LA BRAVURA DEL TORO
SEGÚN D. ALVARO DOMECQD. Alvarro Domecq es más que un escritor. Es un investigador de la
bravura del toro, pero cuya investigación va a contrapelo de la
forma normal de investigar, ya que él, parte de la base de que:”
el toro de hoy es más bravo que el de ayer”.Alguien en cierta ocasión propuso lo que llamó Las Edades
históricas del toro y las clasificó así:Edad Antigua: con vigencia desde su aparición hasta el reinado de
“Frascuelo” y “Lagartijo”Edad Media : cuyo fin marcado por la retirada de “Machaquito”
y “Bombita”.Edad Moderna: que va desde “Joselito” y Belmonte hasta
la aparición de “Manolete”.Edad Contemporánea: va desde “Manolete” hasta nuestros
días.El toro era bravo en cada época acorde con el toreo que se
practicaba. Es natural que el toro antiguo fuera “bronco”,
“fiero”, “salvaje”, en parte porque la selección
dimanaba de la naturaleza que hacía sementales a los más fuertes de
la manada y los toreros no estaban tan profesionalizados como ahora,
por lo cual sus exigencias eran mínimas, pues no podían imponer
ningún tipo de toro. Toreaban lo que había a base trapazos
preparativos de la suerte de matar que era de lo que se trataba.Cuando los toreros empezaron a mandar en la Fiesta, ya ellos exigían
un tipo de toro más “bonachón”, “menos fiero”, bravo
pero manejable al tiempo que se fue perdiendo cornamenta ya que eran
los cuernos quienes herían.Y estos condicionamientos fueron en aumento a favor de los toreros y
en detrimento y perjuicio de los aficionados que veían como cada vez
los toreros eran menos toreros y los toros menos toros y menos
bravos si entendemos por ello los toros nobles y sin malas ideas.Y los aficionados fueron dejando a un lado su afición por sentirse
engañados mientras otros espectadores asistían a las corridas de
toros a veces por motivos más sociales que taurinos y estos
neo-taurinos fueron decantándose por la faena de muleta artística y
larga (cincuenta o cien pases) que como es natural requerían un tipo
de toro que estuviera tocado por la “varita mágica” de la
“toreabilidad”.Y esa “toreabilidad” es la que D. Alvaro considera como
bravura, carente en los toros antiguos que al tener “fiereza”
y no “tontez” embestían en forma de “arreones”
y destrozaban materialmente a los toreros cogidos porque su
temperamento e intenciones de bravo le llevaban a eso, en
contraposición con los toros de la “Edad Contemporánea” donde
estas “babosas” sin cuernos, carecen de malas ideas ya
que en la selección han cuidado de que su bravura se decante del
lado de la nobleza y la tontez.Son toros más bravos que los de antes si entendemos por BRAVURA: “la
fiereza domeñada por la mano del hombre en el sentido de conseguir
toros que den espectáculo” que es el concepto que D. Álvaro
logró conseguir en sus investigaciones sobre la bravura del toro de
lidia.
D. Álvaro Domecq Diez fue un
ganadero de reses bravas, rejoneador , empresario creador de un
encaste propio (Torrestrella) Licenciado en Derecho. Escritor.
Nació
el día 1 de julio de 1917 en Jerez de la Frontera y murió en Medina
Sidonia (Cádiz) el 5 de octubre del 2005.
Casado
con María Josefa Romero.
D. Álvaro Domecq Diez fue un ganadero de reses bravas, rejoneador , empresario creador de un encaste propio (Torrestrella) Licenciado en Derecho. Escritor.
Nació el día 1 de julio de 1917 en Jerez de la Frontera y murió en Medina Sidonia (Cádiz) el 5 de octubre del 2005.
Casado con María Josefa Romero.