LA CORRIDA DEL DIA DEL PATRÓN EN MADRID EN EL CICLO 2011.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
En el antiguo reglamento de Espectáculos Taurinos aprobado por Orden del Ministerio de la Gobernación de 15 de marzo de 1962 (BOE. Número 68) el Artículo 74 decía respecto a la edad:
“las reses que se destinen a la lidia para las corridas de toros habrán de tener de cuatro a seis años, a cuyo efecto, una vez terminada la corrida, en el reconocimiento “post-mortem” que realicen los Veterinarios de servicio comprobarán que los toros tienen como mínimo los seis dientes permanentes completamente desarrollados”
El Artículo 47 en su apartado g) decía:
“Certificado expedido por el dueño de la ganadería, su administrador o representante legal extraída del libro de la misma, en la que se haga constar fecha de nacimiento, nombre y reseña de todas y cada una de las reses que hayan de lidiarse, incluso sobreros”
Pero posteriormente el artículo 74 quedó limitado a que las reses a lidiar en corrida de toros debían tener cuatro años cumplidos en el momento de la lidia, con lo que se recortó drásticamente las posibilidades de ver una verdadera corrida de toros acorde con el refrán de “el toro de cinco años”.
En la corrida de toros del hierro de Núñez del Cuvillo de ayer en Las Ventas, el toro estuvo por debajo del nivel exigido hasta ahora, de ahí las protestas del tendido 7.
Era una corrida a lidiar por figurones del toreo como Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, acompañados por un confirmante de alternativa de nacionalidad mexicana, Arturo Saldivar.
Gente importante en los tendidos, entre ellas La Presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre que como aficionada tomaría nota de lo acontecido en la plaza propiedad de su Comunidad con respecto al ganado y la inhibición de los figurones del toreo.
El primer toro que saltó al ruedo no tenía el trapío necesario para Madrid de ahí que fuera protestado por el tendido 7 cada vez que pasaba por delante de él.
Ante semejante astado, Morante de la Puebla que luce un vestido verde y oro con los cabos blancos, no se decide a estirarse en su toreo de capote por lo que aparecen las primeras palmas de tango en los tendidos.
En la suerte de varas, el piquero Aurelio Cruz, se agarra trasero con lo que se recrudecen las palmas de tango.
Cuando el presidente del festejo Trinidad López-Pastor saca el pañuelo blanco para el cambio de tercio, aparecen los primeros pañuelos verdes en los tendidos.
En banderillas el único que se libró de la terna; “Lili” que fue quien lidió, Sobrino y Araujo, fue Francisco Javier Sánchez Araujo que mostró la efectividad de siempre en la colocación de los garapullos.
Morante comienza la faena con dos doblones. A la salida del último el toro clava los pitones en la arena.
Sigue por redondos. Un redondo que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha en la que el toro, a la salida del mismo, se cae.
El de la Puebla, sigue por redondos. Dos pases sin ajuste alguno. El toro se para. Un redondo suelto. Un pase por alto despegado.
Comienza su faena de aliño con pases de pitón a pitón.
Como salió con el estoque de matar, aprovecha que el toro medio cuadra en la suerte natural y logra un pinchazo arriba que al estar agarrado hace mella en el medio toro que se acula en tablas para ser capoteado por los banderilleros.
Morante acierta al primer golpe de verduguillo y los pitos hacen aparición en los tendidos para premiar al figurón del escalafón.
Alejandro Talavante no le anduvo a la zaga al diestro de Puebla del Río. Estuvo como cansino y desganado toda la tarde, dejándose enganchar en exceso tanto el capote como la muleta y como no estuvo acertado con los aceros su labor fue silvada.
El único que estuvo en torero con ganas fue el mexicano Arturo Saldivar que en el primero de haber durado su oponente un poco más, haber tenido un poco más de motor y no haber sido el primero en la lidia, hubiera podido cortar una oreja.
En el último de la corrida me voy a permitir narrar pormenorizadamente la faena para que disfruten con ellas sus paisanos mexicanos que siguen este blog.
Sale el sexto y último toro de la tarde. No 13. “Asturiano” 556 kilos. Con el hierro de Núñez del Cuvillo.
En la suerte de varas, pica Plácido Sandoval “Tito”.
Saldívar andándole para atrás con torería y con lances por la cara sin cruzar lo lleva a la jurisdicción del piquero. Plácido se agarra perfectamente arriba y receta una vara excesivamente larga según mi criterio a pesar de que desde el primer momento levantó la tensión de su fuerza sobre la puya aunque sin retirar el hierro de la herida producida.
El toro aprieta hacia los adentros y desde esos terrenos se vuelve a arrancar al caballo para que “Tito” se agarre nuevamente arriba para no pegarle, no obstante lo cual el toro se quebranta al quedarse dormido bajo el peto.
En banderillas con lidia de Víctor Hugo Saugar “Pirri”, parean, Pablo Antonio Saugar “Pirri” quien ganándole la cara deja el par arriba. Ricardo Quintana “Kaito” clava arriba a pesar de que el toro le pone los pitones en el cuello. Cierra Pablo Antonio ganándole la cara y prendiendo arriba. Aplausos de la concurrencia.
Nueva distancia. Echa la muleta muy bien al toro que duda en la embestida. Nueva distancia. Cita con la muleta cogida por el centro del estaquillador. Dos naturales mandando muy largo al toro en el remate.
El toro finalmente se raja y se refugia en las tablas.
Se va en busca del estoque de matar. El toro completamente rajado es laborioso y difícil sacarlo de las tablas.
Logra sacarlo hasta la altura de la raya de dentro. Allí entra a matar.
El toro se acula en tablas y allí entra a matar en un terreno poco propicio ya que el toro está perpendicular a las tablas. Pinchazo arriba sin soltar.
Saldivar se va al centro del ruedo para recoger la montera en el momento que recibe una gran ovación.
Ha estado a punto de haber logrado un triunfo importante.
Ha estado “en novillero” como se dice por estos lares. Se la ha jugado en los dos toros de ahí que tenga que salir al tercio a recibir la ovación que el público merecidamente le tributa.
Cuando abandonan el ruedo, Morante es despedido con pitos lo mismo que Talante.
Arturo Saldivar es despedido con una gran ovación y se le espera con expectación en Madrid.
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