TENTADERO EN LA FINCA DE LOS
HERMANOS MATEO EN EL CORTIJO EL ÁGUILA
Por
LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
El
día 12 jueves de este mes de marzo asistimos a un tentadero invitados por Curro
Mateo que se celebró en la vieja placita de tientas del Cortijo El Águila.
Nos
acompañaron en el coche Miguel Piñero “Cayetano”
y mi buen amigo y aficionado Juan Antonio Moya que hizo de conductor.
Llegamos
con tiempo suficiente y hubimos de esperar por algún tiempo la llegada del novillero
que tentaba que no era otro que Fernando
Flores Cano natural de Salvatierra de los Barros nacido el 3 de mayo de
1995 que, a pesar de haber debutado con picadores en Badajoz en el lejano año
del 2014 formando terna con José Garrido
y Ginés Marín en novillada de Luis Algarra, continua de novillero por aquello
del miedo a quedarse estancado de matador
de toros.
Se
trata de un novillero más que cuajado, conocedor del oficio forjado en el
denominado Valle del Terror y que ha
pasado por la plaza de Toros de Madrid en dos ocasiones perdiendo un sonado
triunfo por el fallo a espadas.
Venía acompañado por Jaime Ruiz Soro picador hermano de Vicente Ruiz El Soro que se encuentra hospitalizado por un problema grave del que afortunadamente ha salido nuevamente.
Hablamos con él y nos dijo que el médico le dijo que su hermano no salía de aquella noche y Vicente con su optimismo ha superado una vez más un momento más que difícil. ¡Es un vencedor!
Antes
del comienzo del tentadero saludamos a la viuda del gran torero Miguel Mateo “Miguelín” que ocupaba grada en el pequeño tendido con que cuenta la
placita de tientas animada porque hacía un día espléndido bajo
desde el cortijo. La encuentro perfectamente desde el punto de vista físico a
`pesar de que me confirmó que de vez en cuando pierde memoria ¿y quién no? cuando
hemos rebasado con creces el guarismo septuagésimo.
Pudimos
ver las siete vacas encerradas en corrales de las luego solamente salieran a la
placita dos de ellas
Hablamos
con los novilleros que ocupaban tapia entres los que se encontraban un peruano
de nombre Roberto Rivero, un
venezolano llamado José Antonio Valencia
que ya ha toreado con caballos y un novillero de estos lares Alejandro Duarte quien venía acompañado
de su padre, antiguo conocido por nosotros y con quien compartimos burladero en
la placita de tientas mientras realizaba las fotos de este reportaje. También hicieron
acto de presencias los banderilleros
Álvaro Núñez, que fue el encargado de
auxiliar al novillero extremeño y Rafael Limón que estuvo de espectador y al
que saludamos al final del evento.
La
primera vaca fue de lujo. Acudió con prontitud al caballo de picar. Tuvo mucha
fijeza, y mostró recorrido en sus embestidas que fueron largas en el remate.
El
novillero encargado del tentadero Fernando
toreo con gran mimo y temple a la vaca para que le durase a pesar de que
ésta nunca mostro síntomas de escasez de fuerza.
Fue
una faena larga sobre ambas manos, pero fundamentalmente sobre la mano
izquierda, realizada a media altura de ahí que nos quedáramos con las ganas de
ver como esta excepcional vaca de comportamiento hubiera actuando en muletazos
de mano baja.
Tampoco
los novilleros cuando dejaron la tapia para actuar la bajaron la mano en ningún
momento y como Miguel el ganadero tampoco les pidió que le bajaran la mano la
vaca se fue al campo sin haber mostrado sus cualidades arrastrando el morro por
los suelos pues no humilló siendo éste el único defecto que padeció aunque
seguros estábamos que de haberla exigido hubiera respondido.
La
segunda vaca fue de comportamiento
totalmente distinto en el sentido de salir abanta para luego, tras la buena
labor del novillero y del picador atemperó la embestida y comenzó a humillar de
manera franca hasta que finalmente se rajó y buscó la pared de la puerta de
salida al campo.
En
esos terrenos los novilleros, sobre todo Alejandro
Duarte la toreó con seguridad y buen gusto.
También
la torearon muy bien el novillero Valencia, otro novillero del que
desconocemos el nombre y otro más, que lucía una barba quien actuó tras pedir permiso
al ganadero Curro
El
que menos “tablas” demostró fue el novillero peruano, pero del que tampoco
podemos decir que estuviera mal, pues demostró valor y colocación si bien a la
hora de manejar la pañosa se le vio carente de oficio.
Los
asistentes pasaron calor si bien nosotros gozamos de sombra en el burladero que
elegimos y de una temperatura propia del verano en este excelente rincón del campo
de Gibraltar.
Reportaje gráfico de lo
acontecido.Actuación de Fernando Flores.










