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viernes, 4 de enero de 2008

LA CORRIDA DEL SABADO 14 DE ABRIL DEL SEVILLA 2007

Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor taurino.

La vimos a través de la caja tonta en ese ciclo comprado que el taurino Manolo Molés ha comercializado para hacer aún más rico a Polanco y asegurarse su puesto en ese Canal + que tanto dinero nos saca a los españoles con la colaboración de cualquier gobierno que mande en esta España de nuestras culpas.
Y las primeras imágenes de ese realizador de Canal +, que parece obsesionado (con la colaboración especial del director del programa y colaboradores), con todas las mujeres que ocupan localidades de cualquier plaza de toros, nos mostraron los cabellos movidos por el viento reinante de unas féminas. Un enemigo más que sumar, y poco propicio por cierto, para que la tarde acabara en triunfo.
Y con estos condicionantes y dos tercios de aforo cubierto, abrieron plaza los dos alguacilillos. No a los sones de clarines y timbales, sino al ruido de ese pesado cerrojo que chirria al abrir los portones que dan acceso al ruedo desde el patio de cuadrillas.
Alguacilillos que, tras despejar simbólicamente el ruedo, van en busca de los matadores y precederles en la marcha hacia presidencia para que Uceda Leal, Antonio Ferrera y Antonio Barrera la cumplimenten en la persona del Presidente Antonio Pulido Plaza asesorado, en la parcela artística, por “Finito de Triana”, no sin antes interponerse en el camino, para inmortalizar en fotos el momento, el decano de los fotógrafos taurinos el más que nonagenario Cano con su gorrilla blanca donde reza la cifra 1912 año de su nacimiento.
Tres matadores contrastados y responsabilizados que buscan contratos y posicionamiento en el escalafón de la temporada 2007.

UCEDA LEAL

El primer toro de la tarde responde al nombre de Perezoso, pesa 533 kilos, tiene capa burraca y pertenece al hierro de Pereda encaste.Núñez.que recorre la plaza en un "pís pas" hasta rematar en el burladero de matadores con la cabeza tan alta que superando el burladero llega a alcanzar con el pitón izquierdo la sien del matador Antonio Ferreras dejándolo K.O al instante.
No se emplea ante las buenas maneras capoteriles del madrileño Uceda que viste, cual los artistas, un terno hueso y azabache. El bonito ejemplar bovino se frena en cada lance de ahí que no resulte brillante el recibo por parte de quien era director de lidia.
Afanosa resulta la labor de llevarlo al tercio de varas, pues el burraco solo tiene fenotipo, pero su potencial genético bravo deja mucho que desear. Va a tirones y así resulta difícil, no ya lucirse, sino realizar la aproximación a los montados.
No se emplea en ninguno de los dos encuentros con el picador de turno quién no obstante ejecuta la suerte arriba. Se duele levantando la cara y saliendo suelto.
Ferreras aprovecha su quite en forma de dos buenas verónicas que remata con una media de frente, buenísima.
Las banderillas con poco lucimiento tanto por parte de Romerito y Pablo Ciprés quién las prende tirándolas desde lejos.
Uceda comienza la faena muy cerrado en tablas y a base de doblones con la pierna genuflexa que descubren el peligro del pitón izquierdo. Como los buenos toreros, el madrileño trata de domeñar al toro por ese dificultoso pitón. Sus naturales valientes no son rematados a causa de salir el toro con la cara arriba en los remates, no obstante lo cual, le receta cuatro donde los pitones rozan el cuello del matador y remata con el de pecho que fue el mejor.
Dos series de dos derechazos cada una donde el distraído animal aburre a la concurrencia, dispone a Uceda a intentarlo nuevamente con la izquierda a base de naturales sueltos que no pueden encontrar remate a causa de los derrotes en la salida del morlaco.
Contrariado de su suerte se va a por la tizona justo a donde está Ferrera sujetándose una bolsa de hielo sobre la sien maltrecha.
Y este seguro matador en la suerte contraria cobra un pinchazo hondo arriba perdiendo la muleta en el embroque, no obstante lo cual le permite intentar descabellar por dos veces resultando achuchado en el previo del segundo. Decide entrar a matar nuevamente y solo logra un pinchazo antes de lograr en el segundo intento una gran estocada que hace rodar al deslucido animal justo al tiempo en que suena el primer aviso

Su segundo enemigo cuarto de la tarde es un colorao bonito de lámina de nombre Manchadito con 567 kilos en los costillares con el hierro de Pereda que es el antiguo de Beca Belmonte. Sale suelto en los dos primeros encuentros con el capote si bien tiene la virtud de humillar.

Dos verónicas, sin asentar las zapatillas Uceda, hacen que el toro meta los pitones en la arena y se quebranten las justas fuerzas.
Acude cuarteando al caballo que monta Diego Ochoa, por lo que está apunto de derribar. Sale suelto.
Uceda lo lleva nuevamente al caballo, pero ha de ser el caballo quien bien montado por el piquero invade los terrenos del toro y le pega a ley.
Ferrera no omite su quite a base de tres verónicas y una media buenísimas, merecedoras de una gran ovación.
En banderillas no está fino ni Luis Miguel Campano que deja un palitroque al sobaquillo en el primer envite y otro en el segundo, mientras se luce Pablo Ciprés.
El brindis al mismo ganadero al que brindó un novillero el día anterior por tratarse de un personaje que debe ayudar a los toreros y comienza su faena por alto sin molestar al toro rematando con un pase de pecho.
Con la muleta en la izquierda, que es el pitón más potable del astado, le saca cuatro naturales que resultan enganchados en el remate. Sigue por naturales sin rematar al serenganchados.
Va por los aceros y el epílogo a base de cuatro naturales sueltos seguidos de cuatro redondos en terrenos de cercanía que a base de porfía va logrando sin que sea aceptado por el público sevillano.


En la suerte natural pinchazo arriba sin soltar debido a que no cruzó.. En la suerte natural tras evitar una arrancada intempestiva logra una estocada de perfecta ejecución que es aplaudida, en una tarde donde se falló demasiado a espadas.
Y mientras sale el segundo de la tarde es entrevistado en el palco de canal + el pintor Andrés Nicolau que expone en el Hotel Colón al tiempo que los areneros vestidos de azul alisan el ruedo.


ANTONIO FERRERA

Sale el 2º otro bonito burraco nacido en diciembre del 2002 que responde por Tequila y que pesa 510 kilos. De salida remata en el burladero de matadores.
Ferrera le recibe con media docena de buenas verónicas en una corto espacio de terreno que son rematadas con una media superior.
Quiere cuidar al toro hasta el extremo de ordenar a los picadores que vayan hacia los terrenos donde se encuentra el astado con la finalidad de ahorrar pases.
Pica Trillo con la mala suerte de que al chocar con fuerza el toro contra el estribo apoyado en el pie del picador se rompe el pitón derecho a la altura de la cepa. El Presidente en rápida decisión saca el pañuelo verde.
Mala suerte la del torero extremeño pues el toro era de los que prometía.
Los ocho cabestros cumplen su cometido con prontitud.

El sustituto, que es el sobrero, tarda mucho en salir responde por Soberano II, pesa 549 kilos y es de marzo del 2003, su capa es negra y de salida ya ha demostrado escasez de fuerzas en las manos y el defecto de recortar hacia los adentros de ahí la dificultad de lucimiento en los pases de recibo.
Pica Dioniso Grilo que se agarra bien a pesar de venir el toro escorado. Sale suelto, pero se revuelve y entra nuevamente con prontitud al tiempo que el picador saca el pie del estribo recordando el accidente ocurrido en el toro anterior.
La suerte de banderillas es el fuerte del matador y Ferrera está dispuesto a lucirse. La música ameniza el tercio. El primer par con los colores de la bandera nacional resulta tan lucido que es ovacionado. El segundo ya tiene los colores tricolores en sus papelillos de la bandera de Extremadura, y lo ejecuta citando subido en el estribo saliendo y en una modalidad nueva clavando por los terrenos de dentro, nueva ovación y el último par con los mismos colores del anterior al quiebro si bien ha de realizarlo al segundo intento, porque le toro no obedeció en el primero, pasó en falso y con rapidez y en corto quebró y clavó en todo lo alto.


La faena empieza con dos doblones genuflexos que no logran hacer doblar al toro con ideas más que propias.
Le saca a las afueras y allí le instrumenta cuatro buenos redondos rematados con el de pecho que son ovacionados y hacen sonar la música maestrante.
El toro en la siguiente serie quiere irse en el primer pase, pero Ferrera inteligentemente le va ganado un paso en cada pase hasta lograr que la serie fuera ligada. Acaba con el pecho de pitón a rabo.
Prueba, cómo es obligado con la izquierda pero el toro le corta y le aprieta por lo que vuelva a la diestra consiguiendo una serie a base de taparle la cara y ganarle un paso en cada pase. Finalmente el toro se raja y huye.
Ferrera harto de persecuciones se va a por el estoque de verdad y tras ponerse una muñequera protésica entra en terreno perpendicular a las tablas fallando a causa de pinchar hueso y resbalar la empuñadura del estoque.. Buscando la suerte natural nuevamente encuentra hueso y finalmente en la suerte contraria logra una estocada contraria que no es suficiente lo que obliga a nueva entrada en la suerte natural fallando nuevamente si bien el manso y complicado animal dobla, más por cansancio, al tiempo que suena el aviso. El puntillero que a punto está de levantarlo al acercarse por delante, acierta al primer envite. La labor del espada es silenciada.


El segundo de su lote es un toro con el hierro de la Dehesilla
Es en el tercio de banderillas donde Ferrera destaca por dominarlo consecuente al conocimiento de terrenos apoyado en sus envidiables y portentosas facultades físicas.
Comienza citando de espaldas y tras quebrar al toro, que venía como un tren, en el embroque clava en todo lo alto lo que logró poner al público de la Maestranza en pie. Volvió a repetir suerte pero esta vez sin quiebro clavando en todo lo alto. Levantando nuevamente a la concurrencia en el último encuentro rehiletero donde también al quiebro, pero ahora cerrado en tablas se jugó la vida este diestro ibicenco-extremeño que como los buenos conquistadores venía a por todas.


Definitivamente se había ganado al público.
Descubriendo prontamente que el pitón bueno del toro era el derecho comenzó por redondos sufriendo una colada que enervó al espada y le motivó en su intento de hacer las cosas bien a un toro que empezó a rajarse a raíz del poderoso tercio de banderillas.
Le hizo las cosas perfectas, bajándole la mano cuando tenía que hacerlo, con la finalidad de poder ligar los pases a un toro que se salía de la suerte al no querer pelea consecuencia de su mansedumbre.
Mató de media efectiva, aunque deficiente, y el público que aún tenia en su mente el susto del derribo en el burladero, los buenos pares de banderillas, la forma de sujetar al más que huidizo primero, lo implementó con lo realizado a este último y pidió la oreja de forma tan mayoritaria que el presidente no dudó en conceder.
El toro fue aplaudido, a pesar de su mansedumbre, en el arrastre lo que nos vuelve a defraudar de este entendido público, sobre el papel, de Sevilla.

ANTONIO BARRERA

El tercero de la tarde le pusieron de nombre Bolillo es negro y pertenece al hierro de la Dehesilla. Tiene una romana de 565 kilos.
Antonio Barrera le recibe con cuatro excelentes verónicas que remata con una buena media.


El toro que resultó el más bravo para las cabalgaduras se arranca con prontitud y de largo a la del picador Carlos Pérez quien lo toma bien aunque trasero. Tras la segunda entrada, también con prontitud, Uceda hace su quite a base de tres chicuelinas rematadas con una media que resulta deslucida por acostarse el toro en ella.
En banderillas lidia con efectividad Pepín Monge, mientras parean Juanito Reyes que cumple con el cometido, mientras que El Niño de Santa Rita pone un solo palitroque.
El diestro del barrio de la Macarena brinda a la concurrencia y comienza su faena con dos pases cambiados de espaldas que resultan laboriosos por la tardanza en la embestida del toro.
Al torear por redondos el toro acusa el defecto de pararse en la mitad del pase con lo que desconcierta al torero, no obstante lo cual, logra dos tandas de tres rematadas con el de pecho.
Opta por el arrimón y en este terreno instrumenta una serie de redondos que son enganchados en el remate.
El toro se agota por momentos por lo que urge probar por naturales y Barrera logra tres, un ayudado y remata la tanda con el de pecho.
La predisposición del torero es evidente, pero al no lograr lucimiento se va a por el acero y entra en la suerte natural donde pincha sin soltar. Cambia de suerte y nuevo pinchazo y a la tercera en la suerte contraria logra una estocada entera que el público aplaude a pesar de estar tendida y trasera. Derriba al oponente sin puntilla. Aplausos por parte del público.

En su segundo oponente, empezó con unas gaoneras que demostraron solamente su disposición a triunfar en imperiosa necesidad, pero tras lidia no muy correcta llegó la faena de muleta, donde el diestro no fue capaz de aprovechar un pitón izquierdo potable, posiblemente asustado por la cogida que le propinó por el lado derecho al inicio de faena. Nunca se acopló con el descastado toro
Nada digno de reseñar salvo que recibió un aviso a causa de ponerse pesado con los aceros.
La ganadería brava, ahora en uno de los encastes emblemáticos, está que rezuma agua por todas partes. Y esto no presagia lo mejor en una feria de Abril en la Maestranza.
Las fotografías que ilustran la crónica son de Javier Barbancho


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