Había terminado mi trabajo en Medina del Campo donde actuaba como uno de los componentes del Equipo Veterinario de Plaza encargado del reconocimiento de los astados de: un Concurso Nacional de cortes de novillos, una corrida de rejones, una de a pie y de todos los novillos que habían de salir en los encierros y probadillas en la plaza de toros a horas tan intempestivas como pueden ser la 1,00, las 7,00, las 9,30 de la mañana, que hacen larga, por el sueño acumulado, la semana de trabajo veterinario en estas fiestas medinenses.
Y, recordando tiempos antiguos, me encaminé como un aficionado más, a la baranda de los corrales de la plaza de toros del Paseo de Zorrilla con la finalidad de ver los toros que Nuñez del Cuvillo iba a lidiar, y yo iba a poder presenciar, en esa tarde penúltima del ciclo ferial de las Fiestas de San Lorenzo que, este año con buen criterio, el consistorio ha adelantado a los primeros días del mes de septiembre con la finalidad de asegurar una parte importante de lo que representa en la Fiesta de los Toros y en la Feria de Día, cual es el tiempo reinante.
Allí fotografié la corrida y hablé con algún que otro amigo y compañero veterinario que sigue en sus funciones en la plaza quien me enseñó las nuevas instalaciones que han construido en las antiguas dependencias de la, hoy desaparecida, casa del conserje. También departí, mientras tomábamos unos riberas en el bar de la plaza, con los buenos aficionados de siempre que suelen ir a estos eventos con la finalidad de ver al principal protagonista de la fiesta y con ello hacerse una idea “a priori” de lo que puede ser el festejo.
Como cada año, se encontraban allí los miembros de la Federación Taurina de Valladolid velando por los intereses de los aficionados en esa misión encomendada de hacer de “censores” entre ellos y la empresa. Al frente de los mismos el presidente quien me pidió un artículo para esa revista que año tras año edita y en la que escriben las plumas taurinas más importantes del mundo taurino vallisoletano y foráneo.¡Menudo dilema! me planteó el amigo Justo. El problema, para quienes lo hacemos a diario, no es escribir un artículo, es elegir un tema inédito e interesante para los lectores. De ahí que, tras repasar mentalmente lo leído en las revistas anteriores, me decidiera por actualizar, tras su fidedigna constatación, lo referente al lugar donde los protagonistas de la Fiesta en Valladolid, se enfrentan en lucha abierta tratando de demostrar su primacía.
Con toda seguridad que no hay un solo vallisoletano que no haya pasado por sus aledaños y por tanto conozca nuestra Plaza de Toros por fuera. Pero no serán todos los que conozcan la verdadera historia de la misma. Historia que es muy posible desconozcan muchos de los que se califican de "taurinos de pro", como he podido comprobar a través de aquellas veces que, con demasiada superficialidad, se ha tocado el tema en coloquios taurinos.
Y estas circunstancias son las que me han movido a indagar sobre el particular y llegar a las conclusiones fehacientes siguientes:
Fue en la Feria del año 1890 en la que se inauguró el coso del Paseo de Zorrilla. Coso que vino a sustituir al que existía en la Plaza de Fabionelli (después Cuartel de la Guardia Civil) al considerársele como insuficiente a pesar de sus más de 9.000 localidades de aforo. Era éste, un edifico de forma octogonal que fue construido en el año 1833 a base de piedra, ladrillo y madera con fines exclusivos taurinos. Fue inaugurado un año después en corrida con actuaciones de los diestros "Paquiro" y "El Salmantino" si bien cuando perdió su funcionalidad fue habilitado para viviendas.
La plaza es de propiedad privada con participaciones distintas entre los hijos de don Isidro Ortuño "Jumillano",quien la adquirió el 13 de julio del año 1956 al hacerse con la totalidad de las acciones de la "Sociedad Taurina de Valladolid. S.A" siendo el socio mayoritario Emilio Ortuño si bien el otro accionista es la hermana del diestro casada con el torero Paco Corpas. En algunas ocasiones fue el propio Emilio el empresario de la propiedad si bien desde hace una decena de años suelen alquilarla a grandes trust taurinos.
Se ha arreglado lo que antes era la casa del conserje que ha dado paso a unas oficinas modernas, anexas a las cuales están la sala de "deliberación" post-reconocimientos de presidente y veterinarios de corridas y una amplia sala de juntas.
La circunferencia total del edificio tiene un diámetro de noventa metros en un polígono de cincuenta lados que alberga el tendido y dos pisos cubiertos, además de un ruedo de cincuenta metros, separado de los espectadores por un callejón de dos metros.
PLAZA DE TOROS DE VALLADOLID.
Ferias y Fiestas de septiembre de 1890.
(Inauguración de la Plaza de Toros).
LAGARTIJO - GUERRITA - ESPARTERO
En ese ciclo ferial los toros lidiados pertenecían a :
Ganaderías
Primera corrida, 6 toros del Marqués de Saltillo.(20 de septiembre de 1890)
Segunda corrida, 6 toros del Conde la Patilla.(23 de septiembre de 1890) (Mano a mano entre Lagartijo y Espartero). Murieron 7 caballos.
Tercera corrida, 6 toros del Duque de Veragua.(24 de septiembre de 1890). (Lagartijo, Espartero y Guerrita).Murieron 11 caballos.
Cuarta corrida, 6 toros de don Faustino Murube.(25 de septiembre de 1890). (Mano a mano entre Lagartijo y Espartero). Murieron 8 caballos.
La corrida inaugural tuvo lugar a las tres y media de la tarde del día 20 de septiembre del año 1890, con lleno absoluto y con el cartel siguiente:
Seis toros del excelentísimo marqués de Saltillo que salieron por el siguiente orden con los nombres:
"Aguilillo", "Zurdito", "Porvaredo", "Vinatero", "Castellano" y "Cristino".
Fueron lidiados por los diestros:
Rafael Molina "Lagartijo".
Manuel García "Espartero".
Rafael Guerra "Guerrita".
Cuyas cuadrillas estaban compuestas por:
Picadores
Manuel Calderón y Juan Rodríguez "El de los gallos" Joaquín Trigo y Manuel Moreno Francisco Fuentes y Antonio Bejarano "Pegote".
Banderilleros
Juan Molina, Antonio Pérez "Ostión", Manuel Antolin, Rafael Martínez "Manene Chico", Julián Sánchez, Antonio García "Morenito", José Malaver, José Roger "Valencia", Miguel Almendro, Ricardo Verduti "Primitivo", Rafael Rodríguez "Mogino", y Antonio Guerra.
Puntilleros
José Torrijos "Pepín", Antonio Ruiz "Sargento", y Joaquín del Río "Alones".
Presidente
Don Jerónimo Marín Gobernador Civil de la provincia.
Así fue la invitación cursada por Consistorio vallisoletano para aistir a la Corrida, que con toros de Carlos Núñez de la "Iruela" se celebró en el año del Centenario de la Plaza.
El primer toro que salió por chiqueros, justo al lado de ese "garigolo" que vemos protegido delosrayos solares por un toldo, y que era el lugar donde estaban los alguaciles encargados de despejar el ruedo y donde retenían hasta la terminación del festejo a los que alteraran el orden en el ruedo) se llamaba "Aguilillo" y era del Marqués de Saltillo.
El primer par de banderillas a manos de Antonio Pérez "Ostión".
La primera oreja cortada en él, pertenecía al toro llamado "Reposo" de Muruve, y tuvo lugar en la corrida del día 25 de septiembre del 1890. Fue concedida al diestro (entonces sí lo eran) "Espartero" (Manuel García Cuesta), ese sevillano (nacido 18 de enero de 1865 y + 26 de mayo de 1894) al que se debe la célebre frase de: "Más cornadas da el hambre". El mismo que tomó dos veces la alternativa en el lapso de tiempo de 28 días de manos del mismo padrino que no fue otro que el no menos diestro Antonio Carmona "El Gordito". El torero de más valor que ha dado la historia de ahí la frase de: "Tiene más valor que Espartero" y que haciendo gala del mismo murió en Madrid a cuernos del toro miureño "Perdigón" en manos de las asistencias a la vez que lo hacía su oponente. .
El número de varas tomadas por los seis toros fueron cuarenta y tres.
El último toro del día de la inauguración fue devuelto a los corrales por exigencias injustificables, tras haber tomado cinco varas. Al salir por toriles un toro ligero de carnes y astillado, se reanudó la bronca, pero fue finalmente lidiado sin alteración alguna.
Como detalles adicionales diré que:
La inauguración se hizo en la tarde del 20 de septiembre de 1890 a causa de que el diestro Rafael Guerra "Guerrita" tenía compromisos anteriores con la plaza de Madrid y no podía tomar parte en la corrida del día 21.
Los diestros "Lagartijo" y "Guerrita" regalaron a la empresa los atalajes completos de las mulillas de arrastre.
Lo que cobraron los toreros en esa feria fueron:
Lagartijo: 20.000 pesetas por cuatro corridas.
Espartero: 12.000 pesetas por cuatro corridas.
Guerrita: 8.000 pesetas por dos actuaciones.
Los ganaderos por su parte cobraron:
Marqués de Saltillo: 12.000 pesetas.
Conde de la Patilla: 10.500 pesetas.
Duque de Veragua: 12.000 pesetas
Faustino Muruve: 11.250 pesetas.
Los espectadores hubieron de "apoquinar" en taquilla la sustanciosa cifra de tres pesetas por tendido indistinto de sol o sombra para ver el espectáculo que se brindó durante dos horas y cuarto.
Finalmente he de recordar a quien quiera saber más sobre esta joya arquitectónica del estilo "románico del ladrillo" con pinceladas de estilo "neo-mudéjar", que mi padrino de alternativa como escritor taurino y amigo, D. Emilio Casares Herrero tiene una obra titulada Historia de la Plaza de Toros de Valladolid donde trata con toda profundidad el tema y a quien quiero dedicar el artículo, ahora que tras rebasar los noventa años, no puede dedicarse a su pasión que, no es otra que la taurina.
¡Va por usted, Don Emilio!.
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