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sábado, 21 de marzo de 2009

LA CORRIDA DEL DÍA DE SAN JOSE EN VALENCIA 2009.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.



La 8ª de abono corresponde a la corrida de la tarde del día 19 de marzo (festividad de San José) con toros de Garcigrande a lidiar por los diestros Luis Francisco Esplá (nazareno y oro), Enrique Ponce (tabaco y oro) y Vicente Barrera (rojo y oro) que hacen el paseíllo ante el Presidente D. José Manuel Capilla.


El primer astado de la tarde responde por “Comendador”. Es un toro excesivamente gordo, bizco del pitón izquierdo. Un toro con trapío de plaza de primera, que sale con muchos pies y Luis Francisco Esplá comienza su capoteo con lances de tanteo para salirse fuera de las dos rayas y a pies juntos le administra, con el capote de vueltas azules, dos pases de delantal en los que el toro ha vuelto al revés y otros dos más, en los que ha salido suelto.






El encargado de picar es Teodomiro Caballero a cuyo caballo lleva Esplá el toro con pases por delante sin cruzar que remata con un recorte vistoso. Lo deja largo. El toro acude al caballo recibiendo un picotazo levantando inmediatamente el palo.








Esplá quita con tres chicuelinas que remata con una media verónica. Nuevamente, con pases por delante suaves, lo lleva al caballo rematando con un recorte. El toro se arranca de largo y el piquero le propina un ligero picotazo sin levantar el palo de la herida del puyazo Esplá pide el cambio de tercio que el presidente del festejo, concede.
Las banderillas las pone Esplá. Tres buenos pares, ganando la cara del toro con facilidad.






La faena la comienza con la muleta sobre la mano derecha. Derechazo y pérdida de los pasos necesarios para colocarse con ventaja delante de la cara del toro. Le adelanta la muleta. Se cruza. Le administra otro derechazo. Le pierde dos pasos y nuevo derechazo. Uno más, bueno y bien rematado.
Unos naturales administrados de uno en uno, porque el toro no permite la ligazón, que remata con una pase de pecho sin ajuste alguno.







Nueva serie de derechazos que son rematados con el pase de pecho sobre la mano derecha y que, tras cambio de mano sobre la marcha, remata con el de pecho sobre la izquierda.






Un circular completo por la espalda que repite y se va por el estoque de herir.
A la vuelta sigue toreando al toro con pases sobre la derecha haciendo doblar al astado en busca de la igualada. Destaca un buen pase del desprecio que es muy aplaudido.

Tras cuadrar al toro, trata de entrar en la suerte contraria pero como el toro se arranca inesperadamente ha de buscar nuevamente la suerte contraria en la que logra una gran estocada que es premiada con una gran ovación.
Los peones se llevan al toro hacia el centro del ruedo donde tras capoteo por ambos lados tratan de que doble. Suena un aviso.







El toro se va a las tablas y allí Esplá pide el estoque de descabellar. Le toca la médula espinal en el primer golpe de verduguillo y el toro muerto en vida queda de rodillas y con los cuartos traseros apoyados sobre estribo y tablas. El matador le saca el estoque para al momento caer sin puntilla.

Su segundo corresponde al cuarto toro de la tarde que responde por “Feucho”. Número 93 con 525 kilos. Un buen mozo con una preciosa lámina.
En el primer capotazo de saludo que le ofrece Luis Francisco Esplá sale suelto. Al segundo ya sí se hace con él y después de dos lances de tanteo al cuarto lance comienza a estirarse por verónicas perdiendo el toro las manos en la primera verónica. Nuevas verónicas por ambos pitones en las que Esplá resulta bastante agobiado por aquello de no jugar con largura las manos y que remata con una especie de rara media verónica.
El encargado de picar es Aurelio García Pérez a cuyo caballo Esplá lleva el toro con unas preciosas chicuelinas al paso y remate con un recorte. El toro cuando está cerca del piquero se aleja para arrancarse de largo con alegría y el piquero se agarra perfectamente arriba. El toro le propina un pitonazo en la suela de la mona y está a punto de derribarlo.







En el quite, Esplá se aleja del toro. Lo cita. El toro se acampana, y cuando se arranca le propina tres navarras en la que el toro le aprieta y remata con una media en la que el diestro se ve también, en apuros.
Nueva entrada al caballo en la que el piquero se agarra arriba y tras ordenar Esplá que levante la vara, el toro sale suelto.
En banderillas Esplá tratando de ganarse al público ofrece un par de banderillas a uno de sus banderilleros, el tercero de su cuadrilla que es Domingo Navarro, en estampa que se repetía antiguamente con asiduidad. Y aquí Esplá que tan buen director de lidia es, comete el error de comenzar a banderillear cuando aún se encontraba el picador montado en su jaco sobre la arena del ruedo. El toro se fue a por el caballo y menos mal que le cortaron a tiempo. Tras la salida del caballo de picar Esplá gana la cara al toro con ciertos apuros. Clava el par de banderillas y luego es persiguido en la salida haciéndole el quite a cuerpo limpio, Domingo Navarro quien, en su entrada, prende con sobriedad, un buen par. Cierra tercio el matador buscando al toro en carrera desenfrenada para colocar un buen par. Brinda el toro al banderillero. Indudablemente Esplá es un artista en eso de ganarse al público.
La faena la comienza doblándose con el toro y jugando con él hasta sacarlo fuera de las dos rayas donde remata con dos pases de pecho sobre la mano derecha.
Tres redondos sobre la mano derecha, ejecutados de uno en uno porque el toro carece de afectividad, que remata con un pase de pecho sobre la mano derecha.

La muleta sobre la zurda. Un natural. En el siguiente el toro prueba, no se decide a embestir a pesar de que Esplá está muy firme. Logra robarle tres naturales. El toro se para. Le toma la distancia adecuada para lograr dos naturales más que remata con el pase de pecho. Nueva serie de tres naturales dados de uno en uno, que abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Es un toro bastante complicado y carente por completo de afectividad. Aparecen unas palmas de tango en la plaza.








A fuerza de porfía le roba cuatro redondos que remata con un afarolado que arranca los aplausos del público.
El toro está muy orientado y como pone en apuros al diestro, éste se va por el estoque de herir.
Excelente estocada de la que el toro dobla.

Ponce muy concentrado está esperando la salida del segundo toro de la tarde que atiende por “Folklorico”. Está herrado con el número 132 y tiene 507 kilos de peso. Su capa es negra.
El primer lance se lo administra Ponce doblándose y flexionando la rodilla izquierda. Otro más por el otro pitón flexionando ahora la pierna derecha, para seguidamente estirarse en tres verónicas que remata con una buena media verónica.
Los peones se encargan de fijar al toro en el burladero de suertes en espera de la salida de los piqueros.
El encargado de picar es Antonio Saavedra a cuyo caballo lleva Ponce al toro con lances templados por la cara y rematando con un estiloso recorte. El toro se repucha con el caballo haciéndole girar en dos vueltas completas. Ponce indica a su picador que levante el palo. El piquero deja de apretar pero no retira la puya de la herida con lo que dificulta la salida del toro de la suerte.
Saca al toro el banderillero Mariano de la Viña que es el encargado de lidia y Ponce se dispone a probarlo con una verónica y una media.
Nueva entrada al picador que se agarra bien arriba y tras el picotazo, Ponce se destoca para pedir el cambio de tercio.
Parea por delante Antonio Tejero que deja un par ligeramente caído. Su hermano José María, coloca un buen par. Cierra Antonio Tejero en un extraordinario par donde da al toro las ventajas a favor de chiqueros y por ello es apretado en demasía.
Ponce, tras pedir el permiso a presidencia, brinda al público. Tira la montera que al caer boca arriba a de volverla con la punta del estoque simulado.
Comienza la faena muy cerrado en tablas con dos pase doblándose pero vaciándole por arriba sin que comprendamos estas dos contradicciones. Con pases tocándole por ambos pitones se va saliendo y vaciándole por arriba, hasta finalizar con un pase de pecho sobre la mano izquierda en medio de los aplausos del público.







Ponce está tardando en acoplarse con el toro porque éste no se decide a embestir con prontitud. Cuando lo logra consigue tres perfectos redondos que remata con un pase de pecho que merecen los aplausos del público.
Con la muleta sobre la derecha, dos redondos aguantándole la embestida desde largo. El toro se le para, tomas distancia y cita, el toro se arranca y se le cuela peligrosamente. Dos redondos más y Ponce se retira.
Con la muleta en la mano izquierda se va a cercando para lograr tres naturales estirándose. En el tercero el toro se le cierne y está a punto de atropellarle.
Con la muleta en la izquierda se encara desafiando al toro que tras arrancarse le administra tres naturales sin ligar, porque ha perdido más pasos de los necesarios debido a esas coladas a que le ha sometido el toro y que le han hecho desconfiar de la rectitud y entrega del astado en la consecución del pase.
Ponce da distancia al toro llevando la muleta en la mano derecha.
Va a tablas para humedecer ligeramente la muleta porque el viento le está molestando y se va en busca del toro al tiempo que otea el terreno tratando de encontrar un lugar libre del viento.








Unos molinetes para continuar sobre la mano derecha en cuatro redondos buenos pero dados de uno en uno por perder más pasos de los debidos. Dos redondos más, un cambio de mano y remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.







Ponce haciendo esas sus típicas y toreras posturas portando la muleta en la mano izquierda andando al toro con elegancia al tiempo que se va acercando. Cuando está en el sitio adecuado le administra un natural muy lento y muy relajado. Otro más no ligado, puesto que antes de la ejecución del pase busca el sitio adecuado para, cruzándose con el toro, ejecutar el natural.
Ahora aprovechando el viaje del toro en la embestida lo va cerrando a tablas hasta dejarlo justo entre las dos rayas a la altura del tendido 10 y se va por el estoque de matar ante la mirada de los Chopera y Victoriano Valencia que ocupan el mismo burladero de dentro del callejón.
Con la muleta en la mano derecha lo cita de frente entre los dos pitones, para lograr dos redondos buenos que remata con el pase de pecho con la derecha mientras cambia la muleta de mano para finalizar con un pase de pecho con la izquierda. Suena un aviso.
Ponce va cerrando al toro a medida que va buscando la igualada entre las dos rayas. En la suerte contraria consigue menos de media estocada en un buen sitio. Los peones le hacen la rueda y como no dobla Ponce pide el estoque de descabello que le trae José María, mientras le capotean Mariano de la Viña y Antonio Tejero.
Ponce monta la muleta para dar al toro unos pases por ambos pitones buscando la postura idónea para descabellar. Flexionando las piernas acierta a la primera tras preparación muy artística. Es premiado con una gran ovación.

Su segundo corresponde al quinto de la tarde. Se llama “Contador” lleva el número 117 y pesa 524 kilos. Es ligeramente bizco del cuerno derecho y su capa es castaña oscura chorreada.

Ponce lo prueba. Se estira al cuarto lance por verónicas sobre ambos pitones hasta que el toro se para. Sigue capoteándole ya sin apreturas, hasta sacarlo fuera de las dos rayas y en los remates de los lances trata de levantarle la cabeza a pesar de que no ha humillado.
El toro se arranca al picador, Manuel Quinta cabeceando.
Ponce lo prueba toreándole por la cara y, andándole bien, lo lleva nuevamente al piquero colocándole fuera de las rayas. Se arranca el toro y aprieta por lo que el piquero lo pega fuerte. Ponce le conmina a que levante la vara que resultó ligeramente caída. Se cambia el tercio mientras Ponce se queda con el toro hasta abandonar el ruedo los picadores.
Lo está lidiando Ponce porque se trata de un toro distraído que no quiere nada de capotes.






Va por delante en banderillas Mariano de la Viña que prende un buen par. El toro se ha puesto peligroso de verdad de ahí se vean en peligro los banderilleros.
Ponce brinda a Pedro Piqueras y comienza la faena doblándose en pases de pierna flexionada sobre ambos pitones que remata con un pase de pecho, logrando levantar a la gente de sus asientos.

Tres buenos redondos en el último de los cuales el toro cabecea peligrosamente por lo que Ponce le da distancia y vuelve nuevamente a él tratando de encontrar la distancia propicia.
Continúa sobre la mano derecha para confeccionar la faena a base de muletazos sueltos porque pierde más pasos de los adecuados.








Ahora ya si liga una tanda de cuatro redondos ganándole un paso al toro que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha y dobla con el de la izquierda. Ovación.
Nueva serie de cuatro redondos, un cambio de mano y remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.










La muleta sobre la izquierda ayudándose con el estoque simulado. Dos naturales espaciados. Otros dos buenos y dos más aislados que remata con el pase de pecho sobre la izquierda.









Dos molinetes seguidos bajando mucho la mano para quedarse colocado en la continuación de faena sobre la mano derecha. Tres extraordinarios redondos ligados que ha rematado con un pase de pecho tras cambio de muleta de mano y después ha rematado con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Sigue Ponce sobre la mano derecha. Tres redondos ligados. Le pierde dos pasos y ahora se vuelve a colocar nuevamente a la distancia adecuada para lograr una serie de dos redondos ganándole un paso al toro y remata con una especie de trinchera con cambio de mano para rematar con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Gran ovación.
Un natural. El toro se para. Ponce no se mueve. Dos naturales más. Se coloca Ponce. Dos nuevos naturales dando el pecho y remata con una trincherilla y tras cambio de mano remata con el pase de pecho sobre la izquierda. La plaza es un manicomio.
Ponce va por el estoque de matar. Saca al toro fuera de las rayas se va al centro del ruedo y allí con la muleta sobre la mano derecha se va andando muy lentamente en busca del toro, adornándose, gustándose. El toro está con él. Se acerca hasta los dos metros y una vez allí se dobla con él flexionando la rodilla contraria por ambos pitones cerrando al toro hasta las dos rayas, para acabar la faena de la misma forma que la empezó.







En la suerte contraria se perfila y cuando va a matar el toro se le mueve. Ponce no pierde los papeles y prepara concienzudamente la suerte suprema. Logra un estoconazo y el toro cae sin puntilla. Se piden las dos orejas que son concedidas por la presidencia.
José Tomás ha estado viendo, desde una andanada, la faena del que ha vetado para ir delante de él en la Feria de Sevilla. Y visto lo visto, es lógico que no quiera compartir terna, pues Ponce aprieta y mucho.

Sale el tercer toro de la tarde. Se llama “Engreído”, marcado con el número 79 con 491 kilos y negro de capa. Acusa una ligera flojedad de tercio posterior.
Vicente Barrera lo recibe con una serie de seis verónicas que remata con una media sobre el pitón izquierdo.






En el primer encuentro con el piquero, éste se agarra perfectamente arriba. Lo saca el peón y nuevamente lo pone en suerte para que vuelva a agarrarse arriba.Le tapa la salida al toro ante las protestas del público. Barrera ordena a su picador que levante el palo. El toro sale suelto.
Paco Peña coloca un buen par expuesto. El tercero ha de pasar en falso porque le cortó el camino. Es un toro muy distraído. En la nueva entrada al relance deja un palo arriba. Paco Peña aprovecha que el toro está distraído le entra por detrás y clava un buen par. Se desmontera.
Barrera brinda al público.
Comienza por estatuarios en serie de cuatro.







La muleta en la mano derecha sigue por estatuarios en serie de tres que remata con un natural, un molinete, otro natural y un pase de pecho sobre la mano derecha.
Un redondo al que siguen tres más que trata de rematar con el pase de pecho pero el toro comienza a escarbar y no lo permite. El público se impacienta y suenan las primeras palmas de tango.







Barrera le administra una serie de cuatro redondos ligados que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Nueva serie de cuatro redondos rematados con el pase de pecho sobre la mano izquierda.







Una trincherilla preciosa da paso a seguir toreando con la muleta sobre la mano derecha toreando por redondos pero el toro no se lo permite ya que se dedica a escarbar sin hacer caso a la muleta del torero.
Lo cierto es que el toro después de decidirse a arrancar continua embistiendo mientras no le retire la muleta de la cara. Barrera que lo observa aprovecha esta circunstancia para lograr dos series de cuatro redondos más que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
La muleta en la izquierda para lograr tres naturales más que remata con una trinchera.

Lo ha hecho todo Barrera ante un toro poco colaborador.
Busca la igualada, momento en que el toro comienza a gazapear.
En la suerte natural pinchazo arriba sin soltar. Suena un aviso. El toro comienza a escarbar y barrera tratando de aprovechar un momento en que deja de escarbar entra precipitadamente a matar en el momento en que el toro se arranca y logra a un tiempo una buena estocada suficiente para hacer doblar al toro. Se reproduce la ovación.







Aparecen pañuelos pidiendo la oreja que el presidente Amado Martínez, asesorado por José Manuel Capilla, no concede.

Sale el sexto y último toro de la corrida. Se llama "Voluntarioso", número 124 y 521 kilos de romana que como todos sus hermanos lidiados con anterioridad pertenecen al hierro de Garcigrande.







Sale suelto del primer capotazo de saludo que le administra Vicente Barrera. Lo mismo en los siguientes. El toro se desentiende del capote. En el quinto parece que va a doblar pero lo que hace en realidad es quedarse más corto en el recorrido. Cuando vuelve se para definitivamente como si se hubiera quedado sin carburante propulsor.
Vicente Barrera logra robarle una verónica aun toro que está muy quedado.
Los banderilleros lo llevan al burladero de suerte en espera de la colocación de piqueros.
El toro ha hecho dos cosas extrañas al entrar en el capote del banderillero como si no viera bien.
Con ciertas precauciones tras ver lo realizado al banderillero y no quitándole el capote de la cara Barrera lo lleva al caballo que monta Francisco Javier González. El toro se cuela en uno de las lances por el pitón derecho. El piquero se agarra arriba a pesar de que el toro entró sesgado y rebrincada para seguidamente taparle la salida ante las protestas del público. El toro aprieta mucho hasta el extremo de sacar al caballo fuera de las dos rayas. Barrera ordena a su picador que levante el palo. El piquero deja de apretar pero no levanta la puya de la herida.
Barrera lo prueba con dos capotazos sobre ambos pitones para llevarlo nuevamente al caballo, advirtiendo al piquero que se limite a señalar el puyazo.
Sale Esplá en su quite para dar una media verónica.
Barrera hace señales ostensibles a Presidencia de que el toro no ve bien por el ojo derecho.
Los banderilleros cumplen en su cometido. Mejor Fernando Casanova.
La faena la comienza por alto, a pesar de lo cual en el segundo muletazo el toro clava los pitones en la arena estando a punto de dar la voltereta, que se ha evitado por no llevar fuerza en la embestida. Sigue con pases por arriba aprovechando que el toro va y viene para sacarlo fuera de las dos rayas.









Dos redondos. El toro se para. Toma la distancia el matador. Adelanta la muleta y logra cuatro redondos que tras martinete remata con el pase de pecho sobre la mano derecha el toro vuelve a clavar los pitones en la arena.
Nuevamente se cuela por el pitón derecho y está a punto de echarle mano.









Una serie de cuatro redondos extraordinarios dándole el toque preciso antes de que el toro busque el cuerpo del torero.








Con la muleta en la izquierda logra unos buenos naturales, tras sufrir la colada en el primero, por falta de toque preciso, que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha. Un molinete para seguir sobre la mano derecha.
Dos redondos el toro se le para. Vicente Barrera está muy firme con el toro. Tras buscar la distancia un nuevo redondo a un toro que embiste pero sin fuerza. Pierde la muleta, trata de recogerla pero el toro la pisa.
Ha sido una pena que haya sufrido este desarme cuando la faena estaba remontando.
Vicente valiente y encorajinado se va por el toro para continuar por redondos que resultan imperfectamente rematados por que el toro no tiene una velocidad constante.
Una faena valiente de Barrera.
La muleta en la izquierda toreando de frente dando el pecho, dos excelentes naturales. Ha hecho un gran esfuerzo Vicente Barrera.
En la suerte contraria entra resbala la mano sobre el pomo del estoque en el momento del embroque y sale trastabillado cayéndose sobre la arena.
En la suerte contraria cuando va a entrar, el toro se mueve, con lo que tiene que desistir. Suena un aviso.
Entra recto a matar y logra una estocada en toda la yema de la que el toro dobla. El puntillero acierta al segundo intento. Ovación para Barrera que ha de salir al tercio a saludar ya con el capote de paseo sobre el antebrazo izquierdo.

La corrida de Garcigrande adoleció de casta, salvo el quinto que demostró fiereza.

Impresionante el tiro de mulillas que estaba compuesta por dos caballos expectaculares.