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jueves, 22 de mayo de 2008

LA CORRIDA DEL CORPUS EN GRANADA 2008.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Bajo la presidencia del Sr. Pérez Florencio se celebró en Granada la tradicional Corrida del Corpus.
Una corrida de garantía con el hierro de Zalduendo, iba a ser lidiada por tres figurones del toreo como son:
Ponce (azul pavo y oro).
El Cid (azul eléctrico y oro).
El Fandi (azul purísima y oro)
A pesar de ello no hubo lleno absoluto, pues la verdad es que con las retransmisiones televisivas de los ciclos de la Feria de Sevilla y el ahora de San Isidro en Madrid, los aficionados tienen más que matado el gusanillo taurino y además se ahorran esos euros que con la carestía de la vida están haciendo estragos en las economías de los menos potentados.
Si primero se sumó a los experimentos Canal + con el acontecimiento del análisis de la saliva de Jesuli de Torrecera, ahora Canal Sur, no ha querido ser menos y ha colocado un micrófono en la grupa del caballo de picar que montaría Manuel Quinta para escuchar el resoplar del toro y los quejidos del caballo en sus encuentros de la suerte de varas.
¿Para que sirve esto? Imaginamos que para conseguir audiencia de lerdos.
Hubo bailes de corrales de los que culpan al nuevo equipo de veterinarios que por lo leido: "no deben estar muy puestos en estos temas taurinos", cuando a lo mejor es que: están dispuestos a cumplir el Reglamento. ¡Cualquiera sabe!
Lo cierto es que tras realizar el paseíllo, en el cual el torero local, El Fandi luce un precioso capote de paseo con el imagen de la Virgen de las Angustias, sale el primer toro de la tarde que responde por Destilado marcado con el nº 164 y con un peso de 525 que ha de lidiar Enrique Ponce.
El diestro de Chiva, se estira con cuatro verónicas que remata con la media, ante un toro que está dotado de un buen tranco.
Tras llevarlo con lances por la cara sin cruzar, a la jurisdicción del picador, lo remata con un recorte vistoso y efectivo.
Pica Manuel Quinta quien se agarra arriba cuando el toro empuja con buen estilo.
A la salida, el toro muy parado, es quitado por Ponce con dos verónicas que remata con la media de buena factura.
En banderillas con la lidia de Antonio Tejero, parean Mariano de la Viña que coloca dos pares buenos y José María Tejero que coloca su par perfecto de ejecución y colocación. Un buen tercio.
Ponce comienza su faena de muleta con un pase por alto de rodilla flexionada. Sigue con dos pases por debajo de rodilla flexionada que remata con un pase de pecho, para seguir con un redondo y e doble pase de pecho.










Da distancia al toro.
Se acerca para administrar tres redondos que resultan enganchados en el remate.
Una serie más de tres redondos, que resultan difíciles de templar y que son rematados con el de pecho.









Con la muleta en la zurda: una serie de tres naturales buenos, dos más y el de pecho buenísimo, por la despaciosidad y la largura.
Se distancia del toro. Un molinete. Vuelve a distanciarse, otro molinete. El toro se para. Tres redondos. Uno circular que remata con el de pecho ejecutado con la mano derecha.
Vuelve a dar distancia al toro, para cercarse y recetar un trincherazo. El toro se para. Cuatro derechazos, un circular, cambio de mano sobre la marcha para dar un natural y abrochar con el de pecho.








El toro comienza puntear en las cercanías. Un doblón, un trincherazo con la mano izquierda y un natural.
Cuando trata de cuadrarlo, se le arranca.
Unos ayudados por bajo para castigarlo y quitarle fuerza.
En la suerte natural estocada arriba trasera de la que el toro cae rodado.
Aparecen los pañuelos pidiendo la oreja que el presidente concede.

El segundo de su lote que es el cuarto de la corrida tiene por nombre, Pasguato, marcado con el nº 133 y pesa 563 kilos. Sale con muchos pies.
Ponce le saluda con cuatro lances de rodilla flexionada, de los que sale suelto. Continúa con tres verónicas, en las que el toro humilla y que remata con una media de buena factura aunque carente de ajuste. El toro muestra escasez de fuerzas.
Ponce con suavidad lo lleva al caballo que monta Antonio Saavedra quien se agarra arriba.
Ponce omite su quite para con dos lances volverlo a poner en suerte. El piquero se agarra arriba y Ponce se desmontera para pedir el cambio de tercio.
En banderillas con la lidia de Mariano de la Viña, parean con brillantez los hermanos Tejero que ponen unos excelentes pares de banderillas en tercio lucido.
Ponce brinda al público cayendo la montera boca arriba lo que no preocupa al espada.
Ponce comienza como siempre con tres pases, contrario, natural, contrario prolongado con cambio de mano, flexionando la pierna de entrada.
Citando por redondos se le cuela en el primero. En el segundo se para.
Continúa por redondos en los que pierde más pasos de los requeridos porque no quiere ligarlos. Dos más sueltos y remata con el de pecho.
Con la muleta en la zurda, comienza con un pase de pecho para seguir con dos naturales sueltos y a media altura que remata con el de pecho.









El viento arrecia y Ponce ha de ir a la barrera para mojar la pañosa. De regreso naturales donde ha de tocar con fuerza al toro para que se arranque y conseguir tres no muy ligados y el de pecho final.
Nueva serie de tres naturales, el tercero enganchado, que remata con un afarolado y el doble de pecho.
Con la mano derecha logra tres redondos. Uno circular. El toro se para. Uno muy lento y el de pecho.









Nuevamente la muleta en la zurda tratando de buscar la oreja que le propicie la salida por la puerta grande. Serie de cinco naturales de uno en uno conseguidos a base de tirarle la muleta al hocico, que remata con uno de pecho de rodillas.
Muy valiente se pone de hinojos y de espaldas a la cara del toro. Tras levantarse dos pases de pecho y sigue con un abaniqueo elegante y artístico que pone a la gente de pie.
En la suerte natural, pinchazo arriba. Suena un aviso.
Otro pinchazo arriba que escupe.
Otro más, algo más hondo que también escupe.
El toro se cuala a tablas y allí va Ponce para descabellar. Falla en el primer intento para acertar en el segundo.
Gran ovación del público granadino que le obliga a dar la vuelta al rudo por la gran faena realizada.

El segundo toro de la tarde, se llama Diferente y con él se estira El Cid en cinco verónicas en las que puede verse que el toro se acuesta por el pitón derecho. Remata con una media
Con lances templados por la cara lo lleva al caballo que monta, Luis Alberto Parrón quien se agarra arriba en el primer encuentro para de inmediato levantar el palo.
Lo mima El Cid en lances por arriba y con mucho temple, a pesar de lo cual pierde las manos.
Pide el cambio de tercio.
Con la lidia de El Boni, realizan un buen tercio Alcalareño y Pirri.
La faena la comienza El Cid con tres pases por alto.
Continúa por redondos en serie de tres en el último de los cuales el toro le avisa. En el cuarto se cae. El quinto lo remata por encima de la pala del pitón y finalmente ejecuta el pase de pecho.
El toro busca al diestro por lo que hay que torearlo con la cara muy tapada con la muleta.
Dos redondos. Otro más y el de pecho a un toro que cada vez es más complicado.
Con la zurda: comienza El Cid ayudándose con el estoque simulado en el primero para seguidamente realizar una serie de cuatro naturales sin ligar que culmina con un afarolado y el de pecho.









Nueva serie de tres y el de pecho en la que el toro no ha descolgado
Continúa en una serie de cuatro naturales largos. Se cruza tratando de encontrar el sitio, pero sin encontrarlo logra cuatro naturales que termina con dos trincheras que resultan enganchadas.









El Cid ha realizado una faena muy profesional a un toro muy complicado.
En la suerte natural pinchazo hondo arriba ante la espera del toro con la cara por las nubes.
En la suerte contraria vuelve a pinchar arriba. Nuevamente en la contraria estocada casi entera que resulta trasera y de la que el toro rueda sin puntilla. Aplausos.

Su segundo que es el cuarto de la corrida, se llama Fuerte, está marcado con el nº 169 y su peso 518 kilos. Sale suelto en las cuatro primeras verónicas que rematadas con una media muy aplaudida, le receta El Cid.
El toro ha vuelto al revés.
Su matador lo lleva con lances muy suaves y sin molestarle lo más mínimo, al caballo que monta Manuel Espinosa que se agarra trasero mientras el toro empuja con la cara alta. El Cid pide el cambio de tercio.
En banderillas con la lidia de Alcalareño, El Boni pone dos grandes pares que le valen el desmonterado.
Tras el brindis al público, El Cid le da distancia para citarlo por redondos. Aguanta la primera embestida y lo vacía. En los dos siguientes el toro puntea mientras en el remate con el pase de pecho el toro lo busca y protesta.
Sigue con un pase de pecho, cuatro redondos que remate con el de pecho.








Lo da distancia para tomarlo con la mano izquierda en una serie de tres naturales que resultan aseados. Dos buenos que vacía por encima de la pala del pitón y que abrocha con el de pecho protestado por el toro.








Nueva serie de cuatro naturales que remata con el de pecho.
La muleta en la derecha en su afán de lograr triunfar con un toro. Hace el péndulo antes de ligar tres redondos a un toro muy complicado por parado.








El toro agotado ya no quiere colaborar por lo que El Cid se perfila y en la suerte contraria pincha arriba. Nuevo pinchazo ahora en la suerte natural. Suenan algunos pitos. Suerte natural un pinchazo hondo que le sirve para poder descabellar acertando a la primera.

El tercer toro de la tarde es recibido por El Fandi con una larga cambiada que continúa con una serie de verónicas en las que el toro da saltos en el remate del lance y con la que logra sacarlo para afuera.
Con cuatro chicuelinas al paso rematadas con una revolera lo pone en suerte al caballo que monta Juan de Dios Quinta que tras agarrase arriba levanta de inmediato el palo.
Con la lidia de Óscar Padilla El Fandi se dispone a realizar su tercio rey.
El primer par adornados con los papelillos de Granada, el toro se arranca el torero se para, se vuelve de pronto y coloca un gran par en todo lo alto.
El segundo con el toro arrancado lo quiebra por dos veces. El toro en el burladero y El Fandi en el centro del ruedo, como no se arranca el torero se sube al estribo y corriendo hacia atrás en lo que se ha dado en llamar “la moviola” coloca un gran par arriba.
El tercero arrancando desde el estribo pone un gran par al violin.
El toro no quiere seguir al torero que trata de juguetear con él para seguidamente, como es habitual, pararlo.
En su brindis al público, la montera cae boca arriba para voltearla seguidamente con la punta del estoque simulado.
Moja la muleta tras cambiarla por otra de más cuerpo ya que el viento molesta. Con pases por delante sin cruzar saca al toro a los medios y allí por redondos le administra una serie de dos en la que el toro entra rebrincado. Tres más, en la que en el último al cambiarle de mano el toro se cae. Tres nuevos con cambio de mano y el de pecho con la mano izquierda.
Dos molinetes seguidos y el pede pecho.
Con la muleta en la mano izquierda, dos naturales muy suaves. El toro se para. Dos más pulseando perfectamente al toro que hace sonar la música.
La muleta ahora en la mano derecha: dos redondos muy lentos que remata con un gran pase de pecho lento y perfectamente rematado.
El toro no transmite por falta de raza a pesar de que tiene clase. Viendo que la faena no remonta se va por la espada de matar y en la suerte contraria mete la mano y pincha arriba sin soltar sufriendo un pitonazo en la mano izquierda.
Vuelve a entrar de largo, el toro lo espera y vuelve a pinchar arriba.
En la suerte contraria logra más de media estocada que tumba al toro.

Su segundo y último de la corrida, responde por Jinete, lleva el nº 130 y pesa 538 kilos. Es un toro bajito y muy bien hecho.
El Fandi lo recibe con seis verónicas rematadas con la media de rodillas.
El encargado de picar es José Manuel González que se agarra trasero.
Lidia Carlitos Chicote mientras El Fandi se dispone a banderillear:
Primer par: le corre para atrás. Cambia al trayectoria y por el otro lado clava arriba.
Segundo par: es el de la “moviola”. A pesar de que el toro le va cortando le clava en todo lo alto.
El tercero: Va corriendo hacia atrás en busca del toro y le clava arriba a pesar de que el toro va cambiando de ritmo y lo lanza un pitonazo en el embroque. El público se pone en pie para ovacionar a su paisano.
La faena la comienza de rodillas con cuatro pases por alto que remata con un molinete.
Se distancia del toro para seguidamente citarlo y administrarle dos redondos ligados. Cambio de muleta por la espalda y el de pecho de pitón a rabo.
Vuelve a darle sitio al toro. Serie de cuatro redondos con cambio de mano de la muleta y remate con el de pecho.
Nueva distancia. Un molinete da paso a una serie de cuatro redondos largos y perfectos de remate que abrocha con el doble de pecho.
El Fandi demuestra poseer una gran técnica
Un molinete con la izquierda da paso a una serie de tres buenos naturales donde la técnica consiste en perder dos pasos para ligarlos. El toro se cae. Sigue con dos afarolados y el remate con el pase de pecho.









Se distancia. Pase de "las flores", dos redondos, donde el toro le da un cabezazo y remata, tras un martinete, con un pase de pecho despacioso.
Siempre tras dar distancia, dos molinetes de rodillas, otro más. Se coloca de rodillas de espaldas delante del toro, para terminar vaciándole con un pase de pecho de rodillas.
Va por el estoque de matar, se acerca al toro para llevarlo muy toreramente hasta terreno de las dos rayas y allí entra en la suerte contraria logrando una estocada caída que hace rodar al toro sin puntilla.
Petición unánime de las dos orejas y el rabo, que el presidente concede, con lo que El Fandi logra su 31 puerta grande en Granada.