LA PRIMERA CORRIDA DEL CICLO FERIAL SAN MATEO 1975 EN VALLADOLID.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Con un tiempo infernal se celebró la corrida de toros a pesar de que caía agua nieve y hacía un frío terrible. La plaza registró una magnífica entrada sin duda porque el público quería ver la actuación de su paisano el diestro Roberto Domínguez, sin que les importara mucho la caída del cartel de Paco Camino que dio por terminada su temporada y fue sustituido por el mejicano Manolo Arruza.
Al frío hay que sumar las más de tres horas del festejo consecuencia de lo sucedido tras la salida del cuarto toro de Doña Mercedes Pérez Tabernero que lucía unos pitones como si de una corrida de rejones se tratare. Rafael de Paula sacó su superstición gitana, hizo señas de que el toro estaba reparado de la vista y se negó en rotundo a ir por él. Y transcurrieron los dos primeros tercios sin que el jerezano se acercara a su oponente. A la hora de la faena de muleta la cuadrilla de Paula compuesta por Chaves Flores, Almensilla y Pirfo rodeando al toro le capotearon en su afán de animar a su matador para que actuara. Paula hizo ademán de entrar a matar pero no encontró toro lo que le aumentó el pánico y ya quedó inmóvil esperando que sonaran los tres avisos y el toro fuera devuelto a corrales. Pero después de sonar los tres avisos el toro se negó en rotundo a seguir a los cabestros permaneciendo cerca de una hora en el ruedo mientras el frío reinante congelaba a los espectadores que se entretuvieron en lanzar las almohadillas al ruedo tratando de entrar en calor.
En su primero que era un toro noble, Paula trató de torear al redondo pero sin rematar ningún muletazo que por falta de temple fueron enganchados en el remate.
Rafael de Paula rodeado de guardias y bajo la luz de los focos, abandonó la plaza en medio de almohadillazos e improperios de un público que se sintió estafado con su actuación.
Roberto Domínguez hizo honor a medias a la expectación despertada. De capote toreó extraordinariamente a la verónica. Hizo su quite por chicuelinas lentas y de manos bajas intercalando delantales. Luego, con la muleta en la zurda, no terminó de profundizar pues en vez de embraguetarse echa a los toros para afuera y esto le deja descolocado para ligar el próximo pase. Sin embargo sí luce en los ayudados por bajo y en los pases tanto de castigo como de adorno, pero no se pasa los toros por la faja al tiempo que torea envarado y con el brazo izquierdo por los aires en los derechazos en vez de dejarlo naturalmente pegado al cuerpo y esto es síntoma de poca seguridad. Mató mal a sus dos toros pese lo cual la paisana presidencia le regaló una oreja en cada toro.
El mejicano Manolo Arruza cumplió con la difícil papeleta de sustituir a todo un Paco Camino. Banderilleó a sus dos toros con derroche de facultades, sobresaliendo un par de poder a poder y dos pares de dentro afuera. Fácil muletero. Cosechó una vuelta al ruedo en su primero y ovación en el último de su lote.
Los toros de Mercedes Pérez Tabernero de presentación desigual y con pitones sospechosos de manipulación. Muy nobles el primero y el quinto. Cumplieron el segundo tercero y sexto. El cuarto fue un manso de solemnidad al que Paula no quiso ni ver.
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