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viernes, 16 de noviembre de 2012

TERCERA CORRIDA DE TOROS DE LA FERIA MATEA 1977 EN VALLADOLID.

TERCERA CORRIDA DE TOROS DE LA FERIA MATEA 1977 EN VALLADOLID.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
A pesar del desapacible tiempo, la plaza prácticamente se llenó, pues quedaron solamente sin ocupar unas localidades en la grada alta
Hoy desgraciadamente para el aficionado y espectador, el refrán es al contrario: “Días de mucho, víspera de nada”, pero que lo vamos a hacer. ¡Esto de los toros tiene tan poca lógica que por eso resulta subyugante! No obstante lo cual en el día de hoy ni toros ni toreros colaboraron para la brillantez del espectáculo. Los toros porque más bien fueron pequeños y carentes de trapío sobre todo el primero y el último. Y los toreros porque vean lo que hicieron en los toros que les correspondieron en sorteo.
Paco Camino: Esta corrida era la penúltima que toreaba antes de irse del toreo, mañana en Logroño y, esa pudiera ser la causa de que no expusiera un alamar.
Las banderillas fueron un desastre completo. Al final con 2 palos arriba se cambió el tercio.
A su primero le administró varias series de redondos suaves y lentos pero despegados en exceso, motivo por el que no encandiló al público. Posiblemente a destacar una serie sobre la mano derecha que inició con un trincherazo pinturero.
Al matar de una certera estocada el público le premió con la vuelta al ruedo.
En su segundo, que correspondía al cuarto de la tarde. “Naranjero” negro listón de 480 kilos y cornalón Paco Camino no quiso ni verlo por lo que recibió una gran bronca Camino abrevió y tras tres pinchazos saliéndose descaradamente de la suerte, logró una estocada caída que hizo doblar al astado. El puntillero lo levanta y el matador ha de descabellar. Pitos.
Andrés Vázquez en su primero, que era el quinto de la corrida por correr turno al ser devuelto a corrales el que salió en segundo lugar de la corrida, estuvo bien con el capote en los lances de saludo.
Dos varas y dos pares de banderillas dieron paso a la faena de muleta. Comenzó brindando a la Reina de las Fiestas y seguidamente administró cinco pases por alto sentado en el estribo continuando con derechazos y pases por alto, imprecisos y desligados por lo que no llevó la emoción al público.
Molestado con el viento y viendo que la faena no remontaba se fue a por los aceros y tras pinchazo logró una estocada atravesada que tumbó al burel.. Parte del público, donde estaban sus numeroso seguidores que vinietron de Zamora, pidió la oreja que el presidente concede.
En su segundo que era el sobrero perteneciente al hierro de M. Camacho, tras una buena pelea en varas y un desastroso tercio de banderillas donde de tres pares solamente quedó un palo arriba, el de Villalpando no logró acoplarse a la embestida del toro. Lo trasteó con la maestría que le dió su veteranía y ,tras matar de estocada hubo división de opiniones
Luis Francisco Esplá: Había triunfado hacía un par de años en las novilladas nocturnas de promoción  que se dieron en nuestra plaza, por lo que se le esperaba con interés. Venía con todas las ganas del mundo como nos dijo en los momentos previos a la corrida, pero ni el viento ni los toros estuvieron aliados con él.
En su primero cuando acabó con él, logró unas tímidas palmas.
En su segundo que era el último de la corrida, un toro excesivamente pequeño, tras cambiar el tercio con una sola vara, le prendió tres excelentes pares de banderillas en suerte antigua al realizarla con la montera puesta.
En la muleta el toro reponía en exceso no obstante lo cual Esplá con valentía lo sometió y logró arrancarle unos buenos redondos.
Mató en la suerte de recibir y dejó una estocada defectuosa que no obstante tumbo al toro. El público agradeció el detalle y le premió con una oreja.
En cuanto a la labor de la Presidencia de la corrida decir que transgredió el Reglamento al devolver antirreglamentariamente al segundo toro de la tarde cuando se había inutilizado en la suerte de varas, y por tanto durante el desarrollo de la lidia. El toro resultó descordado por lesión de las vértebras que afectan posteriormente a la médula espinal bien por compresión o lesión directa.