torostarifa.blogspot.com

lunes, 11 de febrero de 2008

EL PREDOMINIO DE LOS GOBIERNOS AUTONÓMICOS.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Últimamente los taurinos estamos padeciendo “varapalos” de todo tipo por parte de los gobiernos que con los votos populares (léase votos del pueblo) han llegado al poder.
El gobierno de la Comunidad Autónoma catalana, desde hace tiempo, trató de acabar con las corridas de toros primero de una forma lenta, aunque progresiva y eficaz a largo plazo, basada en “la prohibición de asistir a las corridas a los menores de 14 años”.
Fue una maniobra maquiavélica puesto que acababa con la simiente de los aficionados (que son los que siguen fieles a la Fiesta más Nacional), conscientes de lo vieja que es la población española.
Estas mentes demoníacas, que no duermen pensando en como hacer el mal, tenían perfectamente claro que, con este proceder, en unos cuantos años la Fiesta de los Toros desaparecería por sí sola.
Y lo llevaron a efecto en los territorios que consideran suyos incluso antes de que apareciera su famoso Estatut (como ellos lo nombran) que en definitiva tendría por misión, al tiempo que se desgajaban de España, acabar con la Fiesta más Nacional que lo es por su arraigo, tradiciones y gusto de los españoles.
Pero como les pasó lo que a aquél Papa al que “puso firme” nuestro monarca de entonces que lo era Felipe V. Porque el pueblo español (que no algunos aislados “personajillos” en su mayoría no catalanes) ama la Fiesta de los toros y no permitirá que desaparezca ante nadie y ante nada.
Estos "independentistas" viendo que la Fiesta seguía en lo que ellos consideran cómo su propio territorio, acabaron con una de las plazas de Barcelona, dejando únicamente la Monumental, si bien pusieron cuantas pegas de todo tipo podían para que las corridas no se celebraran o que fueran tal fracaso económico que la empresa concesionaria de la plaza, claudicase.



¡Tampoco lo consiguieron!, se dieron corridas y el público normal fue acudiendo cada vez en mayor número, para ver a las figuras de la Tauromaquia que acudían a torear a Barcelona. ¡El tiro les había salido por la culata!
Pasados unos años, arriba a Barcelona, un empresario nuevo, joven, y por ende luchador, quien apoyándose en un torero que vuelve tras ser añorado por los aficionados durante los cuatro largos años de su ausencia (por aquello de que la Fiesta se “durmió en los laureles” de esos figurones de papel que se pasan a los toros a metros de distancia de sus taleguillas) deciden “despertar” la Fiesta, y lo hacen precisamente en Barcelona.
Y Barcelona que es la capital de este “territorio separatista”, responde de manera unánime a la Fiesta de los toros, llenando tarde tras tarde la Monumental y expresando el mensaje de que los toros son cultura y tradición.
Pero como se trata de personajes “machacones”, no podían cesar en su empeño, máxime ahora que se habían convertido en “bisagra de apoyo” a un gobierno nacional necesitado de aliados para poder gobernar.
Le presionan en todo hasta atosigarlo, conscientes de que “son necesarios”. Y naturalmente también le presionan en la parcela taurina que desde muchos años atrás es su obsesión cuando una señora (que ahora se dedica a otras cuestiones más lucrativas donde sigue “erre que erre”con su visión parcial de la realidad), reivindicaba una y otra vez, hasta aburrir a todo el mundo, que no se castigara a los toros bravos, cuando sus intereses iban del lado separatista desde su color político republicano.
Su sentido de la libertad de estos “aprovechados” ansiosos de poder, les llega a pedir que se anulen las corridas de toros en todo el territorio nacional. ¡Curioso rasero el que utilizan!
Como consecuencia de este “acoso y derribo” el tambaleante gobierno central, lo primero que hace, aduciendo presupuestos extinguidos, es suspender la programación taurina en todas sus áreas radiofónicas y televisivas.
Llegan casi hasta prohibir hablar de toros y para ello nada mejor que “poner de patitas en la calle” (defenestrándole solo su voz e imagen, pues es funcionario) al mejor comentarista taurino del Estado Español.
Con este proceder los aficionados de los pueblos de España, que también contribuyen a que los presupuestos del Estado se hagan realidad, se han quedado sin poder ver corridas de toros por el ente público al que sostienen con sus impuestos. Menos mal que algunas televisiones autonómicas les han echado una “manita salvadora” al seguir televisando eventos taurinos aún en mayor número que antes.
Es el caso de “Canal Sur Andalucía” que buscando la “pela” retransmite hasta las becerradas de promoción. O el caso también de “TeleMadrid” que se ha permitido salir de su Autonomía para entrar en otra (de la misma ideología política) cual es la de Castilla y León y televisar una corrida del ciclo ferial vallisoletano.
El problema es que estas televisiones no cubren todo el territorio nacional, el cual está en manos del todo poderoso Polanco (q.e.p.d) a quién Aznar le dio todas las concesiones y éste cubrió toda España con sus parabólicas vía satélite que naturalmente se convirtieron en cadenas privadas de pago “copando” todas las retransmisiones de los eventos taurinos de las principales ferias de España.
Esta España democrática. ¿Democrática? Veamos:
“La democracia es la doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. En este régimen político la soberanía reside en el pueblo y es ejercida por este de manera directa e indirecta”
Claro que:
“La forma específica que adquiere la democracia en un país está determinada en gran medida por las circunstancias políticas, sociales y económicas prevalecientes, así como por factores históricos, tradicionales y culturales”.
Y en estas estamos...
Algo más tarde una ministra, hija de un taurino de pro, lanza el “globo sonda” de proponer acabar con los toros, sufriendo críticas de todas partes, pero como esto de los toros no sólo proporciona dinero a las arcas de la Administración del “Gobierno de España” sino a mucho agonista, se sigue escribiendo de prohibirlos. Es la crítica de moda.
¡Cómo Dios no lo remedie, nos podemos quedar sin toros!
A pesar de que el pueblo (de un país demócrata) lo demande y algunos “intelectuales” como Serrat o Sabina los apoyen, de momento, desde Méjico.