Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Con un torero de la ciudad en el cartel y los toros de Victorino, que por sus hechuras impresionaron en los corrales, nuevamente se agotó el papel en las taquillas de la plaza. Económicamente creemos que ha sido la mejor feria en muchos años.
LOS TOREROS.
Nace en Valladolid el 21 de febrero de 1951. Tomó la alternativa en Mallorca el 20 de agosto de 1.972 con José maría manzanares de padrino y Julio Robles de testigo. Confirmó el 19 de mayo del año 1.975 con Ángel Teruel de padrino y nuevamente Robles de testigo. Es el único torero que ha hecho doblete en esta feria.
Auxiliado por:
Picadores: José Alonso Y José González.
Banderilleros: Pablo Sáez, Francisco Álvarez y Antonio Polláns.
ORTEGA CANO.
Nace en Cartagena el 27 de diciembre del año 1953.Toma la alternativa en Zaragoza en el año 1.974 el 12 de octubre. Su padrino José María Manzanares y el testigo Paco Bautista. Confirma el 14 de mayo del año 1.978 de manos de Antonio Rojas y con Lorenzo Manuel Villalta de testigo. Es su presentación en nuestra plaza.
Auxiliado por:
Picadores: Miguel Santiago y Raimundo Rodríguez,
Banderilleros: Antonio Briceño, Manuel Romero y Antonio Martín Poveda.
MANUEL RUIZ “MANILI”.
Nació en Cantillana (Sevilla) el 25 de febrero de 1.952. Tomó la alternativa en Sevilla el 24 de abril de 1976 de manos de Curro Romero y con Palomo Linares de testigo. Confirma en Madrid el 18 de mayo de 1.978 con José Luis Galloso de padrino y Julio Robles de testigo. Torero valiente y cumplidor.
Auxiliado por:
Picadores: Ambrosio Martín y Francisco Martín.
Banderilleros: José Carbonell, Luis Mariscal y Máximo González.
LOS TOROS.
Pertenecen al hierro de la A propiedad de Victorino Martín que pastan en Galapagar. Origen Santa Coloma rama Saltillo.
Divisa Azul y encarnada y Señal hoja de higuera en las dos orejas.
El peso de la corrida fue de: 540, 522, 558, 511, 540 y 523 que como podemos ver se trata de una corrida muy pareja
DESARROLLO DE LA CORRIDA.
Como era de prever nuevamente la plaza se llenó hasta la bandera a pesar de que en el día de hoy el tiempo ha sido desapacible del todo, con un viento frío que ha molestado bastante a los toreros precisamente con estos toros que psicológicamente pesan mucho a los toreros.
La expectación despertada por los toros de Victorino se ha venido abajo cuando estuvieron en el ruedo y se pudo comprobar su falta de acometividad y de fuerza. No se entregaron en los caballos y tan sólo uno logro poner al caballo “patas arriba”. Casi todos fueron pitados en el arrastre. Se salvó el quinto de la tarde que fue el único que propició el lucimiento.
El resumen de la misma podemos escribirle así:
ROBERTO DOMINGUEZ.
(Grana y oro). En su primero expuso para que el toro se fijara en él. Sacó algunos pases meritorios. La estocada atravesada se refrendó con el descabello a la primera (Cortó una oreja).
Al cuarto se limitó a aliñarlo por la cara y recetarle una media estocada que bastó.
El público consideró que podía haber hecho algo más de ahí que demostrara el inconformismo con su paisano.(División de opiniones).
(Morado y oro). Las pasó del color de su terno en el primero que “gazapeaba al trote”. Como falló a espadas con dos pinchanzos previos a la estocada y al descabello (Pitos).
En su segundo llegó incluso a estirarse en algunos buenos muletazos que pecaron de realizarlos con la muleta retrasada. De haber traído al toro toreado hubiera conseguido un gran triunfo pues el animal arrastraba el morro por el suelo. Le propinó una magnífica estocada y como descabelló al primer envite le pidieron la oreja que el Presidente con buen criterio no concedió.
“MANILI”.
(Burdeos y oro). Muchos pases sueltos. Demostró que posee valor para lidiar estos toros. Tras pinchazo hondo necesitó cinco intentos de descabellos para acabar con el burel.
En el último de la corrida no se confió y se limitó a aliñarlo. Un pinchazo hondo hizo doblar al toro.
Los toreros no fueron capaces de lidiar una corrida que no presentó de entrada dificultades, si bien a medida que las cosas se iban haciendo mal, las dificultades afloraron al tratarse de toros con sentido.
De los seis toros lidiados únicamente dos de ellos el primero y el quinto hubieran podido servir de haber caído en “manos expertas” para la lidia de estos ejemplares.
El quinto fue a parar a las manos del debutante Ortega Cano, que hizo con él cosas de artista si bien siempre citando con la muleta retrasada lo que no sirve para este tipo de toros. Pudo conseguir un triunfo sonado, pues lo mató de una gran estocada. Se pidió la oreja que al no ser concedida el cartagenero dio la vuelta al ruedo en medio de los aplausos del público que se fue contento con su actuación.
Y “engarañados” nos fuimos a casita para escribir esta última crónica del ciclo ferial del año 1.979. Crónica que hoy les hemos reproducido en este blog para que los que, hace ahora diez y nueve años, estuvieron en la plaza recuerden lo que pasó aquel día en que fracasaron los toreros ante unos toros de Victorino que también ese día fracasó como ganadero.