miércoles, 17 de diciembre de 2025

PEPE LUIS VÁZQUEZ. El Sócrates del barrio de San Bernardo de Sevilla.

 

Es mi deseo rendir con este artículo un homenaje a mi padre Félix Alonso Torres, veterinario militar en principio y finalmente veterinario titular porque siempre fue partidario del matador de toros JOSÉ LUIS VÁZQUEZ GARCÉS conocido como “Pepe Luis Vázquez” torero sevillano nacido en el Barrio de San Bernardo el día 21 de diciembre del año 1921 y que fallece también en Sevilla el día 19 de mayo del año 2012 a los 91 años.
Hijo del matrimonio formado por José Vázquez Roldán y Concepción Garcés García.
Debutó como novillero en la Maestranza de Sevilla el día 5 de junio de 1938 a la edad de 17 años y tomó la alternativa también en Sevilla con 19 años en corrida donde fue padrino Pepe Bienvenida y padrino Gitanillo de Triana.
La Confirmación de alternativa en Madrid fue en 1949 actuando como padrino Marcial Lalanda y como testigo Rafael Ortega “Gallito”.
Este matador de toros tuvo dos escuelas según ha referido alguien: la escolar de gramática y números donde el maestro fue D. Carlos Alonso Chaparro y la taurina donde el maestro fue su abuelo D. Rafael Garcés sargento de la Guerra de Cuba que estaba colocado como portero del Matadero sevillano.
Ocupo el primer puesto del escalafón taurino en los años 1941 y 42 cuando estaba activo Manolete y al único que temía el IV Califa cuatro años más viejo qu él.
Fue uno de los 10 toreros más relevantes del siglo XX donde compartió podio con figuras tales Manolete, Antonio Bienvenida, Gitanillo de Triana, Cagancho, Chicuelo Juan Belmonte, Rafael El Gallo y Marcial Lalanda.
El matador de toros que conserva en el recibidor de su noble casa sevillana colgada la cabeza de un toro al que le falta la oreja que Pepe Luis le corto en la corrida del día 17 de mayo de 1951 en la Maestranza al toro que saltó varias veces al callejón perteneciente a la corrida del hierro de Castillo de Hijares que tiene una placa donde figura grabado el nombre de Gaspacho que no corresponde con su verdadero nombre ya que cuando llevaron la cabeza para que el taxidermista la disecara, y éste a falta de referencia se quedó el dicho de que Pepe Luis le había liado un “buen gaspacho”.
Pepe Luis es el Sócrates del barrio de San Bernardo. Un torero de elegancia inalcanzable. Un prodigio que no se ha vuelto a repetir en los ruedos. Torero dotado de intuición extraordinaria para saber descifrar el morse indescifrable de los toros qué, aprendió toreando las vacas en los corrales de matadero sevillano donde su padre era capataz de matarifes.
Debutó vestido de luces en Algeciras en el año 1937.
Se retiró en el año 1953 para reaparecer en el año 1957 y retirarse definitivamente dos años después en 1959 tras la grave cogida en Santander donde estuvo a punto de perder un ojo.
No obstante siguió toreando en tentaderos en la finca de Miura hasta los 70 años.
Mi padre se hizo partidario a raíz de las referencias que le llegaron cuando tomó la alternativa en Sevilla y, ya se hizo fan incondicional cuando pudo verle “en vivo y en directo” en la Monumental de Las Ventas el día de su confirmación de alternativa.
Pepe Luis fue un torero muy particular pues, no cree en las escuelas taurinas, ni en estilos comunes ya que para él, el toreo es individualidad y misterio.
No le convencen las etiquetas pues según él, o se torea bien o mal.
Con el toro hay que estar como es y no como marque la estética ya que el arte no se puede imitar.
Piensa que haya que torear con naturalidad, sin adornos y con mucha técnica.
Nada de gestos de lucimiento delante del toro que no dicen nada.

Opina que para ser figura hay que tener inteligencia aguda junto con intuición y cálculo.
Dice que hoy todos los toros son iguales mientras que los aficionados en general carecen de conocimientos taurinos.
Fue un torero de “pellizco”, de toreo fastuoso de toreo de quietud. Un extraordinario torero que manejaba con elegancia el capote y que, en Pamplona cortó a un novillo las dos orejas el rabo y las dos patas.
El día de su confirmación de alternativa en Madrid el 19 de octubre de 1940 cuatro días antes del encuentro de Franco e Hitler en Hendaya.
El cartel lo componían Marcial Lalanda. Gallito y Pepe Luis que realizó una gran faena a su primero antes de que la corrida se suspendiera tras la lidia del tercer toro por la luvia.
Según me ha referido mi padre en varias ocasiones, dado que asistió a la corrida, en ese día el palco estaba ocupado por el Generalísimo Franco y por su invitado que era Heinrich Himmler jefe de las SS alemanas y, cuando los toreros matadores subieron a cumplimentar a tan ilustres espectadores le preguntaron al alemán si le había gustado el festejo y, éste que estaba mareado haciendo acopio de un vaso de agua les contestó que no, que aquello era una crueldad porque la visión de la sangre en los toros le había mareado.
No obstante regaló a la terna unas pitilleras de plata firmadas por él.
Pepe Luis está muy agradecido a su oficio de torero, al reconocer que gracias a él ha conocido a personas importantes como, a los artistas con los que se juntaba en el Café Lyón de Madrid: Eugenio d´Ors, Gerardo Diego, José María Cossío, Joaquín Rodrigo e incluso a veces con Juan Belmonte y donde no hablaba limitándose a contestar cuando era preguntado en aquellos tiempos en que, siendo un chaval, había relación entre intelectuales y toreros en aquellas tertulias donde escuchándoles, aprendía en rasgo de inteligencia.
¡Va por ti, Papá!