rayas. A la altura
de las dos rayas de picar remata con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Fuera de las
dos rayas se retira del toro y con la muleta portada en la mano derecha le
administra dos buenos redondos. En el tercero el toro mide el suelo porque le
bajó la mano en exceso.
Manzanares
da tiempo al toro retirándose de él. Con el toro en los medios se lleva la
muleta a la diestra para ejecutar tres buenos redondos que son jaleados por el
público. Remata con un pase de pecho sobre la mano derecha de los denominados “de
pitón a rabo”.
Tras dejar
reposar al astado, de lleva la muleta a la zurda. Tres excelentes naturales en
el último de los cuales el toro adolece de largura en la embestida. Nuevo
natural rematado con el pase de pecho sobre la mano izquierda en el que Manzanares
resulta achuchado. El público le tributa una grandísima ovación.
Tras dar
nuevo tiempo al toro, se lleva la muleta a la mano diestra. Serie de cuatro buenos
redondos. En el último se cambia la muleta de mano. Resulta achuchado nuevamente.
Remate final con un pase de pecho sobre la mano izquierda. El público puesto en
pie le tributa una gran ovación.
Nuevamente
con la muleta en la izquierda administra dos naturales. El último pase resulta
enganchado en el remate por lo que el alicantino opta por llevarse la muleta a
la mano derecha para acabar la faena con dos ayudados por alto sobre ambos
pitones. Otro más y remate final con una trinchera.
Tras limpiarse
las manos ensangrentadas, toma el estoque de matar y busca la igualada en la
suerte natural. Con el toro entre las dos rayas, se perfila, ataca y sin
cruzar, alargando el brazo y con pérdida de la muleta, logra una buena estocada
de la que el toro, tras breve capoteo de los banderilleros, dobla.
Antonio
Delgado acierta al primer puntillazo y los pañuelos pueblan los tendidos de La
Monumental de Las Ventas de manera mayoritaria. El presidente D. Marcelino Moranta
concede la primera oreja. Al continuar la petición con fuerza, concede la
segunda”.
Mi análisis como torero fue el siguiente. Le consideré como un gran torero poseedor de
perfección técnica y estética, medroso en grado sumo y con desgana competitiva lo
que le impidió alcanzar mayores cotas taurinas en el desarrollo de su arte
taurino.
José María Dols Abellán, a mi parecer, cumpliste la
misión con éxito que Dios te deparó en este mundo. Ahora, a descansar en la paz
definitiva de la gloria.
A tus hijos y familia le acompaño en su dolor desde
este blog taurino, mientras te recordamos en la última corrida de la feria
septembrina de Valladolid del año 1993 a la que pertenece esa foto que acompaño a este
artículo vestido con el color del tafetán de sus preferencias que no era otro que el crema y oro.
¡José Mari Manzanares. Matador de Toros. D.E.P!
Reportaje
gráfico.
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