ESCRIBANO NO SE MERECE ESE TRATO.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ
Veterinario y escritor.
Hemos visto con incredulidad y
estupor como Manuel Escribano Nogales el diestro gerenense, se ha
quedado fuera de los carteles de la Feria de San Isidro 2023 de Madrid.
El foco de la cuestión hay que
buscarle en los responsables de la empresa que gestiona la Plaza de Toros
Monumental de Las Ventas, Rafael García Garrido y Simón
Casas.
Sabíamos que las relaciones
Casas-Escribano no eran buenas desde hacía tiempo, cuando formó parte de la
“cuadra” de este empresario. Pero hasta el extremo de dejarle fuera del ciclo isidril
de manera rotunda nos parece demasiado castigo, cuando en la temporada
pasada el matador triunfó de manera rotunda con la durísima corrida de Adolfo
Martín del sábado 4 de junio que, el “entendido” público de la
considerada primera plaza del mundo, no supo ver y valorar cuando Manuel se
jugó la vida de verdad como viene siendo habitual en su trayectoria
taurina.
Pero me van a permitir que trate
de hacer una visión panorámica-resumida, de como está el panorama taurino.
España ha perdido los papeles
no solo en política sino también en la tauromaquia donde siempre hemos sido pioneros en todas
las facetas de este arte.
Ahora el mundo taurino en
nuestra piel del toro está: por un lado
en manos extranjeras, concretamente la gestión de Las Ventas en la
cabeza de Simón Casas cuyo nombre verdadero es Bernard Domb Cazes un
sefardí que se tilda de “productor de arte”.
Un
tipo: desgarbado, impulsivo, pasional, elocuente, pero trabajador hasta la
extenuación.
Por el otro lado es Antonio García Jiménez (Toño Matilla) un paisano de Matilla de los Caños al que conozco desde jovencito cuando acompañaba a su padre Teodoro García “Matilla” que regía los designios de la plaza de Valladolid propiedad del amigo Emilio Ortuño “Jumillano”y donde ya apuntaba maneras empresariales
.
Heredó el “olor empresarial”
pues, no en balde, su progenitor fue la mano derecha del todo poderoso Pedro
Balañá que ha sido el “totem” del empresariado taurino.
Junto a su hermano Jorge,
realiza las distintas funciones de: apoderamiento a las principales
figuras del toreo; otras de empresariado de importantes plazas de
toros y una tercera de ganadero al
tener en su poder tres hierros: Hermanos García Jiménez, Olga Jiménez y Peña de
Francia de encaste Domecq, a los que incorpora gran número de toros comprados a
otros ganaderos para lidiarlos, según conveniencia, en sus plazas.
“Toño” se ha
convertido en el “maquiavelo” del mundo del toro al estar dotado de
estos tres enormes poderes quien, sigue el comportamiento heredado de su padre
de ser poco amigo de las apariciones
públicas y manejarse mejor en las sombras.
Personaje egocéntrico, que hoy
por hoy junto a Simon Casas componen el duo “padrino” - “capo” de
la Tauromaquia.
Contando con las principales
figuras en sus “cuadras”, estos dos prebostes taurinos hacen y
deshacen a capricho de sus intereses económicos, obligando a pasar por el aro
de sus caprichos, salvo raras excepciones (“Juli” y José
Tomás) a los componentes del escalafón taurino a los que convierten en “funcionarios
de máximo rendimiento” salvo que quieran quedarse sin contratos.
Vetan a quienes se le antoje
poniendo por delante el chantaje de que
si el vetado es contratado por otros empresarios, las figuras de su cuadra no
van a esas plazas obligando a comer en sus manos, a empresarios importantes
tales como Alberto Bailleres o Ramón Valencia.
Estos “astutos” empresarios,
han acabado con los apoderados independientes.
La consecuencia final es que como
aficionado taurino que soy y sin conocer la causa, Manuel Escribano se
ha quedado fuera del Ciclo Ferial Taurino de
Madrid.