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domingo, 14 de junio de 2009

LA ÚLTIMA CORRIDA DEL CICLO FERIAL CORPUS DE GRANADA 2009.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Dos factores se cargaron la corrida última de la feria de Granada 2009:
El primero fue la ruina ganadera en la que se encuentra el hierro de TORREHANDILLA. Esos toros de origen Jandilla que su propietario Joaquín Morales tiene en la finca “La Marquesa” en el término municipal de Vilches (Jaen) bajo la supervisión de Julio de la Puerta, compartiendo territorio con el otro hierro de TORREHERBEROS que tampoco anda muy sobrado de virtudes como lo demostró el sobrero de sustitución. ¡Ni la estrella de alférez ni la L andan para tirar cohetes! Había un precedente: En la feria del 2008 fueron rechazados siete toros de este mismo encaste por el equipo veterinario.
El segundo fue la falta de acierto a la hora de la verdad con los aceros, de los matadores de toros actuantes, que no hicieron honor a su nombre de MATADORES DE TOROS, se quedaron en “pinchaúvas” simplemente.
Total que quedaron pinceladas sueltas sobre todo en la última mitad de la corrida como para poder relatárselas a todos ustedes.

Morante de la Puebla que lucía un vestido verde y azabache protagonizó lo mejor en su segundo que era un toro del hierro de Gavira (procedencia vacas de Soler y sementales de Pablo Romero y Conde de la Corte) sustituto del que había sido mandado a corrales por flojera manifiesta. Era el número 119. Capacho de nombre y un peso de 546 kilos.
Morante lo saluda con tres verónicas de las que el toro en el remate se va muy largo. Abrocha la serie con una media verónica de excelente ejecución pero sin ajuste.
El toro tiene tan escasas fuerzas que Cristóbal Cruz cuando le mete las cuerdas tira al toro. Un solo picotazo y cambio de tercio.
Se trata de un toro muy hondo. De mucha badana, dotado de fijeza y ritmo de embestida.
Con dos pares de banderillas a cargo de Antonio Jiménez “Lili” y Sánchez Araujo se cambia el tercio.
Morante comienza sobre la mano derecha por redondos. Dos redondos. El toro se cae. Le da tiempo. Tres redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda, tras cambio de muleta por la espalda. El toro al suelo nuevamente.
Tres buenos redondos. Un molinete. Un redondo y el de pecho con la mano derecha.
Cuatro buenos redondos y remate, tras cambio de muleta por la espalda, con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Muleta en la mano izquierda. Cuatro naturales que abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Muleta a la derecha para administrar una serie enganchada en el remate. Finaliza la faena con unos ayudados por alto.
En la suerte contraria y a un tiempo media estocada. Rueda de banderilleros. Suena un aviso. Morante toma el descabello. Saca el estoque. Falla en dos intentos. Ovación.

En el quinto de la tarde. Lancedo con 562 kilos. "El Fandi" busca su salida a hombros.
Para ello lo recibe en el tercio con dos largas cambiadas para seguir toreando de rodillas.
Lo lleva al picador con chicuelinas al paso de buena factura.
Un picotazo de Juan de Dios Quinta es suficiente para que se cambie el tercio.
El Fandi quita por lopecinas en serie de tres que remata con una serpentina.
En banderillas:
El primer par: Cita al toro desde el centro del ruedo. Lo deja llegar y clava arriba.
El segundo par: El Fandi lleva dos pares de banderillas en la mano. El primero lo coloca al violín, para acto seguido ganarle la cara y colocarle el otro par arriba.
Tras brindar al público comienza su faena citando al toro desde el centro del ruedo por redondos.
Tres redondos aguantando la embestida de lejos del toro que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Cuatro redondos. Un martinete y pase de pecho sobre la mano derecha.
Muleta en la zurda. Cinco naturales que abrocha con un afarolado y remate final con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Da tiempo al toro para que se reponga.
Dos naturales más para cambiar la muleta a la derecha y finalizar con pases de adorno, desplantes entre los pitones que los espectadores ovacionan puestos en pie.
Estocada hasta la bola ligeramente tendida y atravesada. El toro tarde en doblar.
El Fandi seguro de que no iba a fallar con el descabello lo intenta y falla. ¡Perdió la puerta grande! Acierta a la segunda y corta una oreja. Bronca a la presidencia por no conceder la segunda que fue pedida unánimemente.
En la vuelta al ruedo la banda le obsequia con la canción “Cumpleaños feliz”.

El sexto de la tarde correspondía al primer sobrero. Era de Torrehandilla. Se llamaba Exorcista. Lucía el número 41 y tenía un peso de 524 kilos.
Miguel Ángel Perera lo saluda con siete verónicas sin mover un pie del suelo que remata con dos medias por ambos pitones.
El toro en varas recibe un picotazo.
El quite lo hace por gaoneras de enorme ajuste a un toro que no está picado.
Tras brindar al público, comienza su faena por alto muy quieto para tras dar distancia al toro seguir por redondos.
Cuatro redondos que son rematados perfectamente a pesar de que el toro da tornillazos al salir del pase. Remata con el pase de pecho que el toro protesta de manera ostensible.
Cuatro nuevos redondos que son rematados con el pase de pecho perfectos de ejecución y remate a pesar de que el toro continúa lanzando derrotes y tornillazos.
Muleta en la mano izquierda. Cuatro naturales y enorme aguante hasta conseguir rematar con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Tres redondos aguantando las indecisiones de embestida del toro y remate con el de pecho aguantando lo indecible. Circular invertido que repite a pesar de las dificultades del toro.
Gran valor y conocimiento de Perera para conseguir domar al toro. Suena un aviso.
En la suerte contraria pinchazo hondo en todo lo alto. El toro tarda en doblar y ha de descabellar acertando al primer intento. Ovación.
Lo que nunca debió ocurrir:
-La aparición en el callejón de la plaza de una tarta para celebrar el 28 cumpleaños de David Fandila. Pues estos hechos quitan dramatismo a la Fiesta de los toros y con este carácter festivo no se favorece en absoluto la seriedad del evento.
-Demasiadas personas en el callejón.
-Cambio de suerte de varas con un solo picotazo en plaza de primera categoría.
-La banda de música no está para interpretar el “Cumpleaños Feliz”, pues así nos luce el pelo.

- Los cabestros deben estar mejor entrenados para saber entrar desde el ruedo a los chiqueros. La presentacación de la parada de mansos ¡Excepcional! Buenos cabestros tiene González de Caldas en su ganadería.