ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE
INDULTOS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ.
Veterinario y escritor
Ahora que se han prodigado los
INDULTOS he considerado llegado el momento de informar a mis lectores de los
conocimientos, que un servidor de ustedes tiene sobre este concepto, huyendo de
juzgar de manera crítica –crítico taurino nunca he sido, sí transcriptor
puntual de lo que vemos en la corrida de toros- si el indulto fue o no justo.
Nuestra cabaña brava por mor de
las exigencias de los toreros y de la necesidad que tienen los ganaderos de
vender sus camadas, ha sido y sigue siendo sometida a una involución de bravura, casta y caras y a una evolución de muchos kilos para enmascarar, de manera fraudulenta,
ese concepto borrado de algunos reglamentos taurinos de comunidades autónomas,
denominado TRAPÍO.
Por esta causa, se trata de
perdonar la vida a aquellos toros que en plaza han durado en la faena de muleta
sobre todo, ya que, desde hace años es éste el tercio valorado por encima de
todos los demás, para conceder trofeos a los diestros actuantes y para premiar
al principal protagonista de la Fiesta en su máxima culminación cual es el
INDULTO con el cual el toro (dejando un tanto en entredicho la labor selectiva
de su ganadero propietario), vuelve a la
dehesa o cortijo de su nacimiento para padrear y transmitir su bravura (axioma
no categórico) a su descendencia.
Siempre que este toro cumpla las
premisas que seguidamente les enumeraré el presidente podrá sacar el pañuelo de
color naranja en la contera del palco presidencial:
Trapío: configuración armónica del toro en su morfología y
arboladura seria, acorde con su encaste, con edad menor de los seis años y
más de cuatro que en ruedo sea admirado por su presencia y produzca miedo por
su comportamiento.
Excelente comportamiento en todas las fases de la lidia: atacando
de salida a los capotes ofrecidos por derecho sin pararse y repitiendo sin descanso hasta el remate de
su lidiador. Acudiendo de largo y con prontitud al caballo de picar, humillando
y apretando con los riñones e incluso romaneando, sin cabecear al peto y
recibir como mínimo dos puyazos sin rehuir el castigo. Entrando en derechura y
con prontitud al banderillero, humillando en el embroque y persiguiéndoles
hasta donde estos se vayan a refugiar. Realizando lo mismo en las tres
entradas. Y luego en la muleta acudir siempre con prontitud al ser llamado,
entrando con nobleza y seguir la muleta con el morro arrastrado por la arena
hasta donde lo mande su lidiador, soportando series por ambos pitones sin dudar
ni cansarse
Si el público pide el indulto de manera mayoritaria. Lo solicita el
torero que lo lidia. Da su conformidad el ganadero. Y el toro sigue embistiendo
sin dudar en ningún momento, pues …EL PRESIDENTE PUEDE EXHIBIR SIN TEMOR EL
PAÑUELO NARANJA.
El toro es introducido al corral
a través del pasillo de chiqueros y allí si hay mueco se le introduce en el
mismo con la finalidad de realizarle la
primera cura que le faculte para poder realizar con éxito el viaje a su
casa.
Cómo durante mi actividad profesional como veterinario taurino he
asistido a algún que otro toro indultado voy a narrar mi intervención con la
finalidad de que los veterinarios jóvenes tengan una especie de protocolo de
actuación.
Tras inmovilizar al toro, procedo
a la retirada de los arpones de las banderillas, no arrancarlos sino
abriendo la piel buscando el comienzo
del arpón.
Una vez extraídos procedemos a
explorar a dedo las heridas para ver las trayectorias, limpio con tijeras las
anfractuosidades y seguidamente limpio perfectamente las heridas con una
solución del permanganato potásico al 2 por 1000 aplicado a presión con jeringa
otorrinológica de humana adaptada al efecto.
Seguidamente me dispongo a
realizar una desinfección con la misma solución de
permanganato de las heridas producidas por los puyazos.
permanganato de las heridas producidas por los puyazos.
Cuando el toro ha sido lidiado padece un estado de SHOCK.
Se caracteriza por los siguientes parámetros:
-
Glucemia: Disminuida. Su
valor 0,3 % frente al 0,5% normal.
-
Acido láctico: Muy aumentado.
Su valor 65-75% frente al 5-20 % normal.
-
Lípidos totales: Aumentados. Su
valor 656 mlgr frente a los 350 mlgr normales.
-
Hematócrito: Aumentado. Su
valor 59-70 frente a 35-55 del toro normal.
Es una fase
peligrosa puesto el toro puede morir en ella
Si este estado de SHOCK es superado viene la fase de CONTRASHOCK que
está caracterizada porque la liberación de adrenalina
estimula al hipotálamo liberándose hormona
adrenocorticotropa (ACTH) que acelera la producción de glucocorticoides (cortisol y y corticoesterona).
Se caracteriza por los siguientes
parámetros:
-
Aumento de la temperatura
-
Hiperglucemia.
-
Leucocitosis.
Al cabo de los 2 días se pasa a la fase de
RESISTENCIA en que vuelven a la normalidad todos los parámetros a no ser que este equilibrio se rompa por una
infección o por reabsorción de productos tóxicos procedentes de los focos
traumáticos.
Finalmente viene la fase de AGOTAMIENTO con
infección generaliza, postración y muerte.
¿Qué debemos hacer?
1º.- Llevarlo a un sitio tranquilo lo ideal
sería introducirlo en un chiquero que tuviera buena ventilación.
2º.-Darle agua en abrevadero de agua
corriente donde añadiremos azúcar y electrolitos para contrarrestar la
hipoglucemia y hemoconcentración y combatir el estado de acidosis.
3º.- Espolvorear las heridas con
antibióticos y sulfamidas. No mojar las
heridas. Aplicar suero glucosalino y
aminoácidos con vitaminas B. Si hay hemorragia taponar las heridas.
Nunca
transfundir sangre.
Aplicar
analépticos (Remeflin). Aplicar corticoide a dosis pequeñas (Voren).
4º.- Esperar 24 horas para la primera
intervención quirúrgica.
NO
UTILIZAR NUNCA ANESTESIA GENERAL.
Tratar de
llegar al fondo de las heridas que miran al cielo tratando de darlas salida
hacia el suelo mediante sondaje, dejando implantadas las sondas.
Inyectar
un antibiótico de amplio espectro.
5º.- Al
cabo de las 48 horas, renovar los drenajes y ver procedimiento de curas.
Conveniencia de lavar las heridas drenadas con solución de sulfato de cobre
mediante jeringa a presión.
Una vez el toro en el cortijo, procedo a
abrir siempre de abajo arriba las heridas producidas por la puya mediante sonda cortante en busca del
fondo de la herida haciendo que salga por el comienzo de la herida inflingida
por la puya. Introducimos mediante pasacintas una venda de gasa impregnada de
betadine teniendo la precaución que drene perfectamente. Al día siguiente
introducimos en las heridas siempre por arriba unas pastillas de terramicina intrauterina
espumante.
En ocasiones las heridas, bien porque hayan
sido muy profundas en la suerte de varas o bien porque se hayan infectado, no
siguen una evolución favorable y estos casos nos vemos en la tesitura de tener que
operar nuevamente y este caso al hacerse más laboriosa la operación habremos de
anestesiar al toro.
Hace años lo hacíamos con Inmovilón utilizando como antagonista
el Revivón, pero cómo dichos
fármacos no disponen desde el año 1992 de autorización sanitaria de
comercialización ni se encuentran inscritos en el registro de especialidades
Farmacéuticas según establece el artículo 13.1 del real Decreto 109/1995 sobre
medicamentos veterinarios y que regula el artículo 9.1 de la ley 25/1990 de 20 de diciembre, del
Medicamento, hubimos de recurrir a otros fármacos de aplicación en la anestesia
de bóvidos tales como la
combinación de: fármacos alfa 2,
ketamina y zolacepam-tiletamina que
permite una anestesia segura, pero que presenta algunas
particularidades. La asociación de los cuatro productos permite, utilizando
volúmenes muy reducidos, conseguir un plano anestésico del animal muy profundo
y seguro.
Esta particularidad es importante, debido a la necesidad de aplicar el
anestésico en dardos con capacidad de no más de 5 ml.
Zolacepam-tiletamina (Zoletil 100) 500 mg
Ketamina (Imalgene 1000) 1000 mg
Detomidina (Domosedan) 80 mg
Mezclamos el Zoletil utilizando como diluyente 5 ml de Imalgene,
añadiendo al volumen de la mezcla 4 ml de detomidina. El volumen total obtenido
sería suficiente para la anestesia de un toro de 900 kg (9cc).
La caída del animal se produce muy rápidamente aproximadamente, entre 2 y
10 minutos. Es especialmente importante la aplicación de la mezcla
anestésica por vía intramuscular profunda, para que el efecto sinérgico de
los cuatro componentes permita la caída del animal.
UNA VEZ EN EL SUELO, EL TORO NO DEBE SER
ESTIMULADO HASTA QUE SE ENCUENTRE EN DECÚBITO LATERAL O CON LA CABEZA TOTALMENTE POSTRADA EN
EL SUELO, YA QUE SE PODRÍA LEVANTAR.
LOS ANIMALES NO PIERDEN LA CAPACIDAD DE REACCIÓN
NI LA VISIÓN HASTA
QUE EL EFECTO ANESTÉSICO ES COMPLETO; ES MUY PELIGROSO INTENTAR MANIPULARLOS
ANTES DE SU COMPLETO PLANO ANESTÉSICO.
Los toros comienzan a moverse a los 35-40 minutos pero sin presentar
riesgo de levantarse. En comparación con el efecto de la asociación
etorfina-detomidina, el animal permanece totalmente inconsciente, en un plano
anestésico más profundo, y con una optima relajación muscular, disminuyendo la
frecuencia cardiaca y respiratoria, siendo esta más superficial.
En caso de necesitar más tiempo de cirugía, a los primeros síntomas de
movimiento del toro podemos aplicar 1/3 de la dosis inicial por vía endovenosa
o 1/2 dosis inicial por vía intramuscular, prolongando el efecto de la
anestesia durante 40 minutos más. El tiempo de recuperación dependerá del
tiempo que ha transcurrido desde la administración de la mezcla; el efecto de
la detomidina es muy prolongado y es el encargado de mantener al animal
tumbado.
La asociación ketamina-tiletamina-zolazepam, tiene una duración
aproximada de 30-40 minutos, pero sin el efecto de la detomidina el animal
puede levantarse perfectamente. El tiempo de recuperación total puede oscilar
entre 10 y 50 minutos después de la antagonización, pero el animal permanece siempre en pie con un grado
variable de ataxia. La ataxia desaparece totalmente y el animal queda sin
ningún grado de sedación posterior.
La administración y la consiguiente absorción por vía subcutánea,
intraruminal, intraperitoneal o en dosis fraccionadas, no consigue el efecto
deseado.
En el caso en el que después de 40 minutos de la aplicación de la
mezcla, no se consiga la caída del animal, se puede repetir el procedimiento
con la dosis total de los anestésicos, teniendo en cuenta el aumento de la
dosis del antagonista a la hora de la reversión de la anestesia.
Tabla 1,- Plano anestésico profundo.
Final
mg/ml ml mg
mg/ml mg/kg ml/100
ml/500
Imalgene 1000
|
100
|
5
|
500
|
56
|
0,56
|
0,6
|
2,8
|
Zoletil 100
|
250
|
28
|
0,28
|
||||
Domosdan
|
10
|
4
|
40
|
4
|
0,04
|
0,4
|
2,2
|
Suma 9
Tabla 2.-Plano anestésico superficial.
Final.
mg/ml ml mg
mg/ml mg/kg ml/100
ml/500
Imalgene 1000
|
100
|
4
|
400
|
44
|
0,44
|
0,4
|
2,2
|
Zoletil 100
|
250
|
28
|
0,28
|
||||
Domosedan
|
10
|
5
|
50
|
6
|
0,056
|
0,6
|
2,8
|
Suma 9
Tabla 3. Coste por vial, ml, dosis toro de
500 kilos.
€vial €/ml
€/ml
Ketamina
|
22,0
|
2,2
|
11,0
|
Tiletamina
|
13,5
|
2,7
|
13,5
|
Zolacepam
|
13,5
|
2,7
|
13,5
|
Detomidina
|
36,0
|
3,6
|
14,4
|
Atipemazol
|
11,6
|
||
Suma
|
85
|
22,8
|
52,4
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario