Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Parece inaudito que nuestra Fiesta “más nacional” haya de apoyarse en un personaje como “El Pana” cuando contamos con más de media docena de estrellas taurinas muchísimo más deslumbrantes.
Rodolfo Rodríguez "El Pana” el ex alcohólico panadero-sepulturero de Apizaco (México) que ha venido a España bajo la batuta de José Ibáñez, tras rehabilitarse como persona que no como torero.
Y también resulta inaudito que, un torero como “Morante de la Puebla”, el torero de “pellizco” más importante del panorama taurino nacional, haya de apoyarse en excentricidades e imitaciones para hacer olvidar sus fracasos en las Ferias de Sevilla y Madrid de la pasada temporada, que le hicieron desaparecer del mapa taurino español y buscar refugio en tierras mejicanas.
Pero en esta su “segunda vuelta” el estratega "Morante" ha utilizado el escaparate del Coliseo Vistaalegre en montaje tripartito Julio Norte- Suárez Illana-"Morante", para lograr su contratación en tres tardes en la Plaza de Las Ventas donde se le recuerda a pesar de su fracaso reciente en la pasada Corrida de la Beneficencia.
Arbitrariedades que en nada favorecen a que no se “venga al suelo” la Fiesta.
Y a pesar de toda esta parafernalia el coso que ahora ocupa lo que antes hiciera la carabanchelera "Plaza de la Oportunidad", no se llenó debido a que el cartel no ofrecía ni espectáculo artístico, ni mediático y eso que se contaba con los numerosos partidarios del torero de la Puebla, quienes a pesar de los pesares idolatran a su torero que indudablemente está más que sobrado de esencias taurinas y que ahora ha pregonado a los cuatro vientos que: “es más responsable consigo mismo” y que ahora viene con la sana intención de: “no engañar al público, empresas y a sí mismo”???.
Se ha tratado de un espectáculo descafeinado en todo: toreros; marco (pues la plaza no tiene solera, al perderla cuando se convirtió en un “multiusos” que lo mismo acoge un velódromo, que una cancha de baloncesto, que un abierto de tenis, o que un concierto monstruo y que definitivamente ha desterrado para siempre lo de que la: “corrida de toros se celebrara a las cinco de la tarde en medio de sol y moscas”; toros, pues algunos no debieron pasar el reconocimiento.
¡Un verdadero despropósito!
"El Pana" hoy por hoy, es un torero sin facultades físicas que se libra de las embestidas del toro a base de mantazos por alto, alguna que otra trinchera sin arte, medios pases sacando demasiado la parte de atrás de su anatomía y desplantes más que exagerados con la finalidad de encandilar a un público lerdo. Todo ello a pesar de que cuando se pone delante del toro, se transforma (como él mismo dice) en el “niño de la muerte” que no es otra cosa que una mezcla de extravagancia e inconsciencia, lo que irremisiblemente le lleva a “volar demasiado por los aires” jugando con el destino y con la cornada a la que no sólo ve como natural sino como necesaria para que haya emoción en la Fiesta, obviando la preparación y la técnica y optando por la “sin razón” y la quimera que ha venido desarrollando ante esos toros mexicanos que él mismo define como: “dotados de melancolía de asno y candidez de cabra”.
“Morante” suscitó entre sus partidarios la pasión de que hoy por hoy goza, debido a sus posturas de riñones metidos, apuntes, esbozos, pero una verdadera faena ante unos toros que “se dejaron” no la logró ni con el suplemento del sobrero en que creyó poder cimentar un triunfo que se le esfumó una vez más.
Con estos mimbres la corrida tan cacareada y anunciada con máximo boato estaba abocada a un fracaso a pesar de que “Morante” regalara antirreglamentariamente el sobrero y junto a “El Pana” se fumara un puro en presencia de todos los asistentes cuando acá en España está prohibido el fumar en locales cerrados.