LA TIENTA DE HEMBRAS
LA TIENTA DE
HEMBRAS.
Por LUIS ALONSO
HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Conocida de
manera general como la tienta.
A lo largo de
mi ya longeva vida (octogenario) he asistido en diferentes fincas ganaderas de
bravo a esta prueba de bravura en hembras.
Se hace en
plazas construidas al efecto donde, a las novillas tras probar su
comportamiento ante el caballo de picar,
se las torea tanto de capote como de muleta.
Generalmente la
prueba la llevan a efecto toreros contrastados y, a mí entender, es un error
porque estos acuden a la tienta para lucirse ante las becerras y entrenarse en
su oficio, lo que va en detrimento del interés del ganadero que quiere ver el
comportamiento de la vaquilla ante el caballo de picar. Cuantos puyazos toma. Cómo
acude. Cómo sale del caballo y si se duele o no ante el castigo sufrido.
Algunos
ganaderos han optado por contratar a toreros modestos (generalmente
banderilleros) quien cumplen a “raja tabla” las instrucciones de los ganaderos
(convertidos en verdaderos directores de lidia) sobre el número de veces que ha
de entrar al caballo de picar y las distancias desde las que debe acudir a los
distintos posicionamientos del caballo.
En ocasiones me
he encontrado con la sorpresa que las becerras no han sido sometidas a la
suerte de varas porque esos ganaderos opinan que la suerte de varas ya no es
fundamental para el público que asiste a las corridas donde, lo que interesa,
es la faena de muleta.
El buen aficionado
se echaría las manos a la cabeza al considerar que: la verdadera bravura
de la futura madre se mide ante el caballo de picar.
¿Por qué se
tienta a las hembras? Porque se admite, como razón, como indiscutible, el hecho
de que la bravura es un carácter hereditario, si bien no siempre se cumple el
axioma de que: madres excelentes den toros excelentes y ese otro
de que madres desechadas en la tienta hubieran dado toros excelentes.
Algunos
ganaderos en su afán de afinar más, retientan a sus vacas a la edad de cuatro
años que es cuando se lidian a sus hijos en corrida en plaza.
Hoy día los
ganaderos modernos no exigen el silencio sepulcral a los espectadores que
acuden al tentadero por aquello de que las hembras a probar deben encontrarse
en las mismas condiciones que tiene sus productos en la corrida de toros donde
el ruido, colorido, movimientos de toreros y público suelen ser constantes, si
bien lo que sí suelen hacer( para evitar que se acuerden de su anterior pelea)
es realizar la retienta en otra placita de tientas distinta.
Algunos
ganaderías, como el caso de la del diestro “Miguelín” poseen dos
placitas de tientas, y los que no las poseen piden el favor a un ganadero amigo
para que le presten la placita de tientas.
La tienta
consiste en dar al animal a tentar, la querencia para ver si
despreciándola consiente en pelear a
contra querencia.
La querencia es
el sitio a que tiende a dirigirse el animal de manera natural. Sitios tales
como el aguadero, los pesebres del pienso o el lugar donde el
animal se encuentra a gusto al no ser molestado.
En la tienta en
plaza voy a tratar de diferenciar la tienta
de machos de la tienta de hembras.
Tienta de
machos:
Tiene por
finalidad seleccionar sementales que repondrán a los desechados por edad.
En la placita
únicamente está el picador.
Cuando se abre
la puerta del chiquero en que se encuentra el toro a tentar, el toro se
encuentra en la placita y es llamado por el picador. Cuando acude es castigado
con un puyazo
Si sale suelto,
nuevamente es llamado por el picador con la voz o haciendo sonar el estribo. Si
el toro sigue encelado apretando contra el peto, hay que sacarle y como no se
le puede torear, la operaciòn del quite se hace con unos ramitos de olivo
portado por los encargados de lidiar.
Nuevamente el
picador lo cita y el ganadero mide la distancia de arrancada, la prontitud en
acudir y la forma de apretar contra el peto del caballo.
Si no le ha
considerado con bravura suficiente en la suerte de varas, se le da puerta para
que salga al campo y continúe cumpliendo años hasta la edad de lidiarse como
toro en corrida convencional.
Si por el
contrario se le ha considerado bravo se le puede someter a la lidia con
capote y muleta hasta “quemarlo” y seleccionarlo como semental.
Tienta de
hembras:
Tiene por
finalidad seleccionar hembras que van a reponer las vacas viejas de vientre.
La secuencia
del tentadero es la siguiente:
- Selección
del número de hembras a tentar.
- Recogida
en campo con el auxilio de la parada de mansos.
- Llevada
del grupo a los corrales anexos a la plaza de tientas.
- Aislamiento
de cada erala en corral individual.
- Salida
a la placita de tientas donde la espera el picador mientras el resto de toreros
permaneces tapados en los burladeros.
- Cuando
entra en jurisdicción del picador éste la propina un refilonazo de la que suele
salir suelta. Nueva llamada y cuando acude, picotazo y así tras cada entrada.
- Ahora
la erala se piensa entrar ya que conoce que se la castiga.
Conclusiones sacadas del
comportamiento.
Si la erala es brava, ella sola se pone
en suerte y sufre 4,5,6, u 8 puyazos hasta que el ganadero considere que está
suficientemente probada.
El papel de los toreros queda reducido a
avisar de lejos con el capote; a hacer el quite si hay derribo; colear si es
preciso y en caso de necesidad dar unos capotazos para fijar a la erala o
ponerla en suerte , toreando con suavidad por alto.
Una vez vista en el comportamiento con
el caballo no importa torear a las que van al desecho pues las buenas serán
probadas con unos muletazos tratando de que no se desgracien.
Los toreros “figuras” que tientan tratan
de convencer a los ganaderos de que para orientar debidamente la selección no
basta con la suerte de varas sino que es necesario ver como la erala toma el
capote y la muleta.
Acabaré con narrarles como era la “prehistoria”
de la tienta.
D. Eulogio Oñoro tratante de ganado
bravo, poseedor de un encerradero en Torrelodones hacía así la tienta:
“Montado a caballo, se acercaba
sigilosamente a las ancas del animal y le lanzaba con furia el sombrero a las
patas; si era bravo se revolvía furioso y le tiraba un par de gañafones,
y si era manso salía corriendo como alma que lleva ale diablo”
Otro ganadero descubrió el sistema
llamado del jaco muerto.
El primer becerro le mató el caballo y
como no tenía otro caballo a mano, se le ocurrió atar una cuerda a la pata del
jaco muerto que se ponía en movimiento cuando con una cuerda tiraba de la pata
desde un burladero.
Otro ganadero de Guadalix usaba el
procedimiento de la gualdrapa.
En su plaza de tientas tenía una higuera
que respetó cuando la construyó. Esté árbol, poseía una rama que en sentido
horizontal se adentraba en la placita.
Sobre esta rama se asentaba un hombre que
dejaba colgar unas mantas.
Las vacas acudían a ellas y recibían el
puyazo correspondiente.